Saber más que tocar
Entrevistas / Muchachito Bombo Infierno

Saber más que tocar

Don Disturbios — 29-04-2010
Fotografía — Archivo

A Jairo Muchachito el reconocimiento le llegó con casi quince años de retraso, pero como nunca es tarde si la dicha es buena, en tan sólo seis años ha pasado de ser prácticamente un desconocido a codearse con Peret, tocar en el G-5 con su maestro Kiko Veneno y poner su tercer disco, “Idas y vueltas, en el paupérrimo mercado discográfico con un par. Un auténtico crack con un corazón de oro.
Muchachito y su banda estarán tocando mañana viernes en la sala Razz de Barcelona

La Cueva

Jairo nos recibe a la entrada de su cuartel general. Un espacio “polival(i)ente” que acoge oficina, parking, local de ensayo, plató para sus clips y estudio en el que han grabado su tercer largo. Como buen anfitrión, nos muestra cada uno de los espacios y rincones de “La Cueva”, mientras lo sazona todo con sus desternillantes comentarios y ocurrencias. Un tour del que podrás ser testigo a través de nuestra página web, en un video que estamos preparando para ilustrar la visita. Tras la filmación y las risas, nos encerraremos para escuchar las canciones que formarán parte de “Idas y vueltas”, su nuevo álbum. Un disco que, en cierta medida, vuelve al espíritu primigenio del primero, cuando  las cosas apenas se planeaban, porque corrían por sí solas. De hecho Jairo me cuenta que su idea inicial era recuperar la mortífera combinación de rumba y swing, pero… “cuando ya estaba metido en él, me di cuenta de que lo que más importaba era el momento. Y el momento puede ser de muchas maneras y no tienen por qué estar ligado a un estilo o a una sola forma”. Esa ausencia de ataduras o compromisos, ha dado como resultado la colección de canciones más variadas realizadas hasta la fecha por el Bombo Infierno. Trece canciones fieles a su estilo pero que llegan en un momento en el que… “nos ha pillado con cierta madurez. No es total porque hay que luchar por ser niños toda la vida. No infantiles, pero sí niños para no perder jamás la ilusión, el espíritu, las ganas de jugar y romper la rutina, porque de lo contrario todo se enfría”.

Idas y venidas

Tras la atenta escucha del álbum, toca ir a comer todos juntos a un restaurante habitual muy próximo al local. Durante los cafés ha llegado la hora de poner en marcha la grabadora para que el padre de la criatura, me desvele más claves de las nuevas canciones. Para abrir boca hacemos balance de su carrera. De como el primer disco significó condensar las casi dos décadas “de picar puertas y tener una carpeta enorme repleta de temas donde elegir”. El segundo sin embargo fue el álbum en el que le tocó sufrir. Esa misma carpeta que antes estaba repleta, ahora lo estaba, pero de telarañas y encima planeaba sobre la grabación la fatídica operación de sus cuerdas vocales. “Ha sido mi peor momento de todo; de stress, de nervios y de mucho miedo porque el segundo disco fue componer una canción por la noche y de empalmada irme al estudio para dársela a la banda sin haberla madurado, sin haber pensado ‘esto ¿es realmente bueno?’. No sé, yo no me considero un genio y creo que todos los grandes maestros de la música, lo han logrado a través de un trabajo muy gordo. Uno no se tira un cuesco y ha hecho una canción. Por eso el segundo disco tiene canciones que con el tiempo me he arrepentido de haberlas puesto y he sido sincero siempre. Incluso he agradecido públicamente que la gente lo acogiera con cariño, casi, casi como el primero”. Y por fin llegamos a una nueva etapa en la que el músico de Santa Coloma ha querido mostrarse mucho más explícito en sus letras. Menos metafórico. Arremetiendo contra la hipocresía, los chorizos de altos vuelos o una ciudad como la nuestra que promete más de lo que puedes obtener a cambio. Claro que también hay lugar para historias entrañables  y tristes como “Caraguapa”, sobre una yonqui italiana que Jairo conoció cuando vivía cerca de la Plaza Real de Barcelona y que se desvaneció en su adicción hasta desaparecer… “Pero no quería hacer una canción moralista, porque odio las cosas moralistas. Quería cantar ese problema como si fuera una canción de amor. Todo el mundo tiene sus muletas y nadie es más sano que nadie, aunque una persona que tiene cariño a su alrededor es más difícil que se pierda”. También hay lugar en el disco para el G-5, esa superbanda integrada por el maestro Kiko Veneno, Tomasito y Los Delinqüentes de los que, por fortuna para todos, vamos a oír hablar de nuevo en el futuro. La canción que incluyen en el disco es “La pandilla voladora”… “En realidad hemos grabado tres temas, pero en el disco sólo hemos incluido éste, que surgió contándole yo al Canijo la historia de los piratas que no se rindieron jamás y que incluso formaron una república. Él me dijo ‘Quillo, ¡esos somos nosotros!’. Fue ese comentario el que me motivó a hacer la canción con ese espíritu de alegría que al fin y al cabo es lo que define al G-5... Está muy bien porque cada uno dirige su barquito, pero cuando estamos juntos, ahí no dirige nadie. Es una cuestión de que tenemos la sensación de estar al lado de nuestro Kiko que para todos es un grande...”

La sombra de la duda
Pero no todo resultó tan fácil y espontáneo como grabar con los compadres del G-5. En todo proceso creativo llega un momento en el que te abraza con fuerza la duda. Un achuchón del que necesitas ayuda externa para salir. “Tú ya no eres buen juez de una historia cuando llevas tanto tiempo metido en ella. Ha sido durante este mes que lo hemos estado moviendo y se lo hemos puesto a los amigos, y cuando todo el mundo te dice: ‘¡Está fresquito!’. Pues justo eso, es lo que más me importa. Más que suene bien o que las canciones representen un estilo marcado. Es como un Tetris. El Bombo Infierno siempre me lo he tomado como un Tetris. Tú no puedes superar a la vida y saber lo que va a pasar, tú lo único que puedes hacer es verlas caer y dices: ‘esta la meto p’aquí, esta la meto p’allá’ y esto es al menos lo que a nosotros nos ha funcionado, porque es una familia muy grande y este año no se ha querido desestimar a nadie. Incluso el que ha decidido  irse, lo ha hecho totalmente libre y con cantidad de buena onda. Ahora sí, que el que se quiera quedar pues…  yo en esta historia no soy dueño de nadie. Yo soy el burro delante para que no se espante, pero es un equipo fantástico de gente que hay en el Bombo Infierno y que permite que se puedan hacer los video clips. Que permite que se puedan hacer cosas que son creativas porque no podemos permitirnos el no grabar un disco aunque sea una ruina, pero somos músicos. Tenemos ese anhelo y no te puedes quedar con el ‘Ojalá no te hubiera conocido nunca’ toda la vida. Estoy contentísimo de cómo le ha llegado esa canción a la gente. Incluso cuando me han dicho que la han tocado en orquestas de verbena me hace ilusión. Al igual que cuando vimos el disco en la manta me hizo ilusión, porque, según mi punto de vista, eso significa que formamos parte del mundo de la música, ya da igual, como te digo. Tú pagas unos impuestos  por una parte lo que te dan es mucho menos. ¿Quién es el ladrón?...”. La locuacidad de Jairo me rebasa. Cuesta meter la cuchara y su pasión le sale a borbotones por la boca. Él es el que tira del carro, pero… ¿cómo sobrelleva la presión de que todo el entramado Bombo Infierno bascule a su alrededor? “A veces me canso de hacer de papi, pero por otro lado puedo hacer un video clip y que la gente me felicite. Eso en sí ya es una recompensa, porque no me está felicitando a mí, está felicitando a todo un equipo que hay ahí y todo eso compensa con creces cualquier responsabilidad. Otros momentos son los momentos de nervios que se pasan porque cada vez en la música las bandas numerosas van a tener menos espacio. Soy un tío optimista, pero sobre la música y la política no te puedo hablar de optimismo. Lo que veo es que es muy difícil subsistir y que uno se tiene que montar su ecosistema y ese es un consejo que le he dado yo a los chicos más jóvenes. Hay que saber más que tocar. Lo que te quiero decir es que la música no es estudiar música. La música es estudiar cómo cojones hago yo música, eso es hacer música y después entrega”. De eso anda servido.

“Idas y vueltas” está publicado por El Orfanato Eléctrico.
Muchachito estará tocando el 7 de mayo en Lleida, el 8 en Tarragona y el 14 en Madrid

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