EL TÚNEL DEL TERROR
Entrevistas / Killer Barbies

EL TÚNEL DEL TERROR

Enrique Peñas — 01-07-1998
Fotografía — Archivo

LLEGARON DESDE VIGO PARA CONVERTIRSE EN LOS REYES DEL CÓMIC-PUNK ESTATAL Y LO HAN CONSEGUIDO. "BIG MUFF" ES SU TERCER ÁLBUM Y NOSOTROS LES HEMOS ACOMPAÑADO EN UNA NUEVA AVENTURA QUE LLENARÁ TU HABITACIÓN DE SANGRE Y ODIOSOS MONSTRUOS DE SERIE B. SILVIA SUPERSTAR (VOZ) Y BILLY KING SON NUESTROS ANFITRIONES.

La furgoneta (¿es tan cutre como la de "Killer Barbies" ­la película?) nos deja ante las puertas de un amenazante castillo que tendremos que atravesar antes de que llegue la mañana. "Lo de estar todo el día en la furgoneta tocando en un sitio y mañana en otro, quema mucho, pero de momento nos seguimos divirtiendo; si no fuese así, ya lo habríamos dejado" (Silvia). "Lo que pasa es que al meterte en un estudio vas exigiéndote más; buscas no estancarte, no repetirte. Hay que encontrar nuevas vías, profundizar. Ahora ya no te contentas con lo primero que sale" (Billy). Derribamos las puertas y nos introducimos en las dependencias del castillo, completamente abandonado. Como en las mejores películas, parece que va a ser bastante fácil. Y más ahora que han decidido abandonar Subterfuge para editar el disco en su propio sello: Toxic. "Sí, es más fácil porque tienes todo más cerca y no tienes que consultar a nadie para sacar un disco. Si te apetece grabarlo, lo haces y punto. Pero también tienes mucha más presión porque todo te repercute mucho más" (Billy). "Lo hemos sacado nosotros porque hemos pensado que era el momento adecuado; de hecho, Toxic se formó en un primer momento para sacar los primeros singles de Killer Barbies y los posibles discos" (Silvia). En fin, parece que no va a ser un camino tan sencillo. Atravesamos la primera estancia del castillo y llegamos a un enorme pasillo en donde nos encontramos multitud de retratos en clave freak: Traci Lords, Jason (el de "Viernes 13" y sus interminables secuelas), una familia encadenada, etc. Entre las fotos del álbum de familia también aparecen las de dos grupos de finales de los ochenta: Aerolíneas Federales y Los Cafres. Silvia apenas se reconoce. "Era jovencísima y me dieron la oportunidad de cantar y grabar el último disco; todos éramos amigos, pero nunca lo llegué a sentir como mi grupo porque yo no componía nada. Luego, al formar Killer Barbies pasé de un grupo totalmente pop a uno punk, pero no fue un cambio muy importante, porque yo había tenido los gustos que tengo ahora hace mucho tiempo; lo que pasa es que ahora tenía la oportunidad de componer y de expresarlos" (Silvia). "Y yo de Los Cafres tengo muy buenos recuerdos, pero no soy muy dado a la nostalgia. Fue una época muy divertida y el grupo funcionaba bastante bien". De repente, tan bucólicas imágenes se rompen por un ruido que llega del final del pasillo, del que aparece, corriendo como un poseso, un hombrecillo con joroba y cabeza de pequeñas proporciones. Es el crítico sabelotodo que tanto irrita a los que están al otro lado. "Es de cerebritos muy pequeños quedarse sólo en la estética del grupo; esas críticas son muy facilonas y también deberían escuchar la música. Lo que me hace gracia es que esos comentarios surgen siempre cuando hay una chica al frente; me parecen absurdos, me dan igual" (Silvia). "Es que es una visión muy pobre, y la realidad es que seguramente Silvia haría las mismas canciones si tuviese el aspecto del cantante de los Pogues. En cualquier caso, lo que tienen que primar son las canciones" (Billy). Después de que Billy haya dado muerte al pequeño monstruito que nos acechaba, continuamos nuestro camino. Fuera, la tormenta se ha hecho más intensa y una enorme descarga eléctrica deja sin luz el castillo, por lo que recurrimos a un par de candelabros. Es entonces cuando Silvia se da cuenta de lo incómodos que pueden resultar esos zapatos de enormes plataformas; a Billy también le empieza a estorbar su pelambrera, pero aún así siguen considerando la imagen como algo fundamental en Killer Barbies. "Sí, es imprescindible para una banda como nosotros; no se puede separar la música de esta imagen" (Billy). "Yo creo que todos los grupos tienen imagen; desde Nirvana hasta Kiss, que son grupos muy diferentes. Lo peligroso es lo que hablábamos antes: que la gente sólo se queda con la estética" (Silvia). "Pero claro que es importante. Igual que en una película tiene que haber una buena fotografía y no sólo quedarse en el guión o en la interpretación"(Billy).

