¡Ahí os quedáis! Seis décadas de deserciones grupales

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Los 2010

Mani (Primal Scream)
A veces uno tiene que tomar decisiones dolorosas: cuando el volcánico bajista se reunió con sus compañeros de Stone Roses -su grupo del alma- a finales de 2011, alegó que no podría estar en ambos grupos. Usando su peculiar estilo, lo explicó diciendo que “no se puede montar en dos bicis con un solo culo”. Por desgracia, la reunión de los Roses se quedó, finalmente, en poca cosa. Primal Scream reclutó a la bajista Simone Butler como mercenaria, y así siguen hasta el día de hoy.

Carlos Dengler (Interpol)
El bajista neoyorquino, tipo reconcentrado con atuendo gótico, dejó la música en 2010 para dedicarse a…la interpretación. Acababa de grabar nuevo disco homónimo con Interpol. Años después aseguraría en una entrevista que la gota que colmó el vaso fue aburrirse viendo a Coldplay, con quien compartían manager. Claro que el abuso de sustancias, el alcohol y la pésima relación con sus ex habían sentado las bases de su cambio vocacional. Interpol salvó los muebles en la gira con el mercenario de lujo David Pajo, y luego se reconvirtió en trío, con el vocalista Paul Banks grabando los bajos. Dengler afirmó en una entrevista que todos salieron ganando.

Kim Deal (Pixies)
El 14 de junio de 2013 Black Francis y compañía anunciaban con un escueto comunicado (las redes sociales han facilitado las cosas al respecto) la marcha de la bajista, parte integral de su sonido desde su formación en 1986. Los fans estaban desolados. De hecho, Francis, Lovering y Santiago pensaron seriamente en poner punto y final al grupo. Deal había participado en su resurrección en 2003, firmando incluso la nueva canción Bam Thwok; pero justo al comienzo de la grabación del que sería nuevo disco del grupo en casi veinte años, perdió las ganas. A posteriori, sabemos que la reunión de la formación canónica de The Breeders para conmemorar su "Last Splash" (93) era incompatible con los planes de Pixies, que han encontrado relevo definitivo en Paz Lenchantin. Pixies no mantienen hoy ningún contacto con su excompañera: así es la vida.

John Cummings (Mogwai)
La banda escocesa había mantenido su modélica integridad hasta noviembre de 2015, cuando anunció la sorprendente marcha de su guitarrista. El momento fue inoportuno: acababan de lanzar un espléndido recopilatorio de veinte años de carrera. El músico argumentó que salía en busca de “sus propios proyectos musicales”. Sus compañeros se mostraron “tristes”, le desearon lo mejor y continuaron como cuarteto, añadiendo dos instrumentistas a sus directos. Cummings ha firmado la banda sonora de un documental y poco más.

Nick McCarthy (Franz Ferdinand)
El carismático guitarrista fundador de la banda escocesa se bajó del carro en 2016. Había tenido suficiente del frenético ritmo del grupo, embarcado desde principios del siglo en una interminable ronda de festivales. McCarthy pasó de los escenarios gigantes a concentrarse en proyectos minúsculos como Box Codax o Manuela, éste con su esposa. Alex Kapranos y compañía dejaron la puerta abierta a una hipotética reincorporación, lo cual no es tan frecuente. No parece probable a corto plazo, pues el guitarrista está encantado con su nueva vida alejada de los focos, y sus ex han encontrado sangre nueva en dos compinches de la escena de Glasgow, Dino Bardot y Julian Corrie.

Phil King (Lush)
La banda británica, digna representante del pop alternativo fronterizo entre los ochenta y los noventa, parecía vivir una segunda juventud en su reciente regreso a los escenarios (con nuevo flamante EP para 4AD) cuando, al final de la gira, el bajista se lo pensó mejor. Reemplazado para terminar un último concierto, el grupo se disolvió definitivamente a finales del 16, dejando entre su parroquia un regusto amargo. La reunión había durado poco más de un año, poniendo de manifiesto, por enésima vez, la fragilidad de este tipo de experimentos en los que la nostalgia se impone al sentido común.

Tylor Ramsey (Band of Horses)
El barbudo guitarrista ha sido parte integral de la etapa dorada de la banda norteamericana. En mayo del 17 decidió dejar la banda liderada por Ben Bridwell para centrarse en su carrera en solitario. Ante sí tiene el reto de gestionar su transición de los grandes escenarios a pequeñas salas, en las que presenta sus nuevas canciones. El bajista Bill Reynolds le acompañó casi simultáneamente. Ambos llevaban una década con Bridwell. No era algo nuevo: el también guitarrista Matt Brooke dejó el grupo a mediados de 2006, justo después de su debut, para formar Grand Archives, alegando que Band of Horses era esencialmente el proyecto de Ben Bridwell. Este caso pone negro sobre blanco los precarios equilibrios de egos y autoría que las bandas afrontan y a menudo superan en falso.