Los mejores discos internacionales de 2023
Especiales / Boygenius ...

Los mejores discos internacionales de 2023

Redacción — 12-12-2023
Empresa — Mondo Sonoro
Fotografía — Ilustración Marc Bello (Levita Studio)

El disco, los discos

Sencillo y directo. Titular tu primer álbum como The Record. El disco. Y eso que podría haber sido realmente complicado atendiendo a que Boygenius no son un grupo corriente, sino la suma de tres artistas con la suficiente personalidad y fuerza por separado como para que los egos afectasen al conjunto. Pero para nada ha sido así. Phoebe Bridgers, Lucy Dacus y Julien Baker han conseguido que lo suyo no haya sido una simple suma, sino una potente multiplicación. Pero, obviamente, el año no ha sido solamente suyo. Han sido muchas otras y otros los protagonistas de estos últimos meses. Algunos lo han pasado mal, jodidamente mal, en lo personal como Sufjan Stevens, lo que se ha acabado reflejando en su nuevo cancionero. Otros, han sabido disfrutar de sus momentos de calma para grabar discos fantásticos. Ese es el caso de Grian Chatten, quien no con- tento con colocar Skinty Fla de sus Fontaines D.C. en el primer puesto de nuestra lista el año pasado, ahora consigue que su primer trabajo en solitario ocupe nada menos que la tercera posición de este.

Al margen de estos tres primeros puestos, nuestra lista vuelve a ser realmente variada, tanto que podría marear a algunos, aunque somos conscientes de que cada vez somos más los que combinamos géneros y estilos musicales sin ningún tipo de remordimientos. Tanto quienes nos leen desde siempre como quienes lo hacen desde hace poco, sabrán ya que en nuestras listas tan pronto podremos encontrar álbumes de electrónica de lo más variopinto como muros de guitarras cortantes; voces de una extrema sutileza como gargantas quebradas a punto de sangrar; clásicos de extensa discografía como debutantes con mucho por decir y así podríamos seguir y seguir. Esta es nuestra lista general, y tenemos otras por géneros que pueden encontrarse en los links que hay bajo este texto. No se enfrenten a ellas interpretando que se trata de una suerte de canon de la temporada, porque para nada es esa nuestra intención. A nosotros lo que nos gusta es compartir gustos y aquí hay cincuenta discos para escuchar.

Mucho más complicado resulta defender las posiciones con rotundidad. No porque no nos hayamos puesto de acuerdo democráticamente entre nosotros, ni siquiera porque pensemos que algunas deberían cambiarse sea por el motivo que sea. Lo es porque disfrutar de la música guarda muchísima relación con nuestros estados de ánimo. Javelín puede ser hoy mi disco de la vida, y mañana podrían serlo “Mid Air, Volcano, Scaring the Hoes o “The Silver Cord”, por poner unos pocos ejemplos. Así que préstenle a los puestos una importancia relativa y piensen solamente en la cantidad de ho- ras de buena música que se reúnen en una única lista. —JOAN S. LUNA

LINKS CON LAS LISTAS POR ESTILOS (LO MEJOR DE 2023 INTERNACIONAL):

Los mejores discos de FOLK-AMERICANA
Los mejores discos de ELECTRÓNICA
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Los mejores discos de HARDCORE PUNK
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1.- Boygenius

