Suelta Ø Muerde

Aunque en realidad sea su segundo disco tras aquel ‘Catedral’ (Ernie, 18) de hace cuatro temporadas, lo cierto es que la nueva entrega de Santi Araújo tiene cierta aura de estreno a lo grande, en base un disco tan ambicioso como resulta ser el presente ‘Suelta Ø Muerde’ (Ernie, 22). El pontevedrés se vacía a lo largo y ancho de once temas en los que expone, sin tapujos y con una precisión casi desconcertante, esas consecuencias –tan agradables cuando se trata del recuerdo como dolorosas cuando surge la añoranza– dejadas por aquella relación otrora maravillosa que pertenece definitivamente al pasado. Lo hace con canciones bonitas y muy bien construidas, cargadas de una dualidad lírica que conforma el hilo argumental de la obra y compromete hasta los propios títulos de las canciones. Partiendo de un trazo mayoritariamente pop que completa con ramalazos de folk e incluso un vals, el autor plantea su universo sin prisas, mientras airea un tipo de sensibilidad con la que es fácil empatizar.

Los diferentes registros de voz se unen a esa elegantísima instrumentación que apunta muy alto con la intención, nada disimulada, de engalanar las propias composiciones. Canciones con dos caras que juegan al despiste con las velocidades y los mensajes, entre las que destacan “Esqueleto / Óyeme”, la irresistible “Ser mi amigo / Estar conmigo”, “Una vez más / Aislado” influenciada en su primera parte por Paul McCartney, su paso al gallego en “Miña Rula / Non Teñas Medo” (con Leonor Watling), o la reveladora “Qué mal me sienta / Quedar contigo” (con Anni B Sweet). ‘Suelta Ø Muerde’ apuesta por el romanticismo y sale vencedor. Para bien o para mal, Santi Araújo tira de sinceridad para perfilar el talante definitivo de la que es su nueva y flamante obra, en una decisión determinante en el devenir de la misma. Lo consigue apostando por preferencias clásicas, con un disco bien trabajado (impecable la producción de Ralph Killhertz) y alejado de esas moderneces que suelen ocultar una fragante falta de talento.