NACHO MASTRETTA, UN INDIVIDUO CURIOSO.
Entrevistas / Mastretta

NACHO MASTRETTA, UN INDIVIDUO CURIOSO.

Redacción — 10-03-2000
Fotografía — Archivo

Nacho Mastretta es un individuo curioso, más por su obra que por su carácter. Y es que nos resulta difícil definir de otro modo a un artista capaz de acudir a Nino Rota, componer la música para un desfile de Jesús Del Pozo o de reunir a vocalistas tan diversas como Alaska, Ana Belén o Irantzu Valencia para que le canten al oído en «Luna De Miel» (Subterfuge, 00). Y eso que Mari Trini se le acabó quedando fuera.

Puedes encontrar a la mujer de tu vida muy pronto. Y tener tiempo para conocerla a fondo. Y pasar gran parte de tu vida con ella. O puedes pasarte años y años buscándola, y al final, con la experiencia y las dudas acumuladas, igual no encuentras a una, sino a once mujeres de tu vida. U once voces, como Nacho Mastretta, que, desde un piso con ventanas que dan a la aurícula del tiempo de Madrid, quiso volver a hacer canciones y ponerles las voces que en sus sueños parecían perfectas. (Nacho Mastretta) «Las últimas canciones que hice con texto son las de Plinio, un amigo mío de hace seis años. Y luego empecé a hacer música instrumental hasta que conseguí publicarla». «Highballito», «Melodías De Rayos X» y la banda sonora de «Asfalto» (Subterfuge) lo atestiguan, ofreciendo la imagen de un músico que se mueve entre la tradición popular del siglo XX (desde Kurt Weill hasta Tom Waits) y unos planteamientos personales que transforman la mesa de mezclas en un instrumento necesario para la superposición unos «efectos contrapuntísticos» únicos en esta época de discos de productor que atravesamos. «Pero imagínate qué desfase. -Se anima- Se publican tres discos míos muy seguidos de instrumentales, así que tuve esta idea, pero sin saber si me iban a responder las cantantes. A pesar de que a la mayoría las conocía ya. Y me sorprendió muchísimo, porque esto iba a ser una lucha horrorosa, y al final eran todo facilidades». Es «Luna De Miel» (Subterfuge, 00), un disco que «no trata de ser un compendio de estrellas», pero que se le parece. Y que tampoco es un estudio pícaro del alma femenina, las dudas y la seducción, aunque se le acerque con lecciones magistrales como «Luna De Miel» (Julieta Venegas), o «Tú Cambias De Canal» (Cristina Lliso). Pero además de Alaska, Irantzu (La Buena Vida), Gema (y Pavel), Ajo (Mil Dolores Pequeños), Rubi, Raquel (Fromhead-totoe), Rasha, Beatrice Binotti o Ana Belén; Mastretta parió la idea de «Luna De Miel» con un objetivo bien claro. «Uno de esos domingos que estaba comiendo en casa muy tarde, empezaron a sonar en la radio unas canciones de Mari Trini que me dejaron alucinado, porque eran maravillosas, ella estaba estupenda y cantaba como nunca, pero el acompañamiento era muy endeble. Estaba todo hecho con midi, todo era mentira y me dio mucha pena. Desde entonces ya tenía la idea de poder grabar un disco con canciones, y de poder llamar a Mari Trini. Lo que pasa que fue de las primeras que llamé, y no pude dar con ella. Por eso, la idea era conseguir cantantes que yo admiro, independientemente del ámbito que tengan y de dónde estén metidas, porque una cosa es la cantante, y otra la producción que le hagan. Y luego hay otro concepto que debería empezar a separarse, y son los intérpretes de los compositores, y es que desde los Beatles, se han equiparado. Todo el mundo tiene que hacer su grupo, y componer sus canciones, y… hay canciones estupendas de grupos que no tienen su interpretación. A mi me parece muy interesante que pueda haber un compositor como yo, que no canto y que busque intérpretes para sacar adelante su proyecto. Y precisamente yo estaba metido en eso, que considero un error horrible, porque yo canto fatal». De hecho, la voz de Nacho, entendida como un error ahora, se puede escuchar en los temas de Las Manos De Orlac y en un disco en solitario que publicó con GASA en 1992. Pero lo interesante es el concepto unitario de un disco de canciones interpretadas por voces muy distintas, que huye de resaltar el ego de ninguna de ellas en beneficio de una producción que copia (he dicho copia, sí, pero con arte, eso es lo difícil) estructuras del jungle (que no drum’n’bass) de Duke Ellignton, sabores de Nino Rota y combinaciones de George Gershwin, «para integrar el concepto clásico de canción con una estructura armónica contemporánea». De modo que la visión cinematográfica de la música de Mastretta, omnipresente en colaboraciones (desde Titán hasta Pauline En La Playa o Ángel Petisme), se está fundiendo con una querencia por el clasicismo que está haciendo que muchos digan que sus temas suenan a conocido. «Sí, eso parece en general. Es un poco la forma que tengo de componer. Son composiciones actuales, y con un tratamiento actual, pero podían estar escritas en los años diez o en los años veinte». Intemporal.

«Luna De Miel» ESTÁ PUBLICADO POR SUBTERFUGE.

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