“Yo quiero enviar compañía, luz y bienestar”
Entrevistas / Izaro

“Yo quiero enviar compañía, luz y bienestar”

Jaione Dagdrømmer — 29-04-2022

En un mundo donde pasan mil cosas en segundos, a veces nos cuesta encontrar claridad en nuestras vidas. Consciente de ello, Izaro (Mallabia, 1993), con el nuevo trabajo llamado “Limones de Oro”, ha querido recordar y agradecer esos momentos de paz y luz reinterpretando algunas de las canciones de su anterior trabajo (“Limones en Invierno”). Al fin y al cabo, como bien dice ella, el mundo necesita todo lo bueno que podamos darle.

En Limones de Oro has reunido voces y mentes que te inspiran con 15 colaboraciones de las 16 canciones. ¿Qué es lo que te inspiran esas voces?
Me inspiran muchas cosas distintas. Algunas son voces que me han acompañado toda la vida, y que han estado muy presentes en mi adolescencia. Me inspiran hogar, nostalgia y cariño. Para mí es increíble que las que han sido banda sonora desde mi temprana juventud canten canciones que he escrito yo, y que las canten conmigo. Por ejemplo, Amaral, Eñaut Elorrieta, Mikel Urdangarin y Xoel López, sus voces resuenan a muchas cosas buenas en mí, me he construido escuchando sus voces.
Otras voces las he descubierto más tarde, son más novedosas, y han venido en distintas fases de mi vida adulta aportándome cosas quizás más específicas. Recuerdo perfectamente el día en que una amiga mía me enseñó por primera vez una canción de Zahara. Era El Deshielo, justo lo que necesitaba en ese momento. Era escarcha, trasparencia, luz a través de vidrio, era movimiento, y resplandor, se me abrió un imaginario nuevo. Desde entonces se convirtió en un pilar sonoro/conceptual, y ahora es además, una amiga. Para mí su voz es fuerza, delicadeza, es coraje, inteligencia y libertad.
Por ejemplo Rozalén, es un caso curioso para mí, por la historia de su abuela, y cómo lo ha ido contando ella, por la presencia que ha tenido su familia en su arte, y es algo con lo que me siento identificada. Por eso es tan especial para mí cantar Mi canción para Elisa a nuestras abuelas, y a todo lo que hay de ellas en nosotras. Rozalén es paz y raíces.
Duda in the sky es una voz que descubrí por casualidad, escucuché su canción Girassol y me inundó la dulzura, que es para mí una cualidad o virtud que aprecio mucho. La elegí por eso, por reivindicar juntas la ternura, algo crucial para mí en la vida.
Está Silver Rose a la que conocí justo el 7 de marzo de 2020, al borde de caer en la pandemia, cantamos juntas en un festival en la Ciudad de México a favor de una vida feminista, que es una vida mejor, la única vida buena. Tengo mucho cariño a ese recuerdo, su voz es sororidad y conexión.
Está Alex Ferreira que me capturó con su canción Como viene se va, para mí un amable compañero con el que filosofar sobre la vida. Su voz es como el agua fluyendo en un riachuelo.
Está Bratty, que es fresca, dulce y un poco gamberra. Y Daymé Arocena, una tormenta eléctrica, pura energía, profesionalidad, ganas de ayudar, talento, vitalidad y una risa contagiosa.
Luego hay voces de amistades como la de Pedro Pastor, Cris Lizarraga, Eñaut Gaztañaga o Gartxot. Voces que conocía cantadas y habladas, para mí muy especiales, que me han acompañado en el mundo de la música, algunos desde mis inicios y otros ya desde la normalidad de mi vida actual, siendo antes amigas que voces musicales y me siento arropada, muy querida en ellas.
Y podría seguir hablando de ellas un montón pero te va a tocar recortar todo así que ya paro -risas-.

