The Flesh Eaters es una de esas bandas que, por muy azarosas que sean las circunstancias, consigue levantarse como un ave fénix para ofrecernos nuevos discos tan enérgicos y salvajes como los que inauguraron su carrera, y desde entonces ya han pasado ya treinta y nueve años y alguna que otra desconexión con el mundo real.
Los californianos han vuelto a la carga con un disco realmente incendiario bajo el brazo: “I Used To Be Pretty”. Doce cortes de sabor post-punk en los que se cultiva locura envenenada al más puro estilo de Inca Babies o Birthday Party, el proyecto que encumbró a la fama a ese crooner conocido como Nick Cave.
La alternancia de temas candentes de ascendencia netamente punk con otros más comedidos y calmados en los que predomina el sonido del saxo apoyado sobre ritmos de guitarras raspantes hace de este doble vinilo un trabajo muy apetecible. Sus temas saben equilibrar la rabia con melodía. Textos rebosantes de decadencia y sentimientos fracturados que saben guiñar el ojo de forma ocasional a los primeros Bad Seeds.
Dentro del repertorio ofrecido, la banda no pierde la oportunidad de rendir culto a lo que puede ser considerado uno de los mayores representantes del punk norteamericano, The Gun Club, versionando el siempre genial “She’s Like Heroin To Me”, el típico corte que cuando escuchas en la adolescencia se te queda tatuado en el apartado de “mejores recuerdos” de tu cerebro. “I Used To Be Pretty” se encarga de certificar que el paso de los años no es un factor erosivo para las bandas que tienen sus ideas bien claras. Y es que The Flesh Eaters es un ejemplo perfecto de integridad musical.
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