"En todas las canciones hemos ido a arañar la parte oscura de nosotros"
Entrevistas / San Pedro

"En todas las canciones hemos ido a arañar la parte oscura de nosotros"

Adriano Mazzeo — 02-04-2021
Fotografía — Erny Gamez

Ante la marabunta de información típica de los tiempos actuales, sabemos que con un poco de curiosidad y orden, cualquiera se puede convertir en un connoisseur más o menos serio. De aquí surge que dar con nuevos que tengan algo que decir es una peliaguda tarea. Afortunadamente no todo es copycat en el horizonte y la creatividad sigue encontrando huecos donde sentirse cómoda. Uno de ellos es el que promueve el dúo madrileño San Pedro, compuesto por la malagueña Ana Loig (voz) y Rafa Gil (productor), quienes acaban de lanzar su EP debut “Criatura” (Autoeditado, 21).

Su música flota felizmente en los aires de lo original y lo desconocido. Aún cuando sus sonidos atmosféricos, desafiantes y estimulantes puedan evocar climas previamente experimentados, no hacen pensar en otros artistas. San Pedro sugieren un interesante viraje atemporal y en general el resultado es excitante tanto en lo puramente musical, como en la parte lírica, la imagen y la producción que, por cierto, es el único link claro al 2021, gestando un sonido tan actual (e intenso) como los memes de Bernie Sanders sentadito, muerto de frío.

¿Cómo surge el proyecto?
(Ana) Cuando nos conocimos nos encontramos en la situación de que él no había sido capaz de acabar ninguna canción y yo exactamente lo mismo. A medida que nos encontrábamos más y más, nos dábamos cuenta de que nos poníamos las pilas el uno al otro. Así comenzamos a invertir mucho tiempo y dinero en esto, y se fue convirtiendo en algo serio.
(Rafa) Lo interesante para mí fue que yo solía componer bajo algunas de mis influencias, y cuando comenzamos a interactuar, la situación me llevó a componer pensando en su voz. En definitiva mi influencia musical aquí fue ella. Fue composición y exploración. Y exponerse a muchas dudas sobre qué destacar en nuestra música, como mezclar, etcétera.

Se ha presentado como un proceso de descubrimiento constante, por lo que decís.
(Rafa) Absolutamente. Lo cual ha sido bonito al final del trayecto, pero terrorífico mientras tanto.
(Ana) Y tampoco es que hayamos hecho veinte canciones y sólo seis fueron al disco. Es que son las seis canciones que tenemos. Y en ellas podemos ver el camino recorrido: la primera tiene mucha pureza y la última pues más sabiduría dentro de lo que cabe.

En todo caso, el EP tiene una coherencia notoria. Incluso desde la estética sonora.
(Ana) Quizá se relacione con el concepto de “Criatura”. Quisimos usar esa palabra porque puede representar a un ser pequeño, indefenso, una criaturita, y también puede ser un monstruo. A través de esa palabra, creo que en todas las canciones hemos ido a arañar la parte oscura de nosotros y de nuestro sonido, y también descubrir nuestro costado más inocente, agradable o luminoso.
(Rafa) Fuimos analizando y pensando cada cosa que hicimos, desde allí buscamos un equilibrio entre la parte oscura y la pop. Por ejemplo el beat de “Lanzador de cuchillos” llegó en un momento en el que yo estaba escuchando mucho a Neurosis, fíjate luego dónde eso ha acabado.

Entre otras cosas lo interesante del EP es que las influencias pueden aparecer de formas muy indirectas, como disfrazadas de atmósferas o conceptos, desde los giros flamencos de la voz de Ana a las paredes de sonido en plan post-rock ¿no?(Rafa) Es que no ha habido un punto de partida en plan “queremos ser los ‘no sé qué’ españoles”.
(Ana) Tenemos mucha información musical en nuestras cabezas que simplemente va saliendo y es complicada de encasillar.
(Rafa) A mí me gusta lo intenso y lo agresivo, y no es sólo mi background de fan del metal, sino que cuando de pequeño escuchaba a Public Enemy, para mí eso era ruido con gente rapeando encima. La idea es provocar ese tiempo de emociones intensas. Es más tener la influencia de una idea que de un artista.
(Ana) Yo tengo un tema con buscar esa agresividad porque toda mi vida me han dicho que tengo la voz demasiado dulce, muy Disney y tal, entonces tengo cierta manía con sonar “inocente”.

Concuerdo en que vuestra música es profunda, oscura y hasta agresiva, pero al final del día, transmite fuerza y de algún modo genera algo positivo.
(Ana) Cada canción esconde un tema muy fuerte: relaciones tóxicas, depresión, abusos. Las letras no son explícitas, pero van de estas temáticas. Y cada una tiene también la idea de que “yo soy más fuerte que esto”, creo que esa es la actitud levanta las canciones todo el rato. La letra merece para mí tanta dedicación como la música.
(Rafa) Yo soy muy fan de las letras de Ana. Y mira que, al haberme criado escuchando letras en inglés, el español me genera como cierto pudor y la exigencia que le doy a una letra en mi idioma es mucho mayor.

Supongo que también vuestro buen sentido del humor tendrá mucho que ver en que al final las canciones no suenen a bajón.
(Rafa) Ciertamente es que ambas facetas son igual de reales en nosotros como personas. Hacer el idiota lo tenemos como algo constante, cotidiano, pero nuestras conversaciones favoritas siempre giran alrededor de las emociones y de las cosas profundas de la vida.
(Ana) Siempre, en cualquier rama artística que he estudiado, me han dicho "crea lo que a ti te gustaría ver". La realidad es que el humor para mí no funciona en todos los espacios. Una canción divertida nunca llega lejos dentro de mí. Como no me gusta ese tipo de música no encuentro el impulso para crearla, pero me gusta el humor y la diversión casi en cualquier otra rama.

¿Qué habéis querido transmitir con el videoclip “1, 2, 3, toca la pared”?
(Ana) Es un guiño a muchas cosas que encajaban bien con la canción y que podían ser muy identificables. En primer lugar eso que llamamos el “paseo de la vergüenza”: ese trayecto después de salir de fiesta donde ya es de día y vas aún borracha pensando en todo lo que has hecho esa noche, lo que harás mañana, o donde vas comiendo guarramente algo porque ya nada importa nada. Es en un momento limbo entre la noche y el día o entre el barullo y la calma (o entre la borrachera y la sobriedad, claro) donde alguien decide pararse en mitad de una calle a mandar una nota de voz a su pareja porque está harta. La canción es ese desahogo. Tú igual te sientes invencible pero al final, a ojos de alguien que pueda cruzarse contigo, no serás más que una persona ridícula llorando en la calle.

¿Cómo es comenzar un proyecto musical en un momento en el que no hay directos?
(Rafa) Directamente pensamos en 2022 para esto. Tenemos pensadas algunas cosas para aplicar al directo y hacerlo enérgico. Incluso hay una propuesta de dar un concierto teatralizado, aprovechando que Ana es actriz y también escribe.


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