Emilio Rodríguez
Músico y periodista musical (Miraflores, Ruta 66)
De aquí no me perdería a cuatro bandas andaluzas muy disti
Emilio Rodríguez
Músico y periodista musical (Miraflores, Ruta 66)
De aquí no me perdería a cuatro bandas andaluzas muy distintas pero con mucho en común: su capacidad para tirar del manual de estilo sin hacer ascos a la evolución.
El lobo en tu puerta. Facturan un blues destartalado y oxidado donde cabe tanto el flow rapero como la rotundidad del hard-rock más bruto. Perlita es el proyecto de Pedro Perles (Lêda Tres), una suerte de electro-pop majara y sintético que por primera vez en mi vida me ha empujado a abrazar al auto-tune (easy listening del espacio exterior)
Gentemayor. Es una súper banda formada por viejos conocidos de la escena hardcore gaditana y donde también milita el señor Perles. Algo así como un cruce entre The Locust y Melvins con dos baterías y un buen puñado de pedales.
Holögrama. Es una sorpresa que ya ha logrado cruzar el charco al editar su disco “Waves” en el extranjero. Kraut y psicodelia electrónica en la onda Spectrum, Suicide y Moon Duo.
Tampoco pasaría por alto a los madrileños Rosvita (que vuelven con nuevo disco) o la actuación de Niño de Elche con Voces del extremo. Su negativa a hacer flamenco contemplativo me resulta todo un logro.
De más allá este año habrá varias sorpresas venidas de Sudamérica.
AJ Dávila y Terror Amor. Un viejo conocido por los fans del garaje psicótico. Es el nuevo proyecto del líder de la banda puertorriqueña Dávila 666 junto a miembros de los mexicanos Carmen Costa, que también andarán por ahí.
Vuélveteloca. Una de las apuestas del sello chileno especializado en psicodelia BYM Records. Estos tipos son capaces de adaptar el pulso del psych-rock más frenético al código del pop pegajoso y afilado de, por ejemplo, Triángulo de Amor Bizarro.
Fumaça Preta. Aunque estén asentados en Europa, su propuesta es puro tropicalismo infeccioso y psicodelia latina, como unos Os Mutantes esquizoides que recomiendo encarecidamente.
Cambiando de registro, animaré a mis conocidos a que se acerquen a ver los directos de Groves, una joven banda de Manchester con un directo arisco y arrollador, en la onda Shellac y Fugazi y Riske Zéro (formados en la Isla Réunion y con una propuesta a medio camino entre Big Black, los primeros Sonic Youth y los Diabologum más punk.
Blas Fernández
Periodista musical (Diario de Sevilla, La Ventana Pop)
Uff… ¿Qué bandas no debería uno perderse de entre un cartel que casi alcanza las 180? Realizar una selección así se antoja tarea peliaguda, sobre todo teniendo en cuenta que cada una de las presentes lo está por haberse ganado el puesto a lo largo del último curso. Así que, sólo me atrevo a enumerar algunas de las que yo, si el tiempo y las coincidencias lo permiten, no quiero perderme.
Chencho Fernández. Desde la publicación de “Dadá estuvo aquí “el pasado 2014 la proye-cción del músico sevillano crece de manera lenta pero imparable y muta de secreto local a sorpresa del último rock nacional. Parece que algunos han tardado en descubrirlo -aquel álbum apenas se dejó ver en las recurrentes listas de lo mejor de…-, pero ya no hay vuelta atrás. Y aún menos, con una banda como la que lo acompaña.
El lobo en tu puerta. Aunque el trío de Chiclana disponía ya de un salvaje debut homónimo distribuido en 2014 vía bandcamp, lo de su nueva entrega, Grabaciones sumergidas 2015, que estrenarán justo en esta edición del Monkey Week, ensancha los límites de su particular concepto de barbarie sónica. Guitarra, batería y voz; Rage Against The Machine, Beastie Boys, The White Stripes y blues, mucho blues. Una ensalada explosiva.
Holögrama. Waves puso al dúo de San Fernando en nuestro pequeño mapa de marcianos ilustres -¿No tiene acaso su toque extraterrestre que aquel disco nos llegara gracias a un sello de Chicago?-. Las cuatro canciones de su nuevo trabajo, Magic Inside, grabadas junto a David Cordero (Úrsula), reinciden en el gusto por las sonoridades lisérgicas, aunque, ¡ojo!, también concretan balazos de tenso pop psicodélico (Fire).
Niño de Elche. Asumamos que Voces del extremo es sólo una muestra de la variada e incesante actividad desplegada por el cantaor (y mucho más) Francisco Contreras… Pero, oiga, ¡qué muestra! ¿Es éste el disco más relevante de los últimos años en esa cíclica colisión entre flamenco y rock? Puede que sea demasiado pronto para afirmarlo con tajante rotundidad. Bueno, va: sí. A qué nos vamos a andar con medias tintas…
Pájaro Jack. Los granadinos vuelven al Monkey Week años después de ganar el concurso Desencaja -recordemos que ahí se coronaron también, entre otros, Guadalupe Plata, I Am Dive y Pony Bravo-. Tres discos después, y tras acompañar a Los Planetas como teloneros, parece el momento idóneo para comprobar cómo ha evolucionado ese delicioso folk-rock que ni reniega de su clasicismo ni desdeña la urgencia del presente.
Jorge Obón
Periodista musical (El Telescopio, Manual del Perfecto Festivalero, MondoSonoro)
Las principales recomendaciones para disfrutar de un Monkey Week como mandan los cánones son tres: Ver el mayor número de grupos desconocidos que puedas. Vas al Monkey Week para descubrir. Preguntar a los indígenas dónde comer o cenar fuera del circuito turístico. Vas al Monkey Week para gastar poco comiendo y bebiendo de lujo. Buscar a los Perfectos Festivaleros para vivir con ellos un festival completo. Vas al Monkey Week para conocer gente de la otra. ¿Aun así quieres cinco nombres de grupos?
Pane. Guarros, oscuros, potentes y con rollazo. Se van a hacer reconocibles a golpes.
Ocellot. Enrevesados, psicodélicos y liberadores. Una de las exquisiteces del festival.
El Imperio del Perro. Si se marcan una de Blondie, es que no son el típico grupo de garage. Podrían dar una sorpresa.
Disco Las Palmeras! El ruidaco del año, punto.
Cómo Vivir En El Campo. Vienen de una dimensión pop paralela. Te vacilarán con cariño y sutileza. Desatascadores líquidos para tuberías indies.
Vidal Romero
Periodista musical (Rockdelux, Blisstopic, Diario de Cádiz)
Confieso que, en esta edición del Monkey Week, el concierto que más ganas tengo de ver es el de Limiñanas: el matrimonio francés, perfecto cruce entre The Velvet Underground, Gainsbourg y los Stooges, es un favorito desde hace años. Tampoco pienso faltar, porque ya sé que no me van a fallar, a las citas con Holögrama, Miraflores, Chencho Fernández, Niño de Elche, I Am Dive o The Suicide Of The Western Culture. Pero tampoco hay que olvidar que Monkey Week es el mejor sitio para descubrir futuros talentos, y en ese sentido merecen mucho la pena Tremolina y Los Peces Barba, dos de las bandas con más proyección de Sevilla. Y por supuesto Perlita, ese inclasificable guilty pleasure.
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