El Grunge No Ha Muerto
Entrevistas / Creed

El Grunge No Ha Muerto

Joan S. Luna — 01-03-1999
Fotografía — Archivo

EL GRUNGE NO HA MUERTO MIentras que lo habitual suele ser que las formaciones estadounidenses nos visiten en sus peores momentos, los cuatro chicos que componen Creed van a acercarse por nuestro país este mes de marzo. Y si eso sorprende es porque estos muchachitos llevan vendidos, así por las buenas, más de tres millones de discos en los Estados Unidos. La millonaria obra responde al nombre de «My Own Prison» y acaba de editarse también en Europa, aunque veremos a dónde llega. Lo curioso es que Creed tardaron más de un año en conseguir despegar, en conseguir el doble platino en los Estados Unidos. Scott Stapp (vocalista), Brian Marshall (bajista), Scott Phillips (batería) y Mark Tremonti (guitarra) –interlocutor en nuestra entrevista telefónica- editaron a finales de 1997 su disco, lo pagaron con poco dinero, pero, miren ustedes las vueltas que da la vida, el álbum acabó en las manos de Ron Saint-Germain «es un productor conocido porque ha trabajado con gente como Soundgarden. Cogió el disco y dio consistencia a las guitarras, lo hizo sonar como un auténtico álbum de rock». Rock, lo que se dice rock, sí es. Aunque mejor lo llamamos grunge. Les toca las narices, lo sé, pero es que Creed –quieran o no- andan dándole vueltas a ese concepto. Que son una panda de grunges, vamos. «¡No es cierto! ¿Qué es grunge? Nirvana eran grunge. Nosotros podemos haber crecido con Pearl Jam o Soundgarden, pero somos un grupo de rock. Parece que la gente haya olvidado lo que es un grupo de rock con bajo, batería, guitarra y vocalista. Ser clasificado como grunges no es una buena presentación para Creed. Todos tenemos gustos musicales distintos y cuando nos reunimos esto es lo que sale, lo que sale de nuestra alma y es rock». Cómo están con lo del rock. Bien, pues rock. También lo son Matchbox 20 y ni Dios les libra de nuestras sospechas. Será porque son uno más de esos camaleónicos grupos, insulsos y desalmados a parir. Se me ocurren nombres como los de Days Of The New, Our Lady Peace, Silverchair y… Buenos instrumentistas, profesionales, efectivos, de moderada dureza y equilibrada comercialidad, capaces de llegar a vender tres millones de discos con pasmosa facilidad. «Lo fundamental no es cuántas copias llegaremos a vender, sino a la gente a la que llegamos… gente que está en prisión, niños que han sufrido abusos y que pueden escuchar una de las canciones que hemos escrito y que les cambie la vida y sientan la necesidad de escribirnos para decírnoslo. Eso es suficiente para estar orgullosos». No, si es para estarlo. Sólo que uno no acaba de entender qué demonios deben tener en la cabeza los tres millones de estadounidenses que se han dejado un puñado de dólares en un disco sin alma. ¿Será qué sus textos son impresionantes y que un españolito de a pie como un servidor no los capta con la precisión de los nativos? «No tenemos respuestas, pero estamos preparados para hacernos un montón de preguntas e intentar dar con una respuesta. Los textos de Scott nos sirven para abrir caminos de debate o discusión». Discutir, eso es lo que me gusta realmente. ¿Son Creed interesantes o no lo son? Elijan ustedes, pero, de momento, el disco nos deja claro que no. Por lo menos no demasiado. Lástima que Tremonti me cayese tan bien. __Joan S. Luna «My Own Prison» está publicado por Sony. Creed tocarán el 25 de marzo en Madrid y el 26 en Barcelona.

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