"Cada vez me interesa más el jazz espiritual"
Entrevistas / Dj Shadow

"Cada vez me interesa más el jazz espiritual"

Daniel Mesa — 06-09-2016
Fotografía — Archivo

Mucho ha llovido desde que Josh Davis, mejor conocido como Dj Shadow, pusiera patas arribas la escena hip hop con ‘Endtroducing…..’ (1996), un debut con el que el californiano sentó las nuevas reglas de la técnica del sampleo y consiguió llevar la electrónica undeground al público más variopinto.

Dos décadas más tarde, Davis aterriza con ‘The Mountain Will Fall’ (Mass Appeal Records, Everlasting), un ejercicio de estilo que atraviesa a modo de síntesis la historia de la electrónica de los últimos años y en el que el productor halla nuevos soportes sonoros sobre los que desarrollar su creatividad. Atrás quedaron los scratches y el sampleo frenético de sus primeros trabajos. En su quinto largo, Dj Shadow dirige la vista hacia lares menos evidentes, lejanos a su habitual modus operandi, para sumergirse en composiciones más experimentales y posadas en una visión vaticinadora sobre el futuro del género. Aprovechamos para que su creador nos hable sobre esto y más en primera persona.

‘The Mountail Will Fall’ es un disco en el que pasas de un género al otro (hip hop, experimental, tecno) consiguiendo que el resultado no suene discordante o inconexo. ¿Fue algo que buscaste desde la composición?
Todo lo que hago es deliberado. Oigo mucha música diferente, tanto antigua como actual, lo que seguro me ha influenciado. Para las demos he tratado de usar todo tipo de instrumentos y hacer canciones que caminasen hacia una dimensión distinta y una experiencia diferente. Siempre que me siento a grabar algo nuevo es porque tengo algo que decir.

"Cuando escucho a Grandmaster Flash me doy cuenta de que es la base de todo lo que hago: introducir algo conocido, algo desconocido, algún componente extraño y un poco de humor, y crear con ello algo completamente nuevo".

En los créditos del disco encontramos nombres poco conocidos para el gran público, como el dj y trompetista jazz Matthew Halsall y el productor de músico de avant-garde Nils Frahm. Cuéntanos qué te llevó a esta decisión.
Cuando empecé a producir este disco me puse a pensar en algunos nombres. No quería ser el típico productor que trabaja con voces o raperos demasiado famosos o con el cantante del momento, ya sabes. De repente se me ocurrió la idea de invitar a artistas que hicieran música instrumental; no necesariamente beat makers, sino productores que operasen en un vocabulario completamente diferente al mío. A Matthew y a Nils me los había cruzado en los últimos dos años. Al oír su música no pensé ‘tengo que trabajar con ellos’, pero me encantaba lo que hacían. Fue cuando empecé a trabajar que se me ocurrió contactarlos para que participaran.

Encontramos en algunos momentos del disco varios repuntes de jazz urbano, sobre todo en ‘Ashes to Oceans’, el tema que firmas junto a Halsall.
Nunca he estado muy metido en el género ni lo he explotado en mis producciones, aunque debo decir cada vez me interesa más el jazz espiritual (no ese que suena de fondo en los restaurantes). Pocos entienden el jazz de forma tan emocional, abstracta y profunda como Matthew. Sabía que el resultado de cualquier cosa que él sería único.

¿Cómo fue el proceso de creación con Nils?
En el tema de Nils no hay samples. Le pedí que grabase algunas partes y luego le pasé un par de demos. Pensé que elegiría una que tenía un rollo más romántico, pero finalmente se quedó con la otra, menos obvia.

"Esos géneros de masas se han estado cargando el espíritu clubbing, por eso creo que estamos en un momento en el que la gente busca nuevas alternativas y crear algo nuevo".

Llevas dándole al beat la friolera de veinte años. ¿Cómo dirías que ha evolucionado tu música en todo este tiempo?
Soy muy curioso y siempre me ha gustado explorar ideas nuevas. Presto mucha atención a los detalles. Me encanta trastear, jugar a juntar sonidos y probar otras formas de producir. A veces, ocurre que el resultado es un tema de hip hop, otra vez de electrónica o de rock. Es fundamental tener siempre la mente abierta, pero también pienso que toda mi música está guiada por las mismas dinámicas. Cuando escucho a Grandmaster Flash me doy cuenta de que es la base de todo lo que hago: introducir algo conocido, algo desconocido, algún componente extraño y un poco de humor, y crear con ello algo completamente nuevo, ya sea usando samples, drum machines, softwares, instrumentación en directo o sintes.

¿Cómo ha cambiado a tus ojos la escena electrónica en los últimos tiempos? Demasiado dj estrella y poca chica, ¿no crees?
Creo que esos djs tuvieron su momento hace cinco años. Si embargo, creo que en Estados Unidos la escena está volviendo un poco al underground. Esos géneros de masas se han estado cargando el espíritu clubbing, por eso creo que estamos en un momento en el que la gente busca nuevas alternativas y crear algo nuevo.
Personalmente, nunca me he sentido como una celebrity. No pincho los temas del momento ni toco en escenarios gigantes. Sigo pinchando en lugares en los que lo hacía en los noventa y me parece fantástico. Me siento bien en el lugar en el que estoy. Por lo menos, sigo siendo independiente, lo que me permite progresar comunicarme a través de la música a mi manera. Además, para ser cabeza de cartel y tocar en el escenario más grande necesitas en cierta manera rendirte al mainstream y, sinceramente, no tengo ni idea de si sería capaz de hacerlo (Risas).

¿Te consideras un purista?
He tenido mis épocas en las que he sido muy purista con respecto al hip hop. Supongo que por entonces me tocaba serlo. Ahora, diría que soy purista en lo que se refiere a la creación. Me gusta serlo cuando voy a producir un tema, preparar un dj set o un mix para la radio. Intento volcar toda mi energía y elegir muy bien lo que voy a compartir con la gente. Me parece importante saber siempre cuáles son las razones que me llevan a tomar una decisión u otra.

Más que purista, yo diría honesto.
Exacto.

¿Qué nuevos talentos han llamado tu atención últimamente?
Uno de mis artistas favoritos de este año es Noer the Boy, que edito en mi sello Liquid Amber. Es un tipo extremadamente creativo y con mucho sentido del humor. Su trabajo es de lo más singular y honesto.

¿Cómo tienes pensado llevar un disco tan ecléctico e instrumental al directo?
Intentar hacer un set que funcione en todas partes es siempre complicado. Por ejemplo, tengo por delante un show en un festival de rap tradicional donde tocan Cypress Hill y otro en el festival de jazz de Montreux. En todo caso, intentaré hacer algo que represente mi música lo mejor posible.

La portada es una ilustración de Paul Insect. ¿De dónde viene la idea?
Me gustaba la imagen y decidí usarla. No te podría decir con exactitud de dónde vino la idea. Me gusta como casa con el título del disco. Es lo suficientemente simple y subjetivo.

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