Preacher’s Daughter
Discos / Ethel Cain

Preacher’s Daughter

9 / 10
Eva Sebastian — 02-06-2022
Empresa — Autoeditado
Género — Indie folk

Tiktok es la nueva biblia de la creación audiovisual. ¿Eres joven? Canciones de no más de 2 minutos. ¿Quieres ser viral? Mandatory coreografía. Pero a Hayden Silas Anhedönia, conocida como Ethel Cain, le da absolutamente igual. Ella va a lo suyo. Con sus tiempos, sus ritmos y su disco debut de 13 canciones, dos actos, y hora y quince de duración.

Preacher’s Daughter es un álbum que rescata lo mejor de la generación tumblr de en la habitación escuchando Florence and The Machine, Lana del Rey, y tonteando con EL álbum de Sky Ferreira. Luego lo mezcla todo en un ambiente gotico, de sexo y religión, y de ese pequeño pueblo de Estados Unidos en el que no hemos estado, pero todos conocemos. Chicas raras formación. Incluso parece recordar la sonoridad de Taylor Swift en "Love Story", cuando habla de la frustración adolescente en American Teenager.

Un disco cocinado a fuego lento. Por ejemplo, su tercer track, A House In Nebraska, es precisamente la canción que en 2018 la puso en el mapa. Cada uno de sus temas conforma la apertura sincera a un mundo propio. Con su voz reconforta de una forma parecida a las imágenes de cozy-folk de internet, pero que al mismo tiempo, a finales del primer acto, con "Hard Times", es capaz de retratar el abuso que sufrió de pequeña.

El segundo acto abre con un largo viaje, un punto de fuga en "Thoroughfare" y su solo de guitarra in crescendo. Esta mitad del disco se torna más oscura, y se entrega por completo a experimentar con la visceralidad, con sus propias entrañas. Cuenta con dos instrumentales contrapuestas. Distorsiones desgarradas vs. la sencillez de un piano, la dualidad de "August Underground" y "Televangelism". Este camino acaba en un reconfortante cielo, donde acepta su dolor, y la muerte de lo que debía ser, en "Sun Bleached Flies".

Ethel Cain ha sacado un trabajo donde cabe toda la grandeza del pop y la crudeza que se halla en la oscuridad de descubrirse a una misma. Triste en parte, y luminoso al encontrar el perdón. Y cuando cierra con una de las canciones más duras, "Strangers", el solo de alt-rock, lo enmarca el disco en una épica única.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.