The Record

Interscope

INDIE/ Da la sensación de que Phoebe Bridgers, Lucy Dacus y Julien Baker se han tomado su colaboración muy en serio. Quizás se hayan dado cuenta de que juntas tienen más fuerza e incluso posibilidades de alcanzar cimas más altas que en solitario. Su aventura no parte de una estrategia falsa o creada en un despacho de discográfica, sino que surgió como fruto de la química que consiguen trabajando juntas. Unidas pueden exprimir su inconformismo y que cada acción suya sea una reivindicación de su independencia y libertad como artistas. Tres personalidades distintas, pero comple- mentarias. Entre ellas no hay competitividad alguna, sino sororidad y, sobre todo, ganas más profunda y sensible, Lucy Dacus escribe historias cotidianas con el cuchillo entre los dientes y Julien Baker es la más punk y gue- rrillera. Con estas cartas sobre la mesa, han grabado un disco que había generado gran- des expectativas y, por qué no decirlo, cierta incertidumbre. Lo bueno de The Record” es que nos ofrece justo lo que esperábamos. Y es que las sorpresas no son necesarias cuando tienes un puñado de canciones estimulantes que ofrecer. Con aplomo y seguridad, comien- zan a modo de introducción y a tres voces con “Without You Without Them”. A continuación, se dejan llevar por el ramalazo alternativo y noventero de “$20” y, con “True Blue”, nos ofre- cen cinco minutos deliciosos en que alternan funciones. En “Cool About It” suenan como lo harían Simon & Garfunkel en el siglo XXI y en “Not Strong Enough” nos ofrecen un estribillo pegadizo como pocos. Desconozco si “Leonard Cohen” es un homenaje, pero “Satanist” sí lo es a ese sonido que, hace treinta años, pusieron en danza nombres como Veruca Salt, Belly o Bettie Serveert. Y cerrando, una “Letter To An Old Poet” que nos deja muy claro que Boyge- nius no es para ninguna de ellas un simple pasatiempo. —Toni Castarnado

2.- Sufjan Stevens

sufjan-stevens-javelin

Javelin

Asthmatic Kitty/Popstock!

FOLK POP / Este disco va más allá del regreso de Sufjan Stevens al modo cantautor folk pop, eso es cierto en el esqueleto de las canciones, pero su sonido se expande, incluyendo pequeñas pinceladas de su amor por la electrónica y su gusto por el pop barroco y colorido. Es una especie de perfecta síntesis de sus distintas etapas, con varios cortes que le confirman como uno de los mejores compositores del siglo XXI. Las canciones comienzan con unos ligeros arpegios de guitarra o una breve línea de piano antes de convertirse en sinfonías con toques electrónicos, cres- cendos orquestales y maravillosos coros femeninos. Si bien es cierto que vuelve a colocarse como el heredero de Nick Drake y Elliott Smith, en cuanto a la tristeza y la melancolía, logra con esos crescendos musicales contrarrestar esos sentimien- tos, como si compartiera contigo una tragedia y luego decidiera animarte. Una obra maestra. —Sergio Ariza

3.- Grian Chatten

 Grian Chatten Chaos For The Fly

Chaos For The Fly

Partisan/[PIAS]

FOLK POP / ¿Capricho paralelo? ¿Brindis al sol? ¿Fruto del horror vacui? Absoluta- mente nada de eso. Este primer disco a su nombre confirma lo que cualquiera podía sospechar: que Grian Chatten es una de las grandes voces del pop de los últimos cinco años. Un digno legatario de Morrissey, Nick Cave, Jarvis Cocker o Neil Hannon, tal y como se nos destapa aquí. Un letrista, cronista y vocalista mayúsculo, más versátil que nunca. Cualquier duda razonable acerca de su valía sin el sostén de Fontaines D.C. se volatiliza de un plumazo. Sin el nervio post punk, sin las guitarras afiladas y el chute de electricidad de sus compañeros, el dublinés no solo no empequeñece: en- tra en otra dimensión. Preñada de lirismo, delicadeza, vulnerabilidad y una emoción serena. Porque la honestidad ya se le supone, como decían del valor y los sol- dados. Un dechado de pop artesanal en el que las guitarras acústicas, los violines y los pespuntes electrónicos conviven en plena armonía, perfilando un trabajo de folk del siglo XXI. —Carlos Pérez de Ziriza

4.- ROMY

Mid Air

Young/Popstock!