¿Cuál es la canción más especial de este disco?
¡Qué difícil! Es que están estas 16 canciones, porque para mí, en el momento que empecé a diseñar el disco, eran las que más especiales me latían, pero es una cosa que va cambiando, y depende del momento y el lugar brilla cada una por su lado. Quizás, a día de hoy, hoy mismito, y mañana si leo esto seguro que no me repito, diría Delirios a pleno grito.

¿Qué significa para ti volver a compartir estas canciones?
No te puedes imaginar el chute de adrenalina, la sobredosis de emociones que ha supuesto para mí volver a grabar estas canciones con toda esta gente. Ha sido muy fuerte, en realidad aún no me lo creo.

¿Qué novedad ofrece al oyente esta continuación del disco Limones en Invierno?
Es un puente. Para mí un puente muy necesario, porque no podía hacer otro disco como si nada hubiera pasado. Creo que es la manera más ergonómica de salir de Limones en Invierno, y poder llegar a otro puerto totalmente diferente. Porque al final siento que todos los discos están unidos, como ligados, que el camino artístico ni se crea ni se destruye, se transforma, como la energía y necesitaba algo que canalizara toda esta energía intensa que se ha ido formando estos últimos dos años. Limones de Oro ha sido la única manera que he encontrado, un tratado de paz con la realidad, con lo que perdimos, un proceso de perdonarme a mí misma por toda la presión y bueno, lo que ha cambiado mi vida y cómo me he ido tratando. Un agradecimiento al público por sostener mi proyecto, por estar ahí, a mi equipo, a mi familia, a mis amigas y a mí misma. No sé si es una novedad o un ungüento.

¿Qué criterio has utilizado para elegir las canciones que completarían el trabajo y para elegir colaborador/a para cada canción?
Fue curioso, empecé a hacer listas, y las iba transformando. Hice una lista de canciones potenciales y otra de artistas posibles y las iba uniendo con el lápiz como en el cole. Fui creando microclimas que para mí tenían todo el sentido, siguiendo por lo que me inspiraba cada voz y cada artista.
Tenía claro que quería delirar con Zahara, que la canción para mi abuela tenía que ser con Rozalén, que Aquí, una canción de agradecimiento a mi madre/padre/hermana por el núcleo familiar tan tierno que he tenido y tengo, quería cantarla con Duda in the Sky que sé que siente lo mismo. Argia, tenía que cantarla con Amaral, Oso Blanco (plata) ya era Izaro feat. Izaro y así quería que se quedara, con todas ha sido así, algo en las tripas me lo pedía.
He leído que con este trabajo quieres simbolizar la importancia de prestar atención a lo que a una le hace feliz. Si tuvieras que resumir en una frase, ¿qué es lo que hace feliz a Izaro?
Troncharme de risa con la tripa llena y una cama caliente, y buena salud para toda mi gente.

“Para mí es increíble que las que han sido banda sonora desde mi temprana juventud canten canciones que he escrito yo, y que las canten conmigo”

Un disco doble en una sociedad que va cada vez va más rápida y hasta los singles se olvidan fácilmente. ¿Sientes que vas a contracorriente?
No creo. Es verdad que todo es súper efímero y efervescente, pero aún así creo que los discos dobles nunca perdieron su sitio. Es verdad que no da tiempo a escuchar/ver/leer todo lo que nos interesa y nos gusta, pero a mí me gusta dedicar por lo menos una semana a un disco nuevo que sale que me gusta, al final es como crear un concepto de hogar al que poder volver siempre, algo que con un solo single no puedes lograr.

¿Como te gustaría que disfrutaran este nuevo trabajo?
Cada una que lo reciba un poco como lo necesite, yo quiero enviar compañía, luz y bienestar.

