Los listos de la clase
Entrevistas / Field Music

Los listos de la clase

Joan Cabot — 07-06-2012
Fotografía — Archivo

Los hermanos Peter y David Brewis retoman su proyecto principal con “Plumb” (Memphis Industries/Music As Usual), su trabajo más ambicioso hasta a la fecha, y eso es mucho decir en una banda que siempre ha explorado los límites del pop. Su cuarto álbum es un puzle sublime repleto de malabarismos musicales.

La carrera de Field Music ha sido un desafío constante a las convenciones. Aparecido en plena fiebre pro-Bloc Party y post-The Strokes, su álbum de debut podría incluso considerarse una afrenta a las vías que dominaban en aquellos momentos la escena británica. Mientras la mayor parte de sus coetáneos luchaban por ser los nuevos The Libertines o los siguientes Coldplay, que a su vez sólo soñaban con ser los nuevos Radiohead, los hermanos Brewis intentaban crear una música única cuyo único referente más o menos claro es XTC. Amigos de lo barroco, Field Music se han recreado habitualmente en sus propios excesos: en 2007 publicaron sendos álbumes por separado como The Week That Was (Peter) y School Of Language (David), para retomar el proyecto principal en 2010 con el doble “Field Music (Measure)”. En apenas siete años han publicado una cantidad increíble de música, y más si tenemos en cuenta la complejidad de cada una de sus creaciones. Lo suyo, al fin y al cabo, es el más todavía. Y “Plumb”, su nuevo trabajo, la culminación de esa forma de entender el pop que les lleva a plantearse cada nuevo disco como un reto, un rompecabezas que hay que resolver. De hecho, “Plumb” es literalmente un puzzle, un conjunto de fragmentos musicales que pueden perfectamente escucharse como una sola canción. “Siempre estamos experimentando con algo nuevo”, explica David, el más joven de los hermanos. “En esta ocasión ha sido una actitud nueva respecto a la estructura de las canciones. Teníamos una idea clara, aunque poco definida, del tipo de álbum que sería ‘Plumb’. Estando de gira en 2010 ya hablábamos de componer pequeñas piezas y ver de qué manera se podían relacionar unas con otras. Pero no fue hasta que empezamos a grabar, cuando ya llevábamos unas seis semanas en el estudio, cuando nos dimos cuenta de que estábamos creando esta especie de banda sonora de película y que ninguna de estas canciones encajaba del todo en los patrones convencionales de la música pop. El reto ha sido encontrar la forma de encajar todos estos fragmentos”.
El trabajo ha consistido sobre todo en encontrar formas de ensamblar las canciones que habían compuesto uno y otro con cierta fluidez. “Apenas habrá unos minutos de música que hayan sido expresamente creados en el estudio para mantener el flow. Las piezas ya encajaban por sí mismas. Es curioso porque Peter y yo componemos por separado y no solemos mostrarle nada al otro hasta que tenemos una idea bastante concreta de qué tipo de canción va a ser. Eso ha sido así siempre, en todos los discos. El estudio es un lugar para solucionar problemas, probar sonidos. Durante la grabación nos convertimos en oyentes: intentamos comprender qué sucede en las canciones”.
De hecho, David confiesa que sus propias canciones son en ocasiones auténticos acertijos para él. “A veces toco algo que me gusta pero que todavía no entiendo completamente. Luego empiezas a añadir más música, un arreglo de cuerda o un ritmo, y lo ves un poco más claro. Luego grabas la canción y la comprendes mejor; y luego tienes que tocarla en directo, y vuelves a sumergirte en ella. Eso me sucede continuamente”.
Es su capacidad para sorprender continuamente lo que convierte a “Plumb” en un disco sublime, que funciona tanto como trabajo conceptual como canción a canción, en parte porque cada una de ellas entraña su propia complejidad e incluso podría ser dividida en fragmentos más pequeños. “La mayor parte de la experimentación en la música pop hoy en día se focaliza en los sonidos y en el aspecto técnico. Para nosotros tiene que ver con la música. No queremos usar las mismas tonalidades que usa todo el mundo. Me aburriría recrearme en los convencionalismos de la música pop, aunque me gustan algunas cosas bastante convencionales. Pero para nosotros tiene más sentido crear música que no entendemos por completo. De hecho eso es lo que más me atrae de la música que me gusta: que suponga un reto, que me obligue a esforzarme para entenderla”.

Un comentario
  1. So much info in so few words. Tosloty could learn a lot.

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