ELECTRÓNICA /Romy Madley Croft nos sorprendió gratamente cuando, en el último trimestre de 2020, decidía presentar su camino en solitario con un bop como “Lifetime”. Tres años después, llega su debut largo al margen de The XX. Para la producción, ha querido invitar a dos colegas con tan buena mano como Stuart Price (Madonna, Kylie Minogue, Scissor Sisters, al margen de su carrera en solitario) y la ya-nada-promesa Fred Again.., quien acaba de sacar disco junto a Brian Eno... que precisamente se les une enMid Air”. El mítico artista es uno de las colaboraciones extra, junto a S P, Koreless y, por supuesto, el mismísimo Jamie XX. Pero principalmente la mano derecha de Romy aquí es Fred Again.., y juntos han creado un debut que ya quisieran muchos. Romy ha querido hablar aquí de “el amor, el dolor, las relaciones, la identidad y la sexualidad”, y de la “celebración, santuario y salvación en la pista de baile”, tratando de hacer “una carta de amor a los clubes queer” donde la artista encontró comunidad y conexión. Lo ha conseguido. —Pablo Tocino

5.- ANOHNI & The Johnsons

My Back Was A Bridge For You To Cross

Rough Trade

POP / A pesar de las colaboracio- nes en 2022 con Neneh Cherry y Hercules And Love Affair, a ANOHNI le habíamos perdido prácticamente la pista. Tras la electrónica y la experimentación. de “Hopelessness” (16), ANOHNI se enfrenta otra vez a la melancolía, sin forzar la máquina, dejando que las cosas fluyan y con la vis- ta puesta en el significado global hace cincuenta años de “What’s Going On” (71) de Marvin Gaye. Pero sobre todo haciendo lo que más le gusta: canciones que que- den para siempre en la memoria de quienes las escuchan. Por eso “My Back Was A Bridge For You To Cross” se abre con “It Must Change”, el inicio soñado, el re- encuentro con ese viejo amigo al que añoras. Se mece en la sensibi- lidad puntual de la música soul, se arropa con arreglos de cuerdas de Rob Moose –sublimes los de “Scapegoat”– y nos inunda con la arrebatadora y suave voz de ANOHNI en canciones como “Rest”, una pieza lánguida y profunda en la que afloran esos rasgos suyos tan característicos y por los cua- les se ha convertido en ícono y leyenda. —Toni Castarnado

6.- Olivia Rodrigo

Guts

Geffen

POP / La historia de Olivia Rodrigo es conocida, ex estrella Disney saca disco y se convierte en estrella pop, siguiendo los pasos de Britney Spears, Miley Cyrus o Selena Gomez, pero, a diferencia de ellas, su primer disco (“Sour”, 21) recibe el beneplácito de la crítica y logra que las comparaciones cambien hacia Billie Eilish y Lorde, artistas que también escriben sus propias canciones y que sacaron también grandes discos a edades anteriores a los veinte años. Ahora llega la difícil prueba del segundo disco, “Guts”, y la pasa con nota, añadiendo más guitarras, algo que en el panorama “mainstream” actual se puede considerar casi revolucionario, y esas baladas de piano marca de la casa que la emparentan con Lorde. “Guts” suena, a veces, como dos discos distintos, por un lado la parte más punk pop y guitarrera, donde suele utilizar un refrescante sarcasmo sobre sus relaciones y, por otro, las baladas de des- amor devastador en las que se desnuda emocionalmente. Hay mucho talento aquí. —Sergio Ariza

7.- Caroline Polachek

Desire, I Want To Turn Into You

Perpetual Novice

POP / La expectación por el esperado segundo álbum de Caroline Polachek era enorme. “Desire, I Want To Turn Into You” llega en el mejor momento de la artista, cuatro años después del acla- mado “Pang” y con la magnífica recepción de singles como “Bunny Is A Rider” o “Welcome To My Island”. Nuevas canciones que han sido cocinadas a fuego lento en su casa y en el estudio, junto a su colaborador habitual, Danny L Harle, mientras la pandemia ocurría. En este álbum se explo- ran los contradictorios senti- mientos que afloran cuando uno se enamora. Todo ello envuelto en letras metafóricas, una voz privilegiada y angelical, y una producción bizarra que con- versa entre el pop mainstream (“Smoke”) y la experimentación más celta (“Blood And Butter”), industrial (“Billions”) o PC Music (“Fly To You”, con Grimes & Dido). Solo ella podría ser telonera de Dua Lipa mientras colabora junto a Sega Bodega, Charli XCX u Oneohtrix Point Never. Recoge lo mejor del mainstream y el underground y lo transforma en su propia movida. —Álvaro Tejada

