"Nunca pensamos liberarnos de nuestro estilo para dar conciertos"

Mecánica Popular son pioneros indiscutibles de la nueva música electrónica experimental en nuestro país. Este dúo conformado por Luis Delgado y Eugenio Muñoz marcó una serie de pautas dentro de los sonidos atípicos que han traspasado fronteras a lo largo de los años. Ahora presentan nuevo disco, Estridentismo (Discos Equilibrio, 2019), y nos acercamos a Eugenio para que nos cuente más de cerca los pormenores del mismo, así como su punto de vista sobre la trayectoria del conjunto. El sábado 18 de mayo lo presentan en directo en Madrid conmemorando su 40 aniversario, a partir de las 20.30h en la sala 0 del Palacio de la Prensa.

Los orígenes de Mecánica Popular se remontan a 1978, cuando trabajabas en los estudios RCA de Madrid. ¿Cómo Surgió la alianza con Luis Delgado?
Comencé a trabajar durante ese año en aquellos estudios de grabación, mientras complementaba este trabajo con cursos de electrónica que impartía en el instituto de Radio Televisión Española. Fue en ese momento cuando comencé a grabar sonidos sin saber muy bien el porqué. Registré un montón de cosas y al llegar a los estudios se lo enseñé a Luis, al cual le encantó, y nos enganchamos a trabajar juntos. Desde entonces, hasta ahora. La alianza se mantiene gracias al disfrute de trabajar en equipo y los buenos momentos que ello supone.

¿Cómo surgió la vertiente experimental que define a la banda? ¿Qué grupos te sirvieron de inspiración?
Cuando comenzamos a grabar cosas para Mecánica Popular todavía no habían surgido los combos que definirían la nueva ola española. Nuestra inspiración viene dada por una colección bianual de once discos pactados con autores de música contemporánea españoles que hacía RTVE. Alguno de ellos metía ocasionalmente alguna nota de Minimoog, pero creo que era por puro esnobismo. Nosotros nos atrevimos a hacer lo que ellos no hicieron, y es experimentar dentro de un estudio.

¿Qué sucede con el tiempo? (Dro, 1984) es vuestro primer LP, todo un dechado de música electrónica experimental. ¿Cómo conocisteis a Servando de Dro, sello que os editó el LP, y de qué forma recibió la propuesta?
Tardamos en realizar el disco más o menos el mismo tiempo que yo estuve trabajando en RCA. Para por entonces ya habían surgido en España los sellos independientes, que estaban pegando fuerte. DRO era uno de ellos, y empecé a colaborar con el sello. Realicé unos cien trabajos con ellos. Le presenté la colección de piezas a Servando y quiso sacarlo cuanto antes. El disco tuvo muy buena aceptación en su momento, cosechando grandes críticas, además de sonar en discotecas extranjeras. Teníamos una filosofía muy cercana a la que Servando marcaba en DRO durante sus primeros tiempos. Luego, como todos ya sabemos, la cosa tomó otros derroteros.

Mecánica Popular dio pocos conciertos en la época. ¿Cuál es la razón?
Fundamentalmente fue debido a los recursos técnicos que utilizábamos. Eran recursos plenamente analógicos y no teníamos medios para hacer secuencias de sonido. En ningún momento pasó por nuestra cabeza liberarnos de nuestro estilo para poder dar conciertos. También es cierto que tanto Luis como yo hemos estado siempre muy liados con la producción discográfica por causa de nuestra profesión.

 A vuestro segundo trabajo, Baku 1922 (Grabaciones Accidentales, 1987), le siguen veinte años de silencio para volver a la carga bastante tiempo después con Neguentropía (Warner, 2010). Ahora, nueve años más tarde, nos sorprendéis con Estridentismo. Háblanos del sonido de vuestro nuevo disco, su proceso de gestación y su conceptualización sonora. ¿Mantiene la esencia depositada en vuestros anteriores lanzamientos?
A día de hoy, y a diferencia de los anteriores lanzamientos, nuestra forma de trabajar es mayoritariamente digital. Ya no queda otra. Paso largos periodos de tiempo volcando ideas, sonidos en temas, donde planteo una duración. Después quedo con Luis para que él dé forma a eso. Luis hace una labor de orden y estructuras sonoras fundamental, además de darle cuerpo a nuestra ideología, muy emparentada al futurismo de principios del siglo pasado desde la vertiente sonora. Nuestro registro de sonidos es muy extenso, desde talados hasta creaciones manufacturadas a base de mezcla y base. Invertimos una buena cantidad de tiempo en ello.

El 18 de mayo presentáis en Madrid Estridentismo. ¿Qué supone llevar al directo temas de estas características?
La verdad es que no ha sido una decisión fácil. A mí personalmente no me gusta demasiado tocar en directo. Llevamos una estructura muy compleja. Luis se encarga de tocar un registro muy amplio de instrumentos: guitarras, theremines, percusión… Por mi parte, me ocupo de varios sintetizadores. La verdad es que disfrutamos mucho tocando juntos y combinando lo analógico con lo digital. La respuesta del público es muy grata.