Hitoshi Matsumoto: Trilogía esencial
DVD / Hitoshi Matsumoto

Hitoshi Matsumoto: Trilogía esencial

Joan S. Luna — 07-01-2015
Empresa — Mediatrés

Hitoshi Matsumoto es un auténtico perro verde. Artista multidisciplinar y pieza indispensable del “novísimo cine japonés”, Matsumoto es uno de esos creadores que siempre tiene algo que decir desde una perspectiva personal sucesora del mismísimo Takeshi Kitano, a quien siempre ha idolatrado (de hecho, en Japón esa fijación por el humorista, actor y director de cine le ha jugado tan a favor como en contra).

Matsumoto ha ejercido de humorista con Downtown, su tándem humorístico manzai junto a Masatoshi Hamada, de guionista, de autor de instalaciones y sobre todo firmando diversos programas televisivos y radiofónicos. De todos modos, si hoy hablamos de él es gracias a su filmografía, una de las más particulares y psicotrónicas del cine japonés reciente (no en vano es compañero de generación de creadores como Takeshi Miike o Shinya Tsukamoto) y que, a día de hoy cuenta con cuatro largometrajes.

El motivo es la publicación de “Hitoshi Matsumoto: Trilogía esencial”, pack de tres DVD’s y libreto de Àngel Sala (director del Festival de Sitges) que edita Mediatres Estudio. El lanzamiento incluye sus tres primeras películas: “Big Man Japan” (2007), “Symbol” (2009) y “Scabbard Samurai” (2011), tres obras muy distintas entre sí y que al mismo tiempo nos descubren el humorístico, extraño y surrealista mundo de Matsumoto.

“Big Man Japan”, protagonizada por el propio director, es un mockumentary que sigue de cerca a una suerte de superhéroe japonés en horas bajas. Matsumoto filma la anodida vida de un hombre que se convierte, cuando la ocasión lo requiere, en un monstruo gigante que lucha contra los alienígenas diversos que atacan Japón. Con esta cinta, Matsumoto rinde tributo por igual a los kaiju eiga (películas de monstruos niponas protagonizadas por Godzilla, Gamera, etcétera) y a las series de tokusatsu como “Ultraman”. No es su mejor trabajo, pero funciona a la perfección para que entremos en su universo. Algunos monstruos y el psicotrónico final de la película forman ya parte indisoluble del imaginario japonés de los últimos años. Ahora bien, si una cinta merece ser destacaba como valor imprescindible de la obra de Matsumoto es “Symbol”, su segundo largometraje y una de las películas más surrealistas que servidor haya visto en muchos, muchísimos años. Protagonizada también por él mismo (que, dicho sea de paso, borda su papel), “Symbol” es la sublimación de la cultura pop convertida en obra cinematográfica. Con decirles que desde el principio Matsumoto combina la ciencia ficción con un relato de luchadores mexicanos que discurre en paralelo a la acción principal, se lo digo todo. Absurda al principio, filosófica y enigmática por momentos, “Symbol” es una cinta que se plantea muchas cuestiones para dar una respuesta a la altura de su humor y su desarrollo. La amarán o la odiarán, pero no habrán visto otra película igual.

Y completando el pack, “Scabbard Samurai”, posiblemente la obra más cercana y más corriente narrativamente hablando que Matsumoto pueda rodar. Protagonizada por un ronin (que debe salvar su vida haciendo reír al hijo de un señor feudal) y su hija, combina el humor absurdo, el cine jidai-geki, el clasicismo y la cercanía de las películas con niño, redondeando una película que navega desde el slapstick más alocado (algunas de las tretas que el protagonista se saca de la manga para intentar cumplir su objetivo son dignas de los dibujos animados más salvajes o de “Humor amarillo”) al drama final más emotivo.

Una oportunidad ideal para descubrir a uno de los cineastas más surrealistas de los últimos años y uno de los nombres fundamentales para sumergirse en el nuevo cine japonés.

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