Sueles cantar en varios idiomas, en esta ocasión sobre todo en euskera y castellano. ¿Sigues todavía recibiendo criticas por ello o es un tema que ha quedado atrás?
Creo que las zarzas mayores ya me las he llevado por delante, y ya estoy atendiendo a todas las heridas, y creo que la mayoría ya han cicatrizado, pero alguna pequeña herida me queda por ahí, todavía, que ya iré llegando para curarlas todas.
Alguna zarcita sí que me encuentro todavía y de vez en cuando me llevo un rasponazo nuevo. Pero ya son bastante pequeñitos, duele más cuando alguien mete el dedo en las heridas que me hicieron las primeras zarzas, o cuando les hago las curas.

Sueles cuidar mucho lo gráfico, ropa, maquillaje, los recursos estéticos en tus videoclips, los universos visuales de tus obras. ¿Ves importante cuidar la imagen?

Sí que lo siento importante, sí. Al final es para mí mantener en el centro el cuidado y el mimo. Aparte, disfruto mucho diseñando conceptos holísticos y me gusta mucho elegir la compañía con la que construírlos. Y ver mi cuerpo como un lienzo también.

Hoy en día es casi una obligación prestar atención a las redes sociales. ¿Sientes la presión de tener que estar pendiente de ellas? ¿Cómo gestionas esa presión?
Voy por temporadas, a veces me resulta muy fácil, otras veces me pesa más. Tengo la suerte de que me gustan las redes sociales, a priori no me siento incómoda en ellas, y eso creo que facilita mi trabajo, pero es verdad que hay veces que la presión y la sombra del algoritmo son muy pesadas y quieres desaparecer, pero te da miedo desaparecer de verdad.

Actualmente eres una de las voces femeninas más relevantes de la escena. ¿Es para ti una responsabilidad?
Es raro, creo que no lo puedo entender del todo. Sí que creo que es una responsabilidad, también debo recordarme a menudo que tengo el derecho a equivocarme y a hacer las cosas mal. Qué puedo cagarla, incluso más de una vez. Creo que sobre todo a las mujeres se nos exige la perfección, especialmente al hacer cosas públicas, perfección estética, talento sobre-extraordinario, perfección discursiva, etc., y, mira, no se puede. Tenemos derecho a ser normales, mediocres, whatever, y habitar los espacios públicos también.

Fuiste la primera cantante femenina vasca en llenar varios días el Kursaal. Ahora serás la primera solista vasca en llenar el Velódromo de Anoeta (Donostia). Por ese recinto han pasado grandes de la musica como Bob Dylan, David Bowie o Pearl Jam. Estas rompiendo muchos techos de cristal y me atrevería a decir que muchas mujeres te consideran una referente. ¿Te sientes así?
Techos, paredes y suelos, creo que un poco todo aún es de cristal, así que realmente un movimiento pequeño también puede romper muchos cristales, o simplemente el peso de la presencia. Se me hace raro intentar entender que de alguna forma estoy haciendo algo histórico, es raro ser la primera, es agridulce, como que es algo bueno, pero en realidad, estamos en el 2022 y soy yo la primera.

¿Crees que el futuro será mas libre y feminista?
Mira pues ojalá, porque esto es agotador y a veces no sé muy bien qué pensar. La verdad, creo que la humanidad se extinguirá antes de que consiga ser una especie realmente decente. Pero bueno eso no quita que el mundo necesite todo lo bueno que podamos darle. Y cada una tiene que responsabilizarse de sus circunstancias. Una vida feminista interseccional es la única forma buena de vida, y a por ello vamos con todo.

En esta nueva gira algunos recintos serán más grandes. ¿Influirá esto en las actuaciones?
Sí, iremos adaptando la actuación a los recintos, es verdad que esta gira nos va a permitir hacer cosas que todavía no habíamos hecho. Estoy entre con mil millones de ganas y… ¡nerviosa!

¿Cómo percibes tu futuro? ¿Alguna otra novedad de camino?
De momento día a día, mes a mes, proyecto a proyecto, cuando lleguen más novedades os las cuento.

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