Músicas del mundo
Entrevistas / Fermin Muguruza

Músicas del mundo

Joseba Vegas — 18-12-2008
Fotografía — Archivo

De Irún a Kuala Lumpur pasando por Berlín, Nueva York, Quito o Jerusalén, llega “Asthmatic Lion Sound Systema” (Talka), el nuevo disco de Fermín Muguruza. Si querían world music, aquí tienen todo un catálogo de sonidos y voces que no sabe de fronteras.

“Estamos ante un libro de viajes sonoro, en el cual se reflejan los apuntes que he ido tomando en cada país y las aportaciones de los músicos con los que me he encontrado a modo de cuaderno de bitácora”. Así define Fermín Muguruza “Asthmatic Lion Sound Systema”, la nueva obra del que fuera vocalista de los seminales Kortatu y de los (por muchos) añorados Negu Gorriak.

"Otras ciudades, como elementos vivos que son, me han acogido y transformado"

Un disco que parte de Irún, el pueblo natal y base operativa de Muguruza, y llega hasta Kuala Lumpur pasando por Berlín, Nueva York, Tokio, Kingston, Dublín, Jerusalén, París, Madrid, Niamey, Quito, Barcelona, Moscú, Toulouse y Roma, en un recorrido sonoro por lugares, culturas, gentes, músicas y vivencias. “Ángel Katarain (ingeniero de sonido en directo desde la época de Kortatu) preparó en su portátil un estudio de grabación profesional, un ‘home studio’ móvil, y, de esta manera, cualquier habitación de hotel, camerino, casa e incluso calle se convertía en un lugar adecuado para registrar lo que en ese momento aconteciera. Han sido dos años de grabaciones en las cuales un pilar fundamental ha sido la gira que realicé el año pasado por medio mundo”, y que, en cierta manera, ya tuvo su arranque hace casi una década, con la publicación de “Brigadistak Sound System” (Esan Ozenki, 99). “Sí, hace ya diez años que edité ese disco buscando ese ritmo global en el remolino de idiomas y sus diferentes musicalidades. En este nuevo viaje otras ciudades, como elementos vivos que son, me han acogido y transformado y, al dejar libres partes en cada canción para que cada músico aporte su color, las diferentes metrópolis también han invadido el disco”.
Hablando de lugares, de sitios tan diversos (y dispersos), queda claro que Fermín Muguruza es un hombre de mundo. Cuesta entender que haya quien sigue empeñado en ver al guipuzcoano como una persona cerrada y encerrada en la idea de Euskal Herria. Y es que la música y las declaraciones del irundarra nunca han pasado desapercibidas, mirándose con lupa todo aquello que sale de boca o mente del artista. Él parece tener claros los motivos. “El hecho de que me exprese en una lengua que solo entienden quinientas mil personas y mi música tenga el grado de difusión que tiene es algo que despierta el interés y el reconocimiento de la mayor parte de la gente con la que me encuentro. Lamentablemente, en el Estado Español sigue habiendo gente que no puede admitir el que una persona cantando en euskera tenga la repercusión que yo tengo y entonces ponen en marcha esa vieja batería de descalificaciones cargadas de miedos y prejuicios arcaicos”. Por suerte, también existe esa gente que, más allá de la comunión ideológica o no con Muguruza, alaba la capacidad creativa del músico, su constante búsqueda, su mirada poliédrica de la música, su capacidad para comunicar, su habilidad para transmitir, e incluso su peculiar voz. Por suerte, también hay una serie de artistas de primer orden, de aquí y de allá, deseosos de poder colaborar con nuestro controvertido protagonista y hacer que sus ideas se materialicen de la mejor manera posible, cada uno a su manera. Así, “Al Rumjen me escribió desde Malasia para contarme que su primer concierto con Asian Dub Foundation sería en Singapur. Nos encontramos y, tras la colaboración, me dijo que era un placer participar con una leyenda como yo. Espero que no se refiriera solo a mi edad. El rapero Nesta de Níger, que suele cantar en francés, quiso utilizar para mi disco su idioma original, el hausa, una lengua franca en África occidental. Lo mismo ocurrió con Pedro Erazo, actualmente en Gogol Bordello, que, además del castellano, quiso introducir unas palabras en quechua. En Nueva York, Dave Hillyard, líder de mi banda actual favorita de ska, The Slackers, grabó un saxo con sabor a ‘Gran Manzana’ apocalíptica. Las humillaciones en el checkpoint entre Ramallah y Jerusalén imprimieron de rabia positiva la participación de los palestinos DAM, María de Medeiros inyecta ‘saudade’ con su recitado en portugués y Rossy De Palma pone patas arriba el escenario para denunciar al que dirige este espectáculo”.

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