Pasión por el ska
Entrevistas / Roy Ellis

Pasión por el ska

Miguel Ángel Sánchez Gárate — 28-06-2011
Fotografía — Alberto Jodar

Estar en la piel de Roy Ellis (Mr. Symarip) no debe ser fácil. Sobrevivir a un disco y a una canción convertidos en icono de todo un movimiento (“Skinhead Moonstomp”) debe suponer un extra de presión para alguien que, por su experiencia debería, tomarse la música como una simple pasión.

En 1969 con su banda Symarip publicó “Skinhead Moonstop”, uno disco que ha despachado más de siete millones de copias, pero parece que por Roy Ellis no pasan los años. Tras un parón editorial que se remonta a 1993 retomó la continuidad con “The Skinheads Dem A Come” (2008). Su pletórico nuevo álbum destila las genuinas esencias del skinhead reggae y el ska con elegancia y respeto. “El disco nos tuvo en el estudio cinco meses seguidos. Tuve que meterme un sprint para que estuviera listo antes de la pasada Navidad”. Temas como “One Way Ticket To The Moon”, “Everyday You Got Me Crying” o “Skinhead Johney & Susie” son como un viaje de regresión a Jamaica en la máquina del tiempo. Sus sincopadas melodías hacen imaginar shanty-towns poblados por rude boys, policías corruptos y soundsystems enzarzados en batallas campales para mantener su espacio vital. “Comencé a cantar en colegios y en iglesias los domingos cuando apenas era un chaval. Coincidí con Jimmy Cliff en la primera clase de la escuela. Después nos mudamos a otra parte de Kingston y le perdí la pista. Le reencontré cuando nos trasladamos a Inglaterra en 1966”.
Colaborador de artistas de la talla de Tina Turner, Celine Dion o Phil Collins hace gala de una forma y un estado de salud envidiables. “Pasé todo el año 2010 de gira. Fui a Estados Unidos dos veces en octubre. Regresé a Europa para girar por Alemania. Volví a Suiza – país en el que reside- para meterme en el estudio de grabación. Luego estuve de gira por Inglaterra y me metí en el estudio de nuevo. Solo tuve el mes de febrero para descansar”. Precisamente esa actividad imparable es la que le puso providencialmente en contacto con Toni de Liquidator, con quién ha editado sus últimos trabajos. “Hice una entrevista de radio en un programa alemán llamado Blue Beat In My Soul, y Siggi Sadel, el disc jockey de la radio me facilitó su número de teléfono. Al día siguiente intenté contactar con Toni, pero me fue imposible. Al mismo tiempo, el estaba intentado llamarme. Así fue como nos encontramos”.

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