De ratones y hombres

Robert Fisher y sus acompañantes siguen batallando por obtener una repercusión que merecen y que se les escapa entre los dedos. Tras el excepcional “Regard The End”, recuperan su fórmula habitual para dar forma al no menos atractivo “Let It Roll” (Glitterhouse/Dock).

Willard Grant Conspiracy pisan con paso firme. Como decíamos, tras el intimista y elegante “Regard The End” mantienen la inspiración en “Let It Roll”. Folk añejo, arreglos orquestales, oscuridad rural, canciones que suenan a invierno pese a los coros de voces femeninas, la rudeza de Robert Fisher al frente... “Necesitamos seis meses para completar el álbum, desde las primeras grabaciones en el estudio de Ljubljana hasta las mezclas que se hicieron en Nueva York. En todas las fases de la grabación, intentamos mantener un sentimiento muy orgánico de la música, estando seguros de que el resultado final fuese mezclado, con atención por el dinamismo y el sentido atmosférico del lugar donde grabamos”. ”Mojave” o “Everything´s Fine As Well” eran discos sin normas, sin un concepto claro y al mismo tiempo con unas señas de identidad a prueba de bombas. Lo que ocurre es que su universo creativo también acepta cambios sin abandonarlas.

“Ocurre que ´Regard The End´ era un disco conceptual con temas cortos y que no tenía apenas baterías tradicionales. ´Let It Roll´ en cambio es una colección de canciones más tradicionales, aunque no haya un concepto claro que las conecte. Es el documento sonoro de la última gira que vivimos, aunque no tenga por qué ser un simple disco en directo”. En esta nueva grabación, Willard Grant Conspiracy han vuelto a colaborar con muchos músicos amigos, desde Chris Eckman a Linda Pitmon, pasando por Mary Lorson o Steve Wynn, quien incluso ha echado una mano componiendo. “En nuestro anterior disco, escribí una canción, ´Rosalee´, con Paige La Grone. La hicimos a través de Internet durante una noche entera. Fue divertido hacerla así y pensé que estaría bien volver a intentarlo de esta forma. Se lo propuse a Steve. Le apeteció jugar y así fue como salió ´Flying Low´. Trazábamos las líneas a seguir hasta que creíamos que ya era suficiente, entonces escribíamos la música y le metíamos los acordes. Las colaboraciones me parecen uno de los grandes secretos para divertirse haciendo música. Me sorprendo constantemente del talento que tiene mucha de la gente que se brinda a trabajar conmigo, lo cual es un honor”. Y es que Willard Grant Conspiracy tampoco es una banda al uso. Se trata más bien del proyecto de Robert Fisher con una larga lista de músicos que entran y salen, desde instrumentistas japoneses hasta holandeses. La libertad es total y esas colaboraciones siempre serán positivas de cara de dotar de nuevos detalles al sonido del grupo. “Hacer música y girar requiere un serio sacrificio que no todo el mundo puede aceptar. El formato abierto de esta banda permite participar a la gente, si realmente puede, con lo que todo depende de la voluntad y las habilidades de todos los que se implican en cada disco”.Curioso resulta que Willard Grant Conspiracy no hayan podido escapar de la etiqueta “americana”, aunque en su caso (como en el de otros como Sixteen Horsepower) no tenga realmente mucha razón de ser. “Americana es un termino aplicado para describir una amplia variedad de música. Nosotros jamás nos hemos sentado y dicho ´chicos, el fenómeno americana está al día, así que deberíamos formar parte de este movimiento´. Nosotros creamos música sincera que sale de nuestros corazones y de nuestras cabezas, así que esperamos que los críticos y la gente de las discográficas sepa apreciarlo”. Como tantos otros músicos, ellos también han encontrado cobijo en Glitterhouse y en la ciudad de Ljubljana, en Eslovenia, en un emplazamiento en el que se sienten cómodos y protegidos. “El estudio es grande y el país excepcional; la gente es adorable y su hospitalidad es increíble. Está cerca de Italia y Alemania, con lo que podemos ir de un sitio a otro con facilidad para hacer una gira. Paramos cinco días para poder grabar, ya que teníamos muchas ideas y Ljubljana era el lugar idóneo para hacerlo. Antes habíamos grabado allí parte de ´Regard The End´, así que ya conocíamos el estudio y teníamos claro que nos gustaría volver a trabajar allí”.