8.- The Blaze

Jungle

Animal63

ELECTRÓNICA / The Blaze han despertado recelo desde sus primeros cortes, como casi todo lo que ha derivado del french touch en los últimos tiempos. ¿Por efectistas? No hay trampa en la pregunta: ellos disponen por y para que la maquinaria de la emoción funcione... y siempre consiguen recibo. Voces graves, coros puntuales, percusión profunda, teclados calmos y, zas, tormenta. Son como esas películas con carteles diáfanos, un solo actor conocido y participaciones en festivales de monóculo. Cannes, Toronto, Berlín... Los primos Guillaume y Jonathan Alric saben hacer pasar historias de extrarradio, crisis generacionales, cotidianidad y bucolismo por el filtro de la publicidad. Pero eso no hunde sus aspiraciones. Al contrario, ellos son conscientes del juego. Un juego que les llevó con su primer disco, “Dancehall” (18), a coronar todas las plazas. Ahora quieren repetir, pero con balas bailables. El horizonte de expectativas se ha cumplido. Emoción –rápida– y baile. Nada más. —Yeray S. Iborra

9.- Jessie Ware

That! Feels Good

PMR/EMI

DISCO / El confinamiento trajo un resurgimiento de la música disco gracias a dos discos fabulosos, “Future Nostalgia” (21) de Dua Lipa y “What’s Your Pleasure? (20), que sirvió para salvar la carrera de Jessie Ware, dejando atrás las tontas comparaciones con Adele y convirtiéndola en heredera de la corona disco de Donna Summer. Ahora vuelve conThat! Feels Good, un disco que, como ya preveíamos gracias a adelantos tan sobresalientes como “Free Yourself” o “Begin Again”, no hace sino confirmar su excelente estado de forma y dejar claro que Ware quiere su corona y la quiere ya. No vende tantos discos como Dua Lipa o Beyoncé, pero la británica ha hecho más que nadie por traer las bolas de espejo de vuelta. Además, con un discurso abiertamente a favor de la libertad y el placer sexual, más clásico si cabe que “What’s Your Pleasure?” con vientos, cuerdas, guitarras funk y varios estribillos que se quedan grabados al instante. Ware deja claro que el lema correcto no era “Disco Sucks” sino “(With) Disco (You) Fuck”. —Sergio Ariza

10.- Jon Batiste

World Music Radio

Verve/Universal

POP / Duke Ellington, Quincy Jones, Stevie Wonder, Prince y ahora Jon Batiste ¿Exagerado?. Bueno el tiempo dará o quitará razones. Total, Jon solo tiene 36 años y ya atesora un extenso e inmaculado currículum lleno de grandes premios en el zurrón. Música popular elaborada con la sabiduría del que ha estudiado música hasta quemarse las cejas. Inspirado por esas ondas de sonido que surcan el espacio y que se descubrieron hace un par de años, sin que nadie sepa muy bien de dónde vienen, World Music Radio es todo un viaje musical a través de diferentes etilos que van del R’N’B, al soul pasando por el rap, gospel, swing, funk y por supuesto el jazz. Todo ello hilvanado gracias a multitud de colaboraciones con gente tan dispar como Lil Wayne, Lana del Rey o la catalana Rita Payés. Jon Batiste ha conseguido poner toda su inteligencia musical al servicio de un concepto: demostrar que la música es el lenguaje artístico que más y mejor puede destruir todas esas barreras que nos separan como humanos. —Don Disturbios

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