"Nunca he tratado de escribir con perspectivas comerciales"

David J es uno de los músicos más carismáticos de la década de los ochenta. Integrante y miembro fundador de Bauhaus, ha dado forma a bandas tan relevantes como Love And Rockets, además de triunfar con su carrera en solitario. Dentro de poco estará en nuestro país presentando su último disco en solitario, “Missive To An Angel From The Halls Of Infamy And Allure” (Glass Modern, 19).

Cuando Bauhaus iniciaron su andadura, en 1978, el punk estaba muriendo de indigestión y bandas como Joy Division, Siouxsie & The Banshees, Section 25, The Dance Society o la vuestra comenzaron a darle un estilo oscuro y siniestro al punk. Agresión combinada en cierto modo con el glamour de principios de los setenta. ¿Cómo surgió esa idea?
Era simplemente un reflejo del clima cultural y político de la época. El elemento glam es algo que se nos metió dentro y que fue una especie de lastre escapista frente al paisaje sombrío que habitábamos. Sobre todo todos nosotros sentíamos un anhelo de trascender.

"Cuando (David Bowie) interpretó 'Starman'. ¡En ese momento el mundo cambió de blanco y negro a color y nada volvió a ser igual!"

Durante tus años en Bauhaus, creaste una banda alternativa llamada The Sinister Ducks en la que participó nada menos que el célebre guionista de cómics, Alan Moore. Háblanos un poco de esa alianza y su fruto.
Conocí a Alan en 1978, el mismo año en que se creó Bauhaus. Formamos The Sinister Ducks como una aventura de vanguardia. Alex Green en saxo fue el tercer miembro de nuestro power triosurrealista.

Durante todos tus inicios y a lo largo de la carrera de Love And Rockets, la influencia del sonido ideado por David Bowie ha sido algo nodal en tu música. De hecho, hay homenajes hacia él hasta en el título de tu sencillo “The Day That David Bowie Died” (16). ¿De qué manera Bowie cambió tu vida?
Antes de que saliera “Ziggy Stardust”, ya había comprado el álbum “Hunky Dory” de Bowie después de escuchar la canción “Andy Warhol” en el programa de televisión “The Old Grey Whistle Test”. Plantearon la actuación como si de una película antigua se tratase, así que la primera vez que pude ver a Bowie en realidad fue en “Top Of The Pops”, cuando interpretó “Starman”. ¡En ese momento el mundo cambió de blanco y negro a color y nada volvió a ser igual! Siguió siendo una inspiración vital que se mantiene para mí desde los años setenta.

Además de Bauhaus, otro de los grandes iconos de la música de los ochenta fueron tus Love And Rockets. Coméntanos cómo llegas a formar la banda junto a Daniel Ash y de qué manera se desarrolló esta aventura.
Daniel y yo compartimos algunas influencias que a Peter realmente no le gustaban, como la psicodelia. Así que cuando Daniel me pidió que me uniera a él y a Kevin en una nueva banda, aproveché la oportunidad. Tomar algo de todos esos instintos musicales que habían sido reprimidos en Bauhaus suponía una emocionante perspectiva para mí. También hubo un nuevo optimismo que sentimos en aquel momento, a mediados de los ochenta. Digamos que la experiencia con Love And Rockets era mucho más alegre que con Bauhaus.

Algo que siempre me ha llamado la atención de tu persona es el hecho de mantener desde los comienzos de tu carrera profesional una estética adherida al movimiento mod, a pesar de que el resto de integrantes en todas las formaciones en las que participaste se decantaban tanto en estética como en sonido por el post-punk. ¿De dónde surge esa integridad?
Siempre he sentido una inclinación muy natural hacia esa estética. Los trajes perfectos, el pelo corto... Todos los detalles de mi vestuario eran mody, la verdad, tiendo a preocuparme mucho por los detalles. Creo que mi estética suponía un contraste con respecto a la imagen de mis compañeros y eso funcionó bien e hizo que todo pareciera más intrigante.

"El nuevo álbum es extremadamente personal. Describe un período de gran transición romántica. Es honesto y modesto"

Tu carrera en solitario comenzó a desarrollarse tras la disolución de Bauhaus, primero con el lanzamiento de “Etiquette Of Violence” (83), hasta llegar a “Songs From Another Season” (90), con el que alcanzarías un merecido número uno en las listas de éxitos. A partir de ahí no has dejado de trabajar. ¿Crees que la música es el mejor canalizador del sentimiento? ¿Qué se siente al alcanzar en primer puesto en las listas independientes?
La música es una forma muy inmediata de canalizar sentimientos, sí. Por supuesto, fue muy gratificante tener un éxito como ese, pero nunca he tratado de escribir con perspectivas comerciales. Las canciones simplemente aparecen y cobran vida una vez que empiezas a grabarlas. Realmente estoy intentando satisfacerme a mí mismo, y si hay una audiencia que aprecia el trabajo, entonces mejor que mejor.

Dentro de poco lanzarás “Missive To An Angel From The Halls Of Infamy And Allure”, tu próximo álbum en solitario, y pasarás por España a presentarlo en compañía de The Psychedelic Furs. Cuéntanos un poco acerca de tu nuevo trabajo y de las sensaciones que te reporta estar en contacto con tu público.
El nuevo álbum es extremadamente personal. Describe un período de gran transición romántica. Es honesto y modesto. Grabé mucho en Praga con algunos maravillosos músicos locales. Dos de estos artistas, Karel Holas (violín) y Robert Vasicek (teclista), se unirán a mí en la gira. Estoy encantado, aunque Karel no puede tocar en todos los shows y tampoco en estará en los españoles. Pero Fiona Brice, de Inglaterra, lo sustituirá. En cuanto a The Psychedelic Furs, me hizo mucha ilusión que me invitasen a compartir escenario con ellos, ya que es un grupo que me ha encantado desde que vi uno de sus primeros shows en Londres hace ya mucho tiempo. Me encanta España, y especialmente Barcelona, que es una de mis ciudades favoritas, así que estoy ansioso por hacer estos conciertos.