Rebeldes con causa
Entrevistas / Babylon Chat

Rebeldes con causa

Roger Estrada — 28-02-2002
Fotografía — Archivo

No puedo sino aplaudir su desparpajo al emular a Burning, T-Rex, Bowie, Stones o Lou Reed. Como Malconsejo, Hot Dogs, Vincent Von Reberb, Aerobitch, Sol Lagarto o Jet Lag, no están de moda. Babylon Chat también nadan a contracorriente.

Y ese nadar contracorriente es algo que vienen haciendo desde sus inicios, como comenta Héctor Tuya (guitarra y coros): “La banda nació a finales de 1994, en medio de una de las escenas musicales más aburridas y anodinas de las últimas décadas, el Xixon Sound, con el que, por supuesto, nunca tuvimos nada que ver. Bandas sin nada que decir, ocultas tras la máscara del inglés, llevando y evocando vidas aburridísimas y todo ello aderezado con unas pintas infumables. Es decir, una falta total de respeto al público. Nosotros queríamos resultar atractivos, sexuales, magnéticos... 

“La imagen de Marlon en ´Salvaje´ nos engancha por ser el icono del rock´n´roll, de la rabia, de la ruptura con la monotonía...”

Ser como era el rock and roll en sus orígenes. Fue un efecto de reacción contra los grupos que tocaban como si estuviesen deseando irse a sus casas, aquéllos que abanderaban esa estética de la no-estética. Babylon Chàt fuimos desde nuestros comienzos los raros de la clase”. Y por muchos años. Aún recuerdo un lejano concierto suyo en la sala Salamandra, en Hospitalet de Llobregat, para presentar su segundo Lp, el intoxicante “Hotel Adicción”. Igor Paskual es un frontman con glamour: chulesco, enérgico, lascivo y provocador. Ya podía haber apenas treinta personas que el tipo lió un número con una botella de champán que aún se recuerda por ahí. Como cuando telonearon a Loquillo en Madrid y el público más troglodita empezó a increparles: “¡Uauhh! Lluvia de botellas, vallas arrasadas, mil quinientas personas insultándonos a coro y algunas de ellas esperándonos a la salida de los camerinos. Fue una regreso a los conciertos más punks de los setenta. La verdad es que la estela de aquella polémica todavía nos persigue, aunque nosotros fuimos los primeros extrañados de la reacción del público. Al fin y al cabo, como el propio Loquillo nos dijo aquella noche, él hacía lo mismo hace veinte años”. Su relación con el Loco, “el mayor icono rock nacional” que diría Xavier Llop, ha sido de lo más fructífera. “Escuchó nuestro disco, mandó a su gente para ver nuestro directo, nos llamó como teloneros y... el resto lo hicieron todo los post-conciertos en compañía. Más tarde nos envió la letra de ´Chicas del Roxy´, que nosotros musicamos en dos días, y como respuesta, nosotros le invitamos a cantar en nuestro disco - en la versión que hacen del “Vicious” de Reed-“.

“Bailando con Brando” es un claro homenaje al actor más grande que ha conocido la historia del cine, símbolo de rebeldía e icono rock ahora muy de moda por unos mozalbetes de San Francisco que fusilan a Jesus & Mary Chain con el beneplácito de la crítica. “La imagen de Marlon en ´Salvaje´ nos engancha por ser el icono del rock´n´roll, de la rabia, de la ruptura con la monotonía... como se puede vislumbrar en canciones como ´No Tocarme´, ´Cameleón´ o ´Top Model´. La depravación, el desgarro y la decadencia de ´Un tranvía llamado deseo´ pueden apreciarse en temas como ´Viciosa´, ´Demasiado deprisa´ o ´Días de vino y rosas´. Toda la amargura de ´El último brindis del año´ está en las escenas del ´El último tango en París´”. Ahora sí, venga, sin vergüenza, alto y claro: ¡Rock´n´roll!

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