“Queremos expresar la alienación y la fealdad de esta sociedad”
Entrevistas / Algiers

“Queremos expresar la alienación y la fealdad de esta sociedad”

José Carlos Peña — 04-12-2015
Fotografía — Archivo

El debut homónimo de Algiers, trío originario de Atlanta, ha calado: Con su audaz síntesis de arcanas influencias gospel y blues con sustrato de vanguardia industrial, post-punk, y fuerte carga política (ellos lo califican como post-worldbeat), se postula como grupo revelación del año.

Al teléfono Ryan Mahan, que se encarga del bajo y las texturas electrónicas. Ha utilizado un arsenal de instrumentos analógicos que, junto a la voz de Franklin James Fisher y las guitarras cortantes y apocalípticas de Lee Tesche, le confieren al álbum una atmósfera ominosa y catártica. Mahan recurre a conceptos marxistas como la alienación del hombre moderno o la dialéctica para explicar el método de trabajo que les lleva a ese blues beat casi gótico. Lo hace con tanta amabilidad como sincera sorpresa por la entusiasta acogida que ha tenido tanto el disco como su presentación en Europa (donde han tocado con el batería Matt Tong, ex de Bloc Party).

¿Estáis ahora mismo en medio de una gira?
Bueno, de hecho acabamos de llegar a Inglaterra hace 20 minutos desde Calais. Hemos hecho ya nueve conciertos. Hemos tocado en Barcelona -en el Primavera Club-, en Dinamarca, Alemania y Bélgica.

¿Y cómo está yendo?
La respuesta ha sido abrumadora. El público está siendo excepcionalmente cálido, nos han recibido de maravilla. Tener la posibilidad de tocar las canciones del disco en estos conciertos ha sido fantástico.

Dado el sonido de “Algiers” y la cantidad de cosas que tocáis en él (en tu caso, bajo, sintetizadores, cajas de ritmos, programaciones, coros…), me pregunto si os resulta peliagudo interpretar las canciones sobre un escenario.
Es un reto porque hay muchas cosas que pensar al mismo tiempo, además de actuar. Hay un componente físico y técnico en nuestra música y es verdad que en ocasiones puede ser complejo. En la era moderna, con la tecnología, es frecuente tener problemas técnicos, te sorprenderías de lo frecuentes que son. Lo que pasa es que vas aprendiendo sobre la marcha la mejor manera de superarlos para concentrarte sobre todo en la interpretación, que es lo más importante: Comunicar tu música al público.

Me llama la atención que vosotros (como otras bandas actuales) recurráis a viejos sintetizadores y cajas de ritmos analógicas. ¿Lo hacéis porque tienen más personalidad?
Es una pregunta muy interesante. Creo que si nos preguntaras por separado a cada uno, podrías recibir respuestas completamente diferentes. Lee siempre suele decir que nuestro sonido está definido por las limitaciones que tenemos. Vivimos en ciudades diferentes, y ensayar con un batería y un bajista le fue imposible hasta que grabamos el disco. Así que mucho de nuestro sonido viene de la necesidad. Yo siempre he estado obsesionado con las cajas de ritmos y la escena electro británica de los 80, máquinas como las Roland 808 o la 909, y los sintetizadores forman parte de ello. Pero el concepto de “personalidad” al que hacías referencia es muy interesante porque con este disco queríamos transmitir esa idea de “mecanización” de los humanos. El hecho de que vivamos en una sociedad tan tecnológica, que muchas cosas estén mecanizadas y que eso conduzca a la alienación, casaba muy bien con nuestro enfoque político y el tema del disco. Integrar elementos más electrónicos con elementos humanos era perfecto para transmitir esa idea de la “alienación”.

"Con mi otra banda no tuve tantas buenas reseñas, y desde luego es una experiencia totalmente diferente tenerlas".

