“He pasado casi toda mi vida sin comunicarme”
Entrevistas / Peter Perrett

“He pasado casi toda mi vida sin comunicarme”

Jorge Obón — 12-07-2017
Fotografía — Archivo

El que fuera líder de The Only Ones, y autor de una de las canciones más distintivas de la new wave británica, “Another Girl Another Planet”, Peter Perrett, publica estos días su primer álbum en solitario. La nostalgia de los 70 y las drogas lo tuvieron apartado durante décadas de la vida pública, pero gracias al mimo con el que lo trataron en el festival gallego Felipop, decidió volver con “How The West Was Won” (Domino-Music As Usual), su debut en largo con el poso de la madurez, y el oxígeno del pop de toda la vida.


Si no has cogido una guitarra en muchos años, ¿por qué ahora?
El impulso inicial vino de las redes sociales. Mi mujer abrió un Facebook con mi nombre para aclarar las cosas porque mi hijo también se llama Peter, y la gente se ponía en contacto con él pensando que era yo; y en medio de 2014, abrí los ojos gracias a un festival que se llama Felipop, en Galicia, en el noroeste de España. Le preguntaron a mi mujer si había alguna posibilidad de que tocara en este festival, y la verdad es que solo había hecho algún bolo ocasionalmente con The Only Ones, y no tenía mucha intención de nada más, pero esto parecía muy atrayente, porque desde el principio nos plantearon que este festival no tiene mucho dinero, pero nos proponían montarnos un fin de semana estupendo, y la verdad que no habíamos pasado unas vacaciones en familia desde que los chicos eran muy pequeños, así que nos pusimos a ensayar, creo que solo canciones antiguas, y fueron tres días preciosos, de viernes a domingo. El emplazamiento del festival es precioso, en medio del bosque, el hotel con vistas al mar era increíble, en un sitio que se llama Ares. Allí toqué con mucha satisfacción por primera vez en mucho tiempo. Fue una experiencia muy placentera, y me dio la sensación de que todavía no había tocado todo lo que tenía que tocar en mi vida, y que no había terminado aún con esa parte de mí. Un año después, me entraron por Facebook para proponerme unos bolos en Ámsterdam y Bristol, y para esos cuatro conciertos no quería hacer el mismo repertorio cada noche, así que nos pusimos a ensayar un poco más, y disfruté tanto los ensayos, que me despertaba a mitad de la noche para coger la guitarra, que es algo que no había hecho durante mis periodos de inactividad.

No tenía el deseo de tocar porque es muy fácil olvidar lo placenteras que pueden ser algunas cosas aunque las hayas experimentado durante mucho tiempo. Y en cuanto cogí la guitarra, empezaron a salir canciones. Tocaba unas secuencias, y de pronto venía una melodía a mi cabeza junto a unas letras, y de pronto tenía “An Epic Story”, y tuve la sensación de que esto era lo que solía ser, y eso me gustó, porque lo peor que puedes hacer como músico, es insistir tanto en lo que has hecho, que le quites el brillo a lo que hiciste en alguna vida pasada; que es algo que desafortunadamente muchos músicos terminan haciendo. Lo disfrutan tanto que no quieren abandonar ese sentimiento aunque se queden completamente vacíos. Así que empecé a hacer alguna canción y a tocar más a menudo, y a disfrutarlo. Y entonces se me acercó mi mánager diciendo que esto era demasiado bueno como para que nunca se escuchara, y que tal vez debiera transformar mi hobby en mi carrera de nuevo, y me sugirió que habláramos con Domino, que resulto ser la familia perfecta. Veo que mi destino en la vida es ser alimentado por una familia, en un ambiente seguro en el que me pueda concentrar en las cosas buenas de la vida, como la música. Así que, después de esos cuatro conciertos en el verano de 2015, el álbum está terminado en agosto de 2016, y empieza todo de nuevo, pero ten en cuenta que el primer paso fue el festival Felipop.

O sea, que es una vuelta que comienza en 2014, pero he visto una actuación tuya reciente en “Later With Jools Holland” que fue en…
Eso fue en 2008, entre el uno y el cuatro de abril, pero eso es lo que hice de tanto en tanto con The Only Ones, y era más bien nostálgico, y ni siquiera fue una buena actuación; mi voz no estaba en buena forma. No estaba ni siquiera preparado, fue algo que ocurrió de pronto. Ahora hay un pensamiento, un plan, y una ejecución del plan. Es esencial si quieres hacer un buen disco. Si dices que sí a las cosas sin pensarlas un poco, como la reunión de The Only Ones, se disfruta hasta un punto, pero no va a salir de ahí absolutamente nada que se vaya a recordar. Ahora, sin embargo, tengo un disco del que estoy orgulloso, y del que la gente puede llegar a hablar dentro de 40 años.

