Conocidas por sus electrizantes actuaciones en vivo y con una serie de conciertos con entradas agotadas, MARLENA se ha convertido rápidamente en una fuerza a tener en cuenta en el panorama del pop español.
Junto a esa energía arrolladora, hay una profundidad en su arte que se plasma en su último álbum, “Entre cuatro paredes y una verdad” y en su último tema, “Pies sin plomo”. Esta canción marca un nuevo capítulo en su trayectoria musical, como ya se anticipaba con el sencillo “Échame la culpa <3”.
Hablamos con MARLENA en este momento clave de su carrera, la gira y la visión que tienen sobre su futuro en la industria.
Como demostraron en su reciente sold out en la sala Razzmatazz de Barcelona, su propuesta, que combina un sonido pop cuidado con una energía arrolladora en el escenario, les ha llevado a conectar profundamente con el público. “Hay gente que viene sin conocernos, acompañando a alguien, y nos dicen que escucharnos en vivo es como poner Spotify, pero con una energía y un buen rollo que enganchan”. Esa respuesta del público es algo que valoran enormemente. Con un sonido característico que ya define su identidad, MARLENA ha demostrado tener la capacidad de transformar temas ajenos y adaptarlos a su propio universo sonoro. Un ejemplo de ello: “cuando se vino a colaborar Isabel Aaiún a La Riviera y versionamos ahí la Potra salvaje, versión MARLENA bastante anécdótica”.
"Escucharnos en vivo es como poner Spotify, pero con una energía y un buen rollo que enganchan"
Y es precisamente esa versatilidad la que también exploran en su nuevo sencillo, "Pies sin plomo", donde abordan la tensión entre la impulsividad y la prudencia en el amor, el deseo de confiar a pesar de los miedos y los consejos ajenos: "entonces no haces ni caso a lo que te están diciendo tus amigas, tu familia y vuelves otra vez a lanzarte a la piscina porque estás preparada para volver a confiar en el amor otra vez”. "Empieza esa etapa más alegre de MARLENA, todas las letras que vienen son un poquito más optimistas, menos de bailar llorando, sino más juguetonas, más macarras, también madurando no sólo en cuanto a las letras, sino también en la música" y que conecta directamente con la vida personal de Ana.
La amalgama de talentos en la producción del álbum “Entre cuatro paredes y una verdad” no hace sino enriquecer el universo sonoro de MARLENA. La participación de productores como Paco Salazar, Santos & Fluren o D3llano podría sugerir una dispersión de estilos, pero la clave de MARLENA reside en la consolidación de su propia identidad musical. "Mantenemos desde el inicio esos distintos sonidos de los distintos productores, pero al final, todos son MARLENA, ha sido una evolución muy importante”.
Esta madurez en la gestión de su proyecto se revela como otro de los aprendizajes cruciales que han moldeado su trayectoria musical. La colaboración con productores de renombre ha sido fundamental, MARLENA ha sabido tomar las riendas de su propio camino. “Aprender de los que saben, ir cogiendo responsabilidades, saber hacia qué esencia tirar, hemos incorporado esa madurez”. Sin duda, esta nueva comprensión de su trabajo ha influido directamente en la solidez y la dirección de su sonido característico.
En el núcleo de su inspiración: el amor y el desamor. No hay artificio sino vivencias compartidas: “las historias que me pasan a mí, pero que Carol vive al completo conmigo”. En ese crisol de experiencias es donde nace la chispa creativa, la necesidad de “coger una buena historia y saber contarla desde la naturalidad”.
La impronta de sus referentes artísticos también juega un papel fundamental en la configuración de su universo: “En cuanto al escenario y vestimenta, Justin Bieber y de mujeres, mi madre, revela Carol, y la princesa Diana, porque siempre ha hecho lo que le ha dado la gana”. Sin embargo, esta influencia no es estática, sino que evoluciona con el propio proyecto: “vamos amoldando nuestro proyecto y por eso también cambiando nuestro referentes dependiendo del camino musical en el que estemos”.
Si ponemos la lupa sobre el presente sonoro de nuestro país, MARLENA dibuja un escenario de contrastes. Por un lado celebran con energía que “es un panorama muy positivo, muy potente, tenemos bandas, letras y directos increíbles". Pero por otro, advierten que "también hay una parte donde no se termina de abrir del todo el abanico, falta por explotar mucho talento".
Lejos de encasillarse, se muestran abiertas a cualquier exploración musical futura: “nunca digas nunca, eso va también con el crecimiento del grupo y de ambas”. En el terreno de las colaboraciones, MARLENA se muestra crítica con los entresijos de la industria. Reconocen que este proceso a veces puede ser complejo y no siempre responde únicamente a criterios artísticos. Pero para ellas, la autenticidad es clave, buscan uniones que nazcan de la admiración mutua y la conexión personal, como ocurrió con el tema “Estaré millor demà” que comparten con la banda catalana The Tyets.
En cuanto a la evolución futura de su propuesta sonora y de su trayectoria, MARLENA mira hacia delante con determinación con el deseo de convertirse en referente para las nuevas generaciones. Son conscientes de la aún escasa presencia de bandas femeninas en el panorama y anhelan inspirar a muchas más a seguir este camino, quieren derribar las percepciones que las encasillan, reivindicando la madurez y transmitir el mensaje: “que os den, no somos dos niñas, tenemos mucho curro por atrás y por delante”.
Con la ilusión de expandir su alcance, MARLENA sueña con llegar al otro lado del Atlántico: "tenemos muchas ganas de ir hacia Latinoamérica, de que nos conozcan allí, nos escuchen en directo y poder ser referencia para mucha gente, no solo de España".
Su directo se erige como su espacio predilecto, donde la verdad de sus canciones y su conexión genuina con la audiencia florecen: "nuestra red social favorita es el escenario, somos muy naturales y es donde contamos las verdades o las historias detrás de cada canción, en el escenario no tenemos vergüenza a cantar lo que queramos”.
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