El Hombre Burbuja
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El Hombre Burbuja

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Redacción — 30-12-2006
Empresa — Greenset
Fotografía — Archivo

No vean a la novia antes de la boda, háganme caso. Yo lo hice, me acerqué a la prueba de sonido y casi salgo corriendo. La cosa tiene su explicación, ya que puedo presumir de haber visto a El Hombre Burbuja sobre el escenario una treintena de veces, enormes casi siempre, y lo que me encontré horas antes del concierto era de una fragilidad que asustaba. Abrieron Mi Eje Central, los jerezanos promotores de la reunión de EHB, joven formación que si siguen por el camino de temas como “Rende bu” tienen cuerda para rato. Llegaba el momento de comprobar si los mil kilómetros que me había metido en el cuerpo tendrían su recompensa. Y vaya si la tuve. Allí aparecieron EHB: Sergio, Antonio, Mariano y Julio de la Rosa se apostaron tras teclado, batería, bajo y guitarra y dejaron caer las primeras notas de “T.O.C.” provocando las primeras muecas nerviosas entre un público que pensaba que nunca volvería a escuchar a los jerezanos en directo. Mis miedos desaparecieron de golpe. El modo con el que la banda afrontaba tantos años de separación ya lo querrían muchos grupos que, sin haberse separado nunca, no les llegan, sobre las tablas, ni a la suela de los zapatos. “Polen”, “Baby Sol”, “El té de los locos”..., todas aguantaban el paso del tiempo con la calidad del mejor crianza. “Sobras” arrancó lágrimas, “Kill the mosquito” provocó inmensas sonrisas, “Trampas” desató la locura, y “Pingüinos y Koalas” aparcaba en las mentes del respetable un recuerdo que tardará en borrarse (si lo hace). Ver a los cinco burbujas (Purple ya había subido al escenario a hacer coros y acariciar el metalófono) encarar la veintena de temas que regalaron ha sido, sin duda para quien firma, tanto un espejismo como el mejor regalo de Reyes posible. Y yo que pensaba que me había portado fatal...

Un comentario
  1. Sed, la sociedad sripmee tendre1 algo que no va en lo me1s profundo. Ahora no entraremos en un debate sobre los malestares ontolf3gicos de la sociedad.Deja que reescriba mi comentario:La bfasqueda desesperada por la “next big thing” muestra que una parte importanet de los ciudadanos este1n muy angustiados y se aferran a cualquier cosa que parezca novedosa. Algo parecido pasa con la auto-ayuda. A lo mejor, esto es debido al hecho de haber perdido el misterio y la sensacif3n de proteccif3n que proporcionaba la religif3n. Parece que muchos ciudadanos buscan ahora en otros lugares, generando sucesivas burbujas, ya que ninguna de e9stas puede realmente resolver las angustias iniciales.

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