“No tenía el deseo de tocar porque es muy fácil olvidar lo placenteras que pueden ser algunas cosas aunque las hayas experimentado durante mucho tiempo”

Un bonito punto de vista, pero querría saber cómo ves el hecho de que, cuando grababas discos, los músicos eran los héroes de su generación, mientras que ahora se discute en las redes si aún queda gente que escuche un álbum completo o no.
Obviamente las cosas han cambiado mucho, y aunque desee que algunas cosas siguieran como en los setenta, ese deseo nunca se va a ver recompensado, por lo que hay que aceptar las cosas como son. Hay un montón de gente que lo único que hace es descargarse una canción, o escucharla en streaming, y ni siquiera se molestan en escuchar el resto de la obra. Pero mira, me he empeñado en sacar el disco en vinilo, que es muy de pureta, pero eso me ha dado la oportunidad de terminar la primera cara con “Living In My Head”, que tiene una parte instrumental excelente, y que pertenece a esa clase de canciones que llevan un gran cambio en el disco, y que puede ser una perfecta canción final para una cara A. El disco ha sido pensado para ser escuchado como un álbum, como un viaje desde el primer corte hasta el último. Obviamente va a haber gente que va a escuchar en streaming una sola canción. Es su problema, pero todo el mundo que desee escuchar un disco ha de saber que se trata de un viaje emocional con cada una de sus canciones en su sitio. Por eso este es mi álbum favorito, porque tiene ese viaje emocional. Los otros discos tienen buenas canciones, pero no siento que encerraran un viaje continuo.

Me cuentas con mucha ilusión la manera en la que estás viviendo de nuevo este proceso, pero seguro que hay partes de él que no quieres vivir otra vez.
Tocar es algo con lo que me lo paso tan bien, que quiero seguirlo haciendo. Luego, piensa que, para mí, grabar un disco es como estar en el cielo. Hacer bolos es genial. Además, está lo de hacer entrevistas, claro, pero es reconfortante hablar con otros seres humanos, porque he pasado la mayor parte de mi vida sin comunicarme, así que tengo que estar en mi mejor forma para poder comunicarme con cualquier persona que se me acerque. A veces ha sido difícil hacerlo conmigo, pero pienso que es una de las pocas maneras en las que voy a conseguir que la gente escuche este disco del que estoy tan orgulloso. Es lógico, entonces, que quieras que la gente lo escuche. Y sobre otras cuestiones, he venido a España, y me encanta venir. Sé que puede parecer un poco tonto decir esto, pero es que aquí puedo andar por la calle en mangas de camisa, mientras que en Inglaterra tengo que hibernar durante seis meses al año, con todo ese frío y ese viento fuera. Así que no, ahora no hay ninguna parte que no… todo me va bien.

En tus canciones, de toda la vida, hay ciertas referencias al tiempo y el lugar en el que estabas viviendo, pero luego vienes aquí a España, tocas y te sientes feliz, pero si lo piensas, en España, tu música podría estar está un poco descontextualizada.
Trato de no pensarlo de esa manera. Lo seres humanos son seres humanos en todas partes. Nunca he creído en fronteras nacionales porque hay gente estupenda y gente inteligente en cualquier parte del mundo. La barrera más lógica que tenemos es la del idioma, y sí que sé que hay gente que no entiende las letras, pero aprecian el sonido y la música, y lo que es más, a veces entienden mis emociones por el sonido de mi voz. La música es algo global, es un lenguaje popular que une a gente en Australia con gente en América del Sur. Ahora, gracias a internet, descubro fans que tengo incluso en China. Hay una chica de 15 años en China a la que le encanta mi música, y que he descubierto recientemente.

“Nunca he creído en fronteras nacionales porque hay gente estupenda y gente inteligente en cualquier parte del mundo”

Entonces, puede que hayas descubierto que tus canciones saben o huelen de una manera distinta en países distintos, que tienen un significado un poco diferente.
Me encantaría experimentar algo así, pero mis visitas a otros países, suelen ser demasiado rápidas como para darme cuenta de esas cosas. Solo puedo adivinar y retener una pequeña parte de ese olor. Claro que con España es otra cosa porque aquí hay una buena tradición de respeto hacia la música que me gusta, y a eso se le añade la manera tan bonita que tenéis de vivir aquí los festivales. Cuando volvieron The Only Ones, toqué en sitios más pequeños como Murcia o Pontevedra, y notas que hay una cierta tradición que cuida de las artes, en algunos sitios, incluso más que en Inglaterra.

