Peacemaker
Discos / Vera Sola

Peacemaker

7 / 10
Don Disturbios — 14-02-2024
Empresa — City Slang
Género — Alt-Country / Americana

Son tantos los lanzamientos que se producen a escala mundial que es difícil filtrar qué merece la pena ser reseñado. En este caso, el segundo álbum de Vera Sola, me llamó la atención el hecho de que su protagonista se llame en realidad Danielle Aykroyd y sea la hija del actor Dan Aykroyd y la actriz Donna Dixon. Y, claro, que la artífice del disco fuera el retoño del protagonista de películas que forman parte de mi bagaje sentimental como “Granujas a Todo Ritmo” o “Los Cazafantasmas”, ya generaba suficiente morbo por escuchar lo que era capaz de hacer Danielle, teniendo en cuenta que la melomanía de su padre es de sobras conocida.

“Peacemaker” es el segundo disco de Vera Sola. Un álbum de once sedosas canciones que, para situar a cualquiera, suenan a lo que resultaría de fusionar la sensualidad más oscura de Lana del Rey con la sabiduría tras lo controles de T-Bone Burnett. Sin embargo, no ha sido el viejo mago del Americana Music el que ha manejado la consola, sino un aventajado alumno llamado Kenneth Pattengale, que algunos conocerán por ser miembro de los más que interesantes The Milk Carton Kids. Juntos, Vera y Kenneth, han logrado  que el disco suene francamente delicioso en la recreación de las atmósferas de sabor añejo y decadente. Tanto, que incluso algunos críticos las han comparado con las logradas por Tom Waits. Palabras mayores.

“Peacemaker” es un álbum que, en definitiva, sorprende más por todo lo escrito con anterioridad que por la capacidad de enganche melódico de sus canciones. Y es que, si bien cabe reconocer que la ambientación y la calidad instrumental del disco es níquel puro, no es menos cierto que faltan temas como “The Line” o “Blood Bond” que te sacudan en más ocasiones a lo largo del minutaje. Canciones que se queden grabadas a fuego y dejen la huella indeleble de las grandes obras con las que este disco ha sido comparado. Así que no cabe exagerar por el momento. “Peacemaker” es un disco que se deja escuchar y que, además, logra su objetivo de envolverte y arroparte, pero no te deja noqueado. Eso está al alcance de pocos como Ethel Cain y su monumental “Preacher’s Daughter”. Álbum -este sí- del que todavía no me he recuperado. Pese a todo, permaneceremos atentos a ver qué nos depara Vera Sola en el futuro porque madera parece que tiene.

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