Ezra Furman, paso teatral

Había curiosidad por comprobar qué tipo de concierto ofrecería el norteamericano Ezra Furman sin el acompañamiento de su habitual banda The Harpoons. El artista, que defendía en solitario las espléndidas canciones de su tercer disco “Mysterious Power” (Red Parlor Records, 11) en la primera de dos únicas fechas españolas, sorprendió al salir al escenario sangrando abundantemente por la nariz, en un efecto impactante y persistente hasta que el público interpretó que la hemorragia era falsa. Declaración de intenciones acerca de una interpretación que a la postre resultó ciertamente controvertida e incluso polémica. Furman es un artista intenso y radicalmente visceral, en evidente contraste con su aspecto frágil y menudo. Una especie de punky atrapado entre posturas clásicas de rockabilly que de inmediato despachó cualquier posibilidad acerca de que lo suyo fuese a ser una tradicional actuación acústica. Acompañado únicamente de guitarra (y armónica), el artista desprecia la parte más melódica de sus grabaciones así como la pertenencia a un género estilístico concreto, haciendo de la anarquía una filosofía que transforma las composiciones en ásperas, sentidas y vociferadas entregas. Tal fue el caso de la bella “Wild Feeling”, “Too Strung Out”, la propia “Mysterious Power”, “Bloodsucking Whore”, una revisión acongojante del “Heroin” de The Velvet Underground, “Wild Rosemarie”, o el hit “Take Off Your Sunglasses” algo deslucido respecto al original. Pose impostada, premeditada y poco creíble para algunos, concierto sincero y sentido de un tipo algo perturbado y enormemente talentoso para otros. Personalmente adoro a los artistas diferentes, multifacéticos, inquietos e irónicos, ésos que creen en su creación hasta la locura y tiran de bilis a la hora de compartirla con su público. Y estoy seguro de que tardaremos en olvidar el teatral paso de nuestro protagonista por el escenario, así que apúntenme sin duda al segundo grupo.