Mientras buscaba información sobre ti, he estado pensando que a lo mejor sueñas con hacer un concierto en el que no tengas que tocar “Another Girl Another Planet”…
Sí, puede ser, jejeje.

Pero quiero centrarme en las versiones, porque la verdad es que esta canción la ha tocado todo el mundo, desde Blink 182 hasta The Libertines, pasando por The Replacements o The Cure, ¿cómo reaccionas a las diferentes reinterpretaciones?
¿Cuál es tu favorita? Porque a mí me gusta mucho la de The Cure, y la manera que tienen de ralentizarla para jugar con la voz de Robert Smith. R.E.M. también solían tocarla mucho.

¡R.E.M. con Billy Bragg!
Sí, juntos la hacían muy bien.

Pero la que tuvo más éxito es la de Blink 182.
Sí, y hay algunas discusiones por ahí, porque la gente llegó a creer que era una canción suya. Obviamente, me complace mucho más cuando Yo La Tengo hacen una versión de alguna de mis otras canciones. Es agradable que te reconozcan por más que una sola canción. Pero el hecho de escuchar mi letra cantada por voces tan icónicas como la de Michael Stipe o Robert Smith me hace sentir muy completo y excede bastante los límites de ser un artista de culto. Al fin y al cabo, son unos pequeños pasos hacia el mainstream.

“Escuchar mi letra cantada por voces tan icónicas como la de Michael Stipe o Robert Smith me hace sentir muy completo y excede bastante los límites de ser un artista de culto”

Has hablado en alguna ocasión del sonido de la voz. Hace poco se ha publicado el nuevo álbum de Robyn Hitchcock, que me ha sorprendido por otras circunstancias, pero tiene en común con tu disco que vuestras voces no han cogido demasiado color con los años sino que se mantienen prácticamente como el primer día, y eso también es una virtud, además te tener ciertos matices semejantes.
No soy un experto en Robyn Hitchcock en absoluto, ¿estaba este tío en The Soft Boys?

Sí.
Pues los teloneamos una vez en Edimburgo, algo así como en el 78 el 79, pero no recuerdo cómo suena su voz. ¿Es inglés o escocés?

Inglés. Pero te quiero hablar de algunos compañeros de generación que siguen grabando discos, y que, como Robyn Hitchcock, lo hacen muy bien, mientras que hay otros que no parece que tengan mucho que decir.
Sí, de esos hay muchos, pero no te voy a decir quiénes son.

¿Qué sientes cuando ves que le ocurre eso a un amigo?
No suelo prestar atención a esas cosas, pero mira, hay gente como Bob Dylan que persiste en su gira inacabable, y esa manera de tocar las canciones que solo él reconoce, pero yo no soy nadie para decir que debiera parar ya de hacer esas cosas, o que el último disco que ha grabado no es tan bueno como otros, o que las versiones que ha grabado de Frank Sinatra nunca serán tan relevantes como “Blonde On Blonde” o “Blood On The Tracks”. Puede ser que me aburra todo lo que ha hecho Bob Dylan a partir de 1978. Aunque fuera un fanático de Dylan en mi juventud, ya no me gusta tanto, por lo que prefiero quedarme con esos discos relevantes que hizo. Los que sean fanáticos se tragarán toda clase de productos. Cuando a mí me gustaba, hubiera comprado un disco suyo en el que apareciera cantando en el baño. Pero cuando estableces una base de fans, debería haber siempre una cierta presión para que cumplieras con esa demanda de calidad. No puedo culpar a la gente porque lo hagan, y me lo tomo a pecho, porque nunca habría hecho un álbum en solitario si no hubiera sabido que iba a estar a la altura. Pero es solo mi opinión.