Muy interesante. Me gustaría volver a las “limitaciones” de las que hablabas. En especial, ¿cómo es posible trabajar en un grupo viviendo en sitios diferentes?
Otra buena pregunta. Es obvio que cada uno tenemos backgrounds musicales muy distintos. Todos venimos de bandas “convencionales”, del tipo de cuatro o cinco tíos que quedan para ensayar y tocar conciertos. Ése es el modo tradicional de hacerlo, pero para casi todos los grupos el proceso de escribir canciones también requiere hacer maquetas en solitario y grabarlas en un cuatro pistas para construir después la canción entre todos. En nuestro caso, creo que nuestra manera de trabajar está muy limitada por el hecho de que no vivimos en el mismo lugar. Es otra manera de hacer las cosas. Creo que algunos de los elementos únicos del disco vienen precisamente de que vivamos en espacios distintos con diferentes escenas musicales, lo que ha hecho que cada uno tengamos influencias diversas. Obviamente ahora, con los conciertos, estamos construyendo un tipo de energía completamente distinto que sin duda aprovecharemos para el próximo disco, que esperamos grabar pronto.

¿Por qué decidisteis grabar en Londres?
Por varias razones: Lee (Tesche, guitarrista) y yo vivimos y trabajamos en Reino Unido. No podíamos dejar el trabajo ni nada parecido y tuvimos la oportunidad de traer a Franklin (James Fisher, voz y guitarras) al Reino Unido por la relación entre nuestro sello (Matador) y 4AD y el grupo Beggars. Fue así como llegamos al estudio de 4AD, que está al lado de las oficinas de Matador en Londres. Allí nos presentaron a un magnífico ingeniero de sonido y productor, Tom Morris, y tenía todo el sentido del mundo hacerlo allí. Para nosotros era muy emocionante, porque 4AD es un sello con mucha historia…sin duda hubo un elemento romántico en nuestra elección. Pero estoy bastante seguro de que volveremos a grabar allí si seguimos centrándonos en temas como estar fuera de lugar. Creo que, teniendo en cuenta lo que hacemos, es muy interesante que no grabáramos el disco en Atlanta.

Algiers” ha recibido unánimes buenas críticas, también en España. ¿Qué opináis de ello? ¿Os influye de alguna manera?
Mmmm (se piensa la respuesta). Leemos las reseñas. Siempre es agradable ver que la gente conecta con lo que haces, no sólo en términos musicales sino también políticos. Hemos leído algunas críticas fantásticamente bien escritas, y es estupendo. Creo que eso también entra dentro del proceso creativo, porque la gente está sacando cosas de tu música que ni siquiera sabías que estaban ahí. No somos los arquitectos totales de nuestra música, y eso me parece algo realmente interesante. Por otro lado, con mi otra banda no tuve tantas buenas reseñas, y desde luego es una experiencia totalmente diferente tenerlas (risas).

"Estamos interesados en la música como entidad social, dentro de una sociedad que es desigual y está muy jerarquizada".

Como banda, es obvio que miráis atrás, a músicas muy antiguas (el gospel, el blues, el soul), pero os las ingeniáis para hacer algo contemporáneo, en lugar de copiar un estilo en concreto. ¿Esto lo tuvisteis en cuenta desde el principio?
Todos veníamos de grupos más o menos punk, y queríamos hacer algo menos directo, ruidoso o basado en riffs. Combinar cosas muy distintas, del afro-beat al gospel, aunque al principio no tuviéramos las herramientas para hacerlo. Sin duda, nos planteamos hacer algo diferente desde el principio. Pero además queríamos expresar esa idea o sentimiento de momentos en el tiempo o en el espacio cuando hay cosas en paralelo, como el sentimiento de despertar político en periodos especialmente musicales, teniendo en cuenta el electro o el techno de Detroit de los 80 y la cultura experimental en Reino Unido y Estados Unidos. Más que resucitar algún género en concreto, nos motivaba ese concepto de cruce de ideas.

