"El arte te ayuda a tratar con la vida"
Entrevistas / Robyn Hitchcock

"El arte te ayuda a tratar con la vida"

Xavi Sánchez Pons — 19-06-2013
Fotografía — Archivo

Tiene un disco nuevo aun fresco “Love From London” (Yep Roc), donde juguetea con la electrónica casera sin olvidar el pop-rock psicodélico marca de la casa, y esta semana lo presenta en nuestro país acompañado de Peter Buck de REM y otros amigos ilustres. Estará hoy 19 de junio en Barcelona (La de Apolo), 20 Donostia (Intxaurrondo), 21 Zaragoza (Sala López), y 22 Madrid (El Sol)

Tú nuevo disco es sorprendente, hay canciones donde jugueteas con elementos electrónicos.

Es la producción, y es para hacer algo diferente, no puedes estar haciendo siempre el mismo disco la verdad. Tienes que intentar que cada álbum suene diferente al anterior. Cuando has hecho tantos discos como yo, tienes que variar algo en cada uno, sino es como tener muchos hijos y ponerles el mismo nombre (risas).


En ese sentido hay una canción en “Love From London”, excelente, titulada “I Love You”, que sorprenderá a tus seguidores más encanecido
s.

Gracias. Está canción decidimos grabarla en la casa del productor, sin pasar por el estudio, así salía más barata. No tiene batería real, es sin baterista –Hitchcock en castellano-, sin amplificadores, todo pasa directamente desde la mesa. Es la evolución lógica tras cincuenta años de grabaciones de rock, The Beatles empezaron a conectar la guitarra directamente a la mesa para tener un sonido directo. Ahora todo está conectado a la mesa; lo único que está grabado de forma acústica es la voz y el cello. Los estudios ahora se han convertido en un par de maletas y un dormitorio. Para este disco hemos trabajado con samples y sonidos de sintetizadores, las canciones y las letras son las mismas, pero el sonido no.


¿Es la primera vez que trabajas así?

Bueno, treinta años atrás grababa maquetas en dormitorios con un cuatro-pistas. No era lo mismo pero si parecido.


¿Y te sientes a gusto con esta nueva forma de grabar?

Es tan cómoda como cualquier otra. Ya no existen tiendas de discos (risas). Solo hacemos discos… es como un pájaro haciendo un nido cuando el árbol ya no está. No hay necesidad para ello. Es como una animal volviendo a una cueva que está cerrada. Actuamos de forma refleja, pero lo que hacemos ya no es necesario, es solo un viejo hábito, un lujo realmente. Lo que hacemos en verano es como un museo saliendo gira, como el Prado. Tienes a Bill Rieflin Scott McCaughey, Peter Buck y a mí, tocando esas viejas canciones –Hitchcock se vuelve a atrever con el castellano-, es un museo.


Vamos con una de mis canciones favoritas de tu nuevo disco, “Devil On A String”. En ella hablas del diablo, y de que aún te tienta.

La tentación es tentadora. Piensa en las fotos de los santos; Jerónimo rechazando al Diablo, y el Diablo se convierte en una mujer bella o en una botella de Rioja (risas)… Una de las maneras de saber que estás muerto es saber que ya nada te tienta. Por lo que a mí respecta, soy lo suficientemente joven para seguir siendo tentado.


¿Cuáles son las tentaciones que dominan tu vida?

Oh, por todas las tentaciones del mundo. Mis ojos miran alrededor y ven cosas. Vivir significa ser tentado (risas).

Eres uno de los músicos más importantes dentro del pop y el rock psicodélico. Si un marciano viniera a la tierra y le tuvieras que explicar que es el pop psicodélico, ¿qué le dirías?

Bueno, primero tendríamos que saber si es ‘él’ o ‘ella’. Dependería también de lo que entendieran ellos por pop, o por música, les tendría que hacer un dibujo. Veamos, el marciano podría ser en sí muy psicodélico. Creo que en su sentido original fue como una explosión, todo yendo en una dirección a la vez, fue como una aceleración, y claridad a la vez. Fue un movimiento breve.

Todas las canciones de “Revolver” –disco de The Beatles- duraban tres minutos. En 1977 con The Soft Boys era un admirador de ese disco, pero cuando componía para mi grupo, quería hacer otro tipo de canciones, habían pasado ya unos doce años de la primera explosión psicodélica, y la sensibilidad y manera de componer ya no era la misma.

En relación a lo que comentabas con anterioridad de que editabas discos como un acto reflejo, ¿cuál crees que es tú propósito como músico en la actualidad?

Es automático, es un reflejo, no hay una razón consciente, es como un pollo sin cabeza. No hay nada que pueda decir. No digo que sea malo, lo hago porque es genuino, me sale de dentro, pero no tiene una función en el mundo de hoy, más allá de la función que siempre tiene el arte; la de poner un filtro a la vida, para que así la puedas ver a través de él y que todo tenga sentido en cierta manera. El arte te permite hacer ecos de la vida, te ayuda a tratar con la vida, como hacen los sueños.

¿Pensabas lo mismo cuándo estabas en The Soft Boys y en Robyn Hitchcock and the Egyptians?

Sí, lo mismo y me lo repetía para no volverme loco. Procesar mi vida y ayudar a la gente a mirar a la suya a través de lo yo que hacía.

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