La verdad es que mucha gente está hablando muy bien de tu álbum, pero hay algo que me sorprende mucho cada vez que lo oigo: los solos de guitarra. Sé que se recuerda a The Only Ones, también por algún solo de guitarra, y puede que sea la razón de mantenerlos en el nuevo álbum, pero para las generaciones que nacieron a la música a partir del punk y la new wave, esto de los solos es una lucha que parecía clara y ganada hace tiempo.
Eso es lo que me gusta de 1977… Los Sex Pistols en el 75 eran increíbles, pero no le gustaban a nadie. El público era muy grosero con ellos, pero era estupendo escucharlos cuando tocaban tan bien. Luego, en 1977, el punk se transformó en una fórmula en la que había que seguir unas ciertas reglas. Y mira, nunca me ha gustado seguir reglas. No lo hacía en el colegio, era un chico rebelde. Y el hecho de que hubiera muchas bandas en el 77 que siguieran esas reglas, no hacía fácil sentirte como un individuo, pero monté un grupo y le puse el nombre de The Only Ones como una declaración en la que se dijera que no soy como los demás, somos diferentes. Es muy sencillo sentirte diferente, solo tienes que tener a un guitarrista principal que haga solos de guitarra melódicos. Eso era diferente a todo lo que se hacía entonces, pero no pienses que lo hacíamos por adherirnos a ningún tipo de tradición, sino que queríamos destacar sobre la media. Y sí, teníamos una actitud punk, y bastante caótica sobre el escenario, pero a mi alrededor estaba un grupo que representaba una red de seguridad con respecto a ese caos, y fue bien, porque la música debería trascender el tiempo, y no sonar solo a que estaba hecha en 1977. Siempre he cogido la guitarra para tocar una canción y ver qué pasa, y siempre termino haciendo una versión en la que hay un largo break instrumental, porque lo encuentro excitante. Siempre me ha gustado la música que tiene esos largos breaks, como la música psicodélica.

“Monté un grupo y le puse el nombre de The Only Ones como una declaración en la que se dijera que no soy como los demás, somos diferentes”

En otro orden de cosas, en este disco han participado tus hijos tocando. ¿Qué tal ha ido esa relación, tenías razón siempre fuera de casa pero dentro no, o cómo fue?
Bueno, mis hijos, desde siempre han tenido libertad para llamarme cabrón cuando lo consideraran necesario. Hay mucho toma y daca en nuestra relación. No tienen miedo de expresar su opinión. Discutimos libremente sobre algunas cosas, aunque a veces en el disco si no logran convencerme hacemos las cosas a mi manera.

Pues tu hijo toca la guitarra muy bien, pero me imagino que a lo largo de los años, ha ido teniendo unas influencias musicales que no te habrán gustado nada.
No pasa nada, te digo que tengo la última palabra sobre todas las cosas en mi disco. La mayor parte de los guitarristas son muy propensos a la pirotecnia guitarrera antes de conformarse con unas pinceladas más inteligentes, y yo suelo escribir la melodía, y siempre me la imagino con un poco de disonancia, y así se lo pedí. De todos modos, en este disco me he querido centrar más en la voz y en las letras. Aun así, está “Living In My Head”, que tiene esa parte instrumental de la que te hablé antes, y la grabamos más o menos en directo. Sé que todos los guitarristas querrían hacer dos o tres tomas más, así que, según la grabamos, dije que estaba perfecta, pero Jamie pensaba solo en la posibilidad de tocar más. Pero cuando los chavales han tocado algo enseguida sé si me gusta o no. Con Peter estoy muy tranquilo porque tiene un gusto exquisito. En general no hay problema para decirles “no, por ahí no, mejor por ese otro lado”. El problema es que a Jamie le gusta hacer un poco el fantasma con la guitarra, pero vamos, ya le he dejado claro cuáles son los contextos en los que lo puede hacer, y desde luego, nunca cuando yo estoy cantando.

Estas canciones son un poco un reflejo de lo que has escrito durante los últimos cinco años.
Muchas de estas canciones se escribieron entre los veranos de 2015 y 2016. De “Troika” escribí las primeras líneas en 1995, y luego me llevó 31 años acabarla, porque hay veces en las que parece que no quieres acabar una canción porque no estás del todo seguro y te terminas distrayendo, pero 30 años después vuelves a la canción con muchas ganas.

