Se acabaron (por el momento) los largos desarrollos, las comparaciones con Stereolab y el kraut, y los arranques post. Electrelane han elegido para “The Power Out” el camino de la espontaneidad, el de los espacios abiertos, el de la experimentación con gancho melódico.
Casar texturas y canciones es mucho más difícil que alargar hasta el infinito colchones instrumentales, y ellas han conseguido hacerlo con éxito, como las Raincoats o las Slits en su momento, pero sonando a un híbrido deformado de la Velvet Underground, Moe Tucker en solitario y unos Viv Akauldren más asequibles, pero no menos insólitos. La producción de Steve Albini refuerza el carácter instintivo del disco, eliminando excesos y dejando que las canciones respiren. Pero el principal mérito de este álbum recae sobre las cuatro componentes de Electrelane, culpables de una selección extraña, penetrante y variada, capaz de tocar pelo no sólo en los momentos más directos (“Birds”, “Take The Bit Between Your Teeth”, “On Parade”, “This Deed”) sino también cuando aparecen los coros eclesiásticos (“The Valleys”), los sonetos en castellano antiguo (“Oh Sombra!”), los ritmos mecánicos (“Only One Thing Is Needed”) o los pianos absurdos (“You Make Me Weak At The Knees”). Mágico y apasionante.
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