Para empezar me gustaría situar un poco lo que ha sido todo el proceso hasta llegar a “Yerel”, porque antes que él estuvo “Ryma” que en cierta medida representó una necesidad de volver a caminar, de ponerse en marcha y eso igual propició alguna decisión errónea. Sin embargo, lo que me interesa es saber ahora, con la sabiduría que da el paso del tiempo, cómo veis ese primer trabajo de la banda y si pensáis que se fue algo injusto con él dadas las circunstancias que rodearon a su edición.
(Ramón Giménez) Tenia claro que un primer disco está lleno de nuevas ideas, como cualquier trabajo de investigación, proyectas ideas, las vomitas y las depuras. Y eso es justamente Lenacay: Aprendizaje. Esto significa que en un primero disco pruebas cosas, investigas y aprendes.
Si tengo que hacer algo de autocrítica es cierto que igual no era un disco redondo, lo sabía y lo tenia claro, pero en un trabajo de investigación son riesgos que se corren. Visto con perspectiva, entiendo que ha sido necesario para poder hacer un segundo disco, mejorando lo anterior.
Se proyectan prototipos, por así decirlo, y vas mejorando en el lenguaje. Hay que probar y no desestimar nada, y poco a poco ir depurando.
Es cierto que tenia mucha necesidad de salir a la calle con nuevas ideas, quizás no tuvo el tiempo de producción que correspondía debido a las ganas y a la necesidad de salir a la calle para estar vivo (artísticamente hablando).
Se abrió demasiado el abanico de posibilidades dentro de un mismo álbum y eso hizo que pareciera que no era un disco redondo. Había necesidad de contar muchas cosas, y quizás perdí la perspectiva de trabajo como álbum. Aunque te digo que “Ryma” es muy rico a nivel de ideas, y con cada disco aprendes más y te das cuenta de los errores. Siempre me ha pasado lo mismo, una vez acabas un disco y preparas el siguiente intentas mejorar, pero en las condiciones anímicas en las que me encontraba, lo que mas deseaba era salir a la calle a contar cosas. Y como siempre, el tiempo que le dedicas es lo que separa una producción excelente a un producción buena.
No obstante, personalmente estoy muy satisfecho con “Ryma”. Pienso que abrió unos abanicos que me han permitido hacer este disco, comos siempre y ya me pasaba en Ojos de Brujo, como trabajo de investigación cada disco bebe del anterior y eso es necesario para evolucionar. En “Ryma” hay joyas entre el flamenco y la electrónica que me han permitido depurarlas en “Yerel”.
En “Yerel” vuelves a sacar su lado más salvaje, una cara que estaba en Ojos de Brujo y que muchos de sus fans echábamos en falta. Esas ganas de lanzarse a por ejemplo hacer un tema como “Need To Be Honest” son fruto de que has recuperado la confianza en tí mismo a la hora de experimentar?
No solo he vuelto a recuperar la confianza en mi mismo, sino que estoy como un niño con zapatos nuevos. Estoy investigando en géneros que antes en mi anterior banda, era imposible por los registros vocales que tenía. La verdad contar con sangre fresca me hace recuperar esa ilusión y esas ganas de experimentar.
Es mas, en el momento que combinas registros frescos y nuevos que no habías usado, la creatividad se dispara. En el caso de “Need To Be Honest”, poder jugar desde un compás por alegrías, irte a la electrónica con registros de R’n’B y volver al flamenco, hace que me suden las manos de nuevo...
Hay una segunda parte que es el directo. Ahí es donde los temas pillan otro valor. Es decir, con el disco apuntas a una dirección y en el directo te puedes permitir ciertos lujos que no son posibles en el disco, como combinar el toque para baile y alternar con diferentes dinámicas que en el disco no son posibles.
Otro de los grandes momentos del disco es sin duda “Big-dalita”. Un tema que en cierta medida demuestra que no todo está hecho con el flamenco y que siempre quedan caminos para explorar. ¿Qué nos puedes contar de este tema y por qué es tan especial para ti?
