Hace ya tres años de “(next:materia)” y sube exponencialmente el tiempo que nos dista a (casi) todos con (casi) todos nuestros referentes en (casi) todo.
Sin embargo, poco o nada de eso parece tener importancia en el circunflejo mundo de (lo:muêso), que siguen a la suya preparando citas maestras entre el post-rock y el hijo que tuvieron el noise y el hardcore, que ya ha pasado los veinte. A veces siguen esta cita de cerca, con la avidez del fotógrafo del pánico (“Disporic Catastrophêê”), y otras se descuelgan con monográficos que ilustran por dónde han venido ambos a la velada (“Rhapsodian Broken Meniscos” es, además de un gran título, un sentido homenaje a las energías que habitaban nuestros cuerpos en los noventa; “Tetracuixer” es la alambrada post-electrificada de donde pocos salen con vida). Hay algo de verdad en que nada es puro y (lo:muêso) lo saben, de hecho lo aprovechan de tal manera que ese segundo resultado que consiguen a partir de esa primaria materia tiene un poso mucho más real que muchos de los caminos iniciados desde el mismo origen y que continuamente miran hacia atrás para asegurar lo que creen que es una trayectoria en línea recta. Para (lo:muêso) vale más el circunflejo, dos líneas, una cita: ironía y valentía.
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