El álbum se ha empezado a dar a conocer con la canción titular, que estás dedicada a los Estados Unidos, mientras que el resto del disco trata sobre otros asuntos. ¿Por qué has creído necesario presentarte de nuevo con este repaso que le pegas a Norteamérica?
He hecho otras canciones políticas que no han terminado viendo la luz, seguramente porque cabrean a mucha gente porque soy muy extremista en mis puntos de vista. Algo que aprendes muy rápido es que la mitad de tus fans van a estar de acuerdo mientras que la otra mitad se van a enfadar con lo que dices. Es algo que no me gusta porque sé que no voy a cambiar su punto de vista. Si piensan de una determinada manera no voy a ponerme a discutir con ellos en Facebook. Cuando murió Fidel Castro lo tuve muy claro, porque estaba muy triste, pero la mayor parte de la gente parecía estar pensando al contrario, así que decidí que no pondría más canciones políticas en el álbum aunque las hubiera escrito. Aunque “How The West Was Won” sea vagamente política, es más bien burlona. Hace a la gente sonreír con cuatro versos que tratan sobre cosas muy diferentes. En el primero dejo claro de dónde vengo, en los demás me dedico a decir cómo hemos llegado hasta aquí y qué es lo que exporta América al resto del mundo. No odio a los americanos. Los hay que son mis mejores amigos o mis héroes de infancia y tengo familia allí, pero lo que dan al resto del mundo está equivocado. No trato de hacer eslóganes o de convencer a nadie de nada en particular, no quiero cabrear a nadie, pero tengo que dejar claro de dónde vengo y quién soy para quitarme de en medio en ese aspecto.

“Algo que aprendes muy rápido es que la mitad de tus fans van a estar de acuerdo mientras que la otra mitad se van a enfadar con lo que dices”

Sí, antes del solo dices algo así como “por Dios que amo a América”.
Y lo hago con un cierto sentido del humor.

Discuten en la red, sobre todo británicos, sobre si este es o no tu single perfecto para poner en la radio…
Puede que haya sido un poco ingenuo con esto. Tengo mis expectativas, y aunque sé que el ser humano está por encima de todo esto, creí que iba a ir bien por el toque humorístico. Puede que haya gente que se haya sentido ofendida, pero mira, siempre hemos sido un poco subversivos contra lo establecido. A lo mejor es una actitud un poco infantil, pero me pareció gracioso.

Y aparte de ese punto de vista, es necesario hacer canciones de amor tan seguras de sus sentimientos como “An Epic Story”, porque aunque suene a tópico, llevas casado más de 40 años, y no se nos puede olvidar que esa sí es una historia épica y más difícil que muchas de las que nos cuentan cada día.
Bueno, puede ser que cuando he ido madurando, me he ido dando cuenta de que mi manera de afrontar las relaciones y el amor, ya no se parece tanto a “Another Girl Another Planet”. Eso era cuando era joven, con mi manera de enfrentarme al mundo, que es como la exploración del universo. Pero si consigues que tu pareja sea tu mejor amiga y lo consigues durante 48 años es que algo debes estar haciendo bien. Durante ese tiempo cada vez ha sido mejor, eso te lo puedo asegurar. Pero, claro, llega el momento en el que empiezas a pensar que no podrías imaginar tu vida sin ella, y sobre eso trata el viaje musical de la canción, sobre imaginar tu vida sin… Esa es la debilidad, algo a lo que es difícil enfrentarse, pero  todo en lo que vale la pena detenerse encierra un poco de dolor y hay que permitirse sentirlo también porque significará la plenitud. Sé que suena… Cuando era joven me hubiera reído de todo esto tan romántico, pero es la mejor manera de enfrentarse al mundo, es mi manera de sobrevivir, porque puedo con cualquier cosa.

Tus canciones de amor parece que podrían haberse escrito también hace veinte años, pero ahora lo estás negando.
Claro que podría hacer escrito canciones de amor hace veinte años, pero no podría decir lo mismo que digo ahora. Entonces tratarían sobre el enamoramiento. Ahora no. Este es un punto de vista más maduro, aunque aún veo que conservo cierto nivel de travesura. Pero, vamos, que no veo nada malo en sonar viejo.

Bueno, el contrapunto puede estar en “C Voyeurger”, en el que parece que vas a dar un concierto y buscas entre la gente una cara en concreto.
“Searching crows, looking for a face”. Sí, sin embargo es una canción que escribí hace años, y ahora mi vida ha cambiado. De todos modos en la canción me doy cuenta de que la vida no es para siempre.

Haces canciones sobre momentos muy privados.
Sí, pero no las he grabado solo sino con otra gente, y a veces tenía que explicarle algunos de los conceptos a Peter Jr. porque lo creía necesario, aunque luego van en el disco sin más, y eso podría limitar la experiencia del que lo escucha, porque puede ser que falle con la interpretación de la canción, pero si explico lo que hay detrás de cada tema seguramente arruinaría su experiencia.

Pues no me expliques más canciones entonces, que muchas de ellas ya tienen otros significados...

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