La verdad es que es un tema que para mi es un territorio nuevo, por eso es especial. Normalmente, siempre el primer paso que tengo en cuenta a la hora de investigar es el compás, y hay una abanico dentro del flamenco con palos que juegan al limitum. Te permite ir en otra dirección y poner la voz como protagonista, arroparla con los recursos que te ofrece la electrónica, para trasladar los cantes antiguos a una nueva atmósfera e intentar potenciar su mensaje de ese sentimiento que solo tiene el flamenco.
En el disco también hay espacio para cargar contra la gran estafa que estamos sufriendo y como amparados por la crisis financiera están desmontando un estado de bienestar que nos costó muchos esfuerzos alcanzar. En este sentido un tema como “Abuso de poder” deja las cosas muy claras. También se echaba a faltar en Lenacay ese lado de denuncia que había en Ojos de Brujo (a pesar de “Identidad" que perdía su fuerza por tener un envoltorio musical demasiado amable) y que en cierta medida los llevó a involucrarse con movimientos sociales. ¿Las ganas de experimentar, de sacar el lado más metalero, van de la mano de querer sacar también esta rabia que tenemos contenida?
Siempre como artistas tenemos esa responsabilidad. Hablar del amor es muy bonito, está muy bien, y yo estoy de acuerdo, pero siempre he pensado, y de hecho en ODB ya lo hacia así, que los artistas también cumplimos un papel. Lejos de ser panfletarios, creo que como artistas tenemos ese deber de denunciar.
Los artistas hacemos de termómetros y si las cosas no están bien, no hay que callarse. Nos están metiendo mucha caña, y nos siguen apretando las tuercas, que menos que gritar que no nos mola nada de lo que está pasando.
En mi caso mi padre era militante del partido comunista, y yo desde pequeño ya era simpatizante de la joven guarda roja. Me da mucha pena, que todos los esfuerzos que significaron para nuestra generación anterior para conseguir unos derechos dignos, se están destruyendo a pasos agigantados y lo mas grave, es que se utilice el tapón del miedo constante e increscendo… Es como el experimento de la rana que la ponen en agua, la van calentando poco a poco, hasta que se la cargan. No podemos estar callaos delante de estas injusticias.
Una vez tenia a la banda escogida según mis necesidades musicales, te pones a hablar de cosas y en el caso de "Identidad" es cierto que tiene envoltorio amable, pero la idea de hacerlo así, era premeditada. No queríamos dar un aire pesimista. Queríamos protestar pero en compás de rumba, porque no me van a recortar mi alegría, ni mi identidad.
También es cierto que en el momento anímico en el que estaba, no necesitaba mas pesimismo, sino todo lo contrario. En cambio ahora mismo que estoy fuerte es cuando saco mi lado mas feroz. Por eso reivindico, pero en lugar de usar una rumba, utilizo un tema como “Abuso de poder”, donde es más importante arropar el mensaje. Es un tema de mal rollo, de indignación, de rabia, por eso, es una amalgama de diferentes lenguajes todos con un mismo fin. Es una bulería a 150 bpm, rabiosa, con códigos de trash-metal, electrónica llevada al dubstep, y como vehiculo de expresión el hip hop y cante por soleá. Si te das cuenta, todos estos códigos, van en una misma dirección, para provocar una misma reflexión desde un estado de animo.
A otra cosa que no habéis renunciado, pero que sin duda habéis mejorado mucho, es le hecho de aprovechar los diferentes registros de vuestra vocalista Paula Dominguez para seguir fusionando el flamenco con palos tan diferentes como la música brasileña (“La rumba de Lenacay”); el soul (“La rumba en inglés); el funk (“Mundo particular”) o el r’n’b (“Consejos vendo”). En ese sentido ¿estarías de acuerdo con la afirmación de que la aventura de Lenacay asume riesgos y texturas que con Ojos de Brujo no hubieran sido posibles?
Indiscutiblemente! En función de los elementos que tienes, te permiten ir a una dirección u otra, ya que lo mas importante es una sinceridad artística. Y esa sinceridad, se basa principalmente en usar lo que tienes y lo que tengo ahora son lenguajes nuevos que antes no tenia.
Personalmente estoy muy contento de poder meterme en estos territorios nuevos ya que a medida que vas estirando el cuello, ves que hay un horizonte basto y extenso por investigar y eso es lo que mas me pone.
En esta nueva etapa de investigación es curioso que me estoy encontrando con cierta dificultad a la hora de trabajar con idiomas que no son el castellano. Lo mismo me pasaba con el hip hop y el flamenco. Todavía me acuerdo cuando la gente me decía si estaba loco a la hora de meter un rap por soleá, sin embargo, el tiempo me ha dado la razón. La gente tiene una inercia cultural y el hecho de romper moldes siempre cuesta, el hecho de acercarme al ingles abre muchas posibilidades.
Para trabajar con ciertos estilos hay que utilizar su lenguaje natal, para fusionar de verdad. Estoy seguro que esta dirección recogerá sus frutos, de hecho ya los está recogiendo. Hay una evolución natural desde temas de “Ryma” con “Yerel”.
El hecho de contar con Paula, he hecho sacar en mi registros que estaban dormidos… El poder tener una vocalista tan versátil y encima cantando de ley cuando tiene que cantar de ley, ha hecho sacar en mi, cosas que en ODB eran totalmente imposibles. Y eso, me emociona. El horizonte se abre, grande, grande….
En OJOS teníamos que estrujarnos mas musicalmente para llegar a determinados territorios, sin embargo ahora puedes estar más por la canción sin recurrir a recursos muy marcianos para tener que llegar a un estilo, ya que la voz te los da.
Porque al final, mas allá de la fusión, lo verdaderamente importante es acercar forma y fondo. Los códigos musicales que sean necesarios para que, se entienda la canción, lo que se quiere contar en una canción. La música, es comunicación.
Otra de las cosas que caracteriza a “Yerel” con respecto a “Ryma” es que curiosamente pese a ser un álbum que muestra las diferentes caras de Ramón a la hora de componer y su rotunda diversidad, resulta un disco más unitario donde el flamenco es el hilo conductor y no una excusa. Una esencia que en “Ryma” se perdía por combinar canciones que se escapaban de esa misma esencia como “7 Days” o “Walking On The Ramblas”. ¿Está de acuerdo?
Sí, estoy de acuerdo. De hecho son los riesgos que se asumen en la hora de investigar.
Aunque estoy de acuerdo en que “Ryma” pierde unidad como disco, me atrevería a decir que individualmente cada canción de “Ryma”, apuntan a una dirección de investigación diferente, y eso, también es bueno.
“Yerel” es un disco que bebe de “Ryma”, y eso se nota. Como “Techari”, bebía de “Bari”, y este de “Vengue”. Creo que hay una similitud importante a nivel de madurez entre “Vengue”. y “Ryma” , al menos yo lo siento así.
Yo empecé en la investigación a través de “Vengue” que era un prototipo de diferentes lenguajes, a partir de ahí, haces un “Bari”, donde tienes claro el adn de tus componentes, y le das una vuelta de tuerca, y evolucionas hasta edificar la catedral del “Techari”. Aquí pasa lo mismo..
Dicho de otra manera lo que era el DUENDE antes, ahora es la RYMA.. y luego ya vas a por el color, vas a por el YEREL, como en su momento iba a por la esencia de BARI.
De hecho ya estoy componiendo temas nuevos para completar este ciclo de mi nueva vida artística, mi nueva trilogía.
Por último me gustaría que dejarais constancia del momento en el que estáis ahora, cuales son vuestras intenciones de cara al futuro y también vuestras ambiciones. ¿Tenemos Lenacay para rato?
Como he dicho antes, estoy como un niño con zapatos nuevos, me sudan las manos en cada ensayo, tengo una ilusión desbordante, y veo la motivación a mi alrededor con los que estamos trabajando en esto. Todo esto apunta, a que van a pasar grandes cosas con LENACAY, y si, hay LENACAY para rato.
Estoy en un momento dulce, con ganas de contar cosas.. quiero seguir evolucionando para encontrar vocabularios nuevos. Mi cabeza no para de pensar, de crear, de investigar, y noto en mi piel que Lenacay, será un proyecto que me de tantas satisfacciones como me dio Ojos en su momento.
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