De nuevo tenemos luz y podemos ver el suelo que pisamos, lleno de mugre y de cientos de insectos que suben por nuestras piernas. Poco más adelante, encontramos las carátulas de "Dressed to Kiss" y "Only for freaks", con esas entrañables Barbies y sus trece canciones, que ahora se han convertido en doce. "Se han quedado muchas canciones fuera. Pensábamos haber metido trece, que es nuestro número fetiche, pero al final una canción que íbamos a hacer acústica, con un ambiente muy cutre, como si estuviese grabada con un magnetofón, no entró porque el sonido quedó demasiado bien" (Sivlia). "Y respecto a las Barbies, ahora han desaparecido de la portada porque nos apetecía hacer algo totalmente nuevo y también implicaba cambiar un poco la imagen" (Billy). Vamos, que los aspectos externos se convierten en un anticipo de lo que hay en el disco... "Sí, hay un montón de novedades. Las canciones se han compuesto en un plazo más largo, en todo un año; y por eso los temas son más variados, canciones que no tienen nada que ver las unas con las otras. Y también hemos buscado un sonido diferente, sobre todo la guitarra, para que no sonase tan lineal como otras veces". (Silvia). "Puede que se haya perdido frescura, pero era precisamente lo que buscábamos Ya habíamos hecho dos discos frescos y ahora tocaba hacer uno más elaborado. Ahora no hemos trabajado con primeras tomas, que era algo que sí hacíamos antes".(Billy) "Pero es que las canciones también pedían una mayor dedicación en cuanto a los arreglos. Las de los discos anteriores eran melodías más espontáneas, más inmediatas". Hasta aquí, todo bien; pero también puede llegar el seguidor del grupo que tiene una concepción más cerrada, que no sale de temas como "Love Killer" o "Chainsaw Times". Será otro obstáculo más a superar, pero Billy y Silvia parecen tener claro que lo pueden hacer. "Yo creo que nuestro anterior disco era un poco de transición; había cosas del primero, pero también se veían cosas que anticipaban por dónde podríamos tirar el tercero y hay canciones como "Freak Show" o "ThePhone" que podían entrar en este disco" (Silvia). "De lo que te fías es de tus propios gustos, de tus intuiciones y no hacemos discos para contentar a nadie; muchos de los grupos que nos gustan también siguen ese criterio, como los Clash" (Billy). "De todas formas, yo pienso que a la gente que le gusta Killer Barbies también escucha muchas más cosas y no todo será punk-rock. Lo que está claro es que este disco hay que escucharlo mucho más, a cada escucha te entra mejor" (Silvia).

Cuando casi estamos llegando al final, nos encontramos con un engendro que tiene dos cabezas ("Baby with Two Heads"), que suena totalmente diferente a todo lo que haya podido hacer el grupo, aunque Silvia aclara que "en directo suena mucho más rock, digamos más convencional". Subimos las escaleras que conducen a la torre, y encontramos los cadáveres de Super Bingo y Dr. Gonzo, que han sido consumidos por el trabajo. "Estaban un poco agobiados entre su trabajo y el grupo, y decidieron abandonar; entonces llegaron Kabuto Jr. y Maxter Man, a los que ya conocíamos de Rebelde Rojito, y que han aportado una nueva técnica a la hora de tocar". Por fin alcanzamos nuestro destino, superamos la puerta del laboratorio donde se encuentra el único lector de compactos que hay en doscientos kilómetros a la redonda; Billy saca "Big Muff" y ya podemos disfrutar del auténtico cómic-punk contra los garrulos lisérgicos. ¿Eres uno de ellos?

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