"Quería hacer un libro de retratos"
Entrevistas / Julio De La Rosa

"Quería hacer un libro de retratos"

Don Disturbios — 04-04-2013
Fotografía — Archivo

“Peaje” (Tropo Editores, 13) es la primera novela de Julio De La Rosa, pero tengo la certeza de que no será la última. Sería una lástima que gozáramos de su talento a la hora de componer canciones y nos quedáramos sin saber más de un personaje como Jose Tudela. Y es que en el fondo hay un Tudela en cada uno de nosotros.
Recuerda que Julio de la Rosa estará presentando mañana su libro a las 19:00h en la Fnac (Triangle) de Barcelona y por la noche actuará en la sala Sidecar.


Al ser una novela corta no das demasiadas pistas sobre la vida de Jose Tudela. Acabas por saber que su madre murió hace tiempo y que en el fondo vive aquejado por uno de los grandes males de la sociedad: La soledad. Una soledad que desde el púlpito de la cabina de peaje al principio lo convierte en un cínico, pero al final acaba siendo una especie de justiciero del peaje. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

No quería contar la vida entera de Jose Tudela, pero sí creo que hay suficientes datos sobre su vida anterior como para entender su comportamiento, a la vez que dejo abierta una puerta a la imaginación del lector para que se termine de inventar su vida y, en ese sentido, le sea más fácil la identificación con él, lo sienta más suyo. Y bueno, sí, la soledad está ahí, pero procuro tratarla con mucho humor, además de una profundidad entre líneas que si la quieres coger, la coges, pero si no puedes seguir leyendo como si nada hubiera pasado y quedarte sólo con los chistes. El protagonista puede que ya fuera un cínico, pero lo que está claro es que lleva un ‘modo de vida irónico’, que es como llaman ahora a ese vivir a base de máscaras, a ese refugiarse en la distancia de las cosas para no posicionarse, para que no hagan daño, para no parecer menos que los demás. Al fin y al cabo, creo que es un tipo que vive absorbido por sus miedos. Y ese odio a todo el mundo no es más que un odio a sí mismo, así que ese fin ‘justiciero’, como comentas, no deja de ser una muestra de su esforzarse en deshacerse de esos miedos; la historia de un tipo que va dejando atrás sus inseguridades hasta poder convivir con ellas y plantarles cara. Yo creo que la novela habla de esa inseguridad, y de los miedos que genera, hasta convertirse en un disparatado tratado sobre la valentía.

En la novela están muy presentes esas dos corrientes vitales que son el eros (Sonia, Eva, la rusa...) y el tánatos (la costumbre de coleccionar obituarios y dejarlos por las diferentes cabinas). La cabina de Jose es también a la vez diván de psicólogo y confesionario. ¿Un excelente recurso para poner sobre la mesa lo jodidos que estamos los humanos?

El amor y la muerte, sí, las eternas grandes preocupaciones de los seres humanos, o los mismos y manidos temas de siempre (risas). Pero es que a partir de ahí llegamos a otra parte, o a ninguna, porque como el mismo Jose Tudela dice desde su cabina del peaje: ‘debo de estar en el lugar equivocado, estoy quieto en un sitio en el que todo el mundo pasa de largo’. Yo quería hacer un libro de retratos, y decidí que el punto de vista del trabajador de un peaje era una posición ideal para hacerlos. A partir de ahí, Jose Tudela cobró su propia vida y se rebeló contra todos, contra sí mismo, contra el amor y contra la muerte. ¿Qué hace la gente en vida para ser recordad después de muerta? Y, sobre todo, ¿por qué lo hace? Decir aquí que escribí la novela mientras componía la banda sonora de Grupo 7. Era el único modo de desconectar de la película, por las noches. No podía no pensar, así que escribir esta novela me servía como fuga y desconexión. La realización de esta banda sonora fue bastante ardua, había bastante presión alrededor de esta película, así que todo el estrés que tenía encima lo volqué, además de en la banda sonora, en la actitud del protagonista de la novela. Efectivamente los seres humanos estamos bastante jodidos, vivimos en un mundo en el que lo político, lo económico, lo ético, todo, está absolutamente pervertido. ¿Cómo vamos a comportarnos de un modo saludable? No tenemos modelos. No sabemos cómo se hace. Dependemos sólo de nosotros mismos, y somos seres demasiado sociales como para dejarnos llevar por nuestra intuición personal. Hay que escucharse mucho y tener mucha paciencia con uno mismo para saber qué nos pasa, qué queremos, cómo somos, qué nos pide nuestro cuerpo. Algo tan simple, por ejemplo, como qué nos apetece beber cuando pedimos algo en un bar, se convierte a menudo en un simulacro desastroso, en un atentado social, una farsa en la que podemos llegar a pedir algo distinto a lo que realmente nos apetecería en ese momento. Jose Tudela tiene un serio problema desde su cabina del Peaje: envidia. La envidia es uno de los deportes más practicados actualmente. La gente se dedica a procurar envidia para sentirse a salvo, para sentirse aceptada, para sentirse tan guay como los demás, y si es posible un poco más. Pensamos que los vicios son virtudes, y hemos llegado a considerar la virtud algo aburrido, pasado de moda, menospreciable. Así que este hombre convierte su envidia en soberbia y se atreve a usar su cabina como un diván, como un confesionario, en un ejercicio lúdico que bien puede ser muy divertido, pero también muy triste. Jose Tudela lucha por sobrevivir, y usa todas las armas que tiene a su disposición para no caer en el tedio vital. Es ese otro lado del protagonista el que me interesa, cómo a partir de ahí es capaz de establecer cierta dignidad en su vida, cierta humanidad en una sociedad deshumanizada.


Al final de la novela una de las múltiples disertaciones del personaje de Jose es: ”Quizá si no estuviéramos tan reprimidos amaríamos más y odiaríamos menos”. ¿Sirve esta frase como corolario de la novela?

Podría, sí, aunque no sé si yo me quedaría con otro comentario, en realidad muy relacionado con la frase que dices, y también con lo que te comentaba al principio: ‘¿Has visto los girasoles? Desde lejos parecen mucho más pequeños. Son inmensos’. No podemos dejar que el miedo nos impida acercarnos a las cosas. El sarcasmo es un arma de doble filo. Optamos por la distancia como una coraza, y esa coraza lo único que genera es vacío existencial. Ese vacío es muy peligroso. El germen de muchos disparates.


Me ha parecido adivinar conexiones entre situaciones de la novela y las letras de tus canciones. Sin ir más lejos la relación con Sonia creo que encajaría con la canción “El amor desperdiciado”. ¿Estas de acuerdo?

No lo había pensado, pero bien podría ser así. Sonia es un amor terrenal que choca frontalmente con el amor platónico que supone Eva. El protagonista sueña con esa chica que pasa todos los días por su cabina, a la que no conoce, de la que no sabe nada, mientras tiene a su lado a la coordinadora del peaje, una chica maravillosa que le saca continuamente las castañas del fuego y a la que, prácticamente, ni siquiera ve. Supongo que esto es algo que ha aparecido alguna vez en mis canciones; y es que las ideas pasan de un medio de expresión a otro como turistas en un baño árabe pasan de la piscina de agua fría a la piscina de agua caliente.

Por último es evidente que las autopistas de peaje son una especie de metáfora de la sociedad capitalista. En la novela reflejas con acidez hechos como el dar las gracias cuando te cobran/roban; el hecho de instalar un peaje en una de las zonas más pobres de Europa, pero también le das cera a los que creen que por no pagar un peaje están realizando un acto revolucionario que acabará con el sistema. Desde luego el cinismo de Jose le da palos a todo el mundo...

Bueno, es un tipo franco en un tiempo en que la franqueza está mal vista. Es un tipo que se posiciona. Que no usa la máscara de la relativización. Es un tipo que da otros puntos de vista sobre ‘lo real’, esa cosa inaprensible, mostrando realidades que a veces pueden ser tomadas por locuras, pero bueno, ya sabemos que muchos locos, finalmente, tenían la razón. Él podría ser uno de ellos.

Un comentario
  1. LA PRESENTACIÓN DE "PEAJE", LA PRIMERA NOVELA DE JULIO DE LA ROSA, EN BARCELONA, SERÁ EL PRÓXIMO VIERNES, DÍA 5 DE ABRIL, EN FNAC TRIANGLE, A LAS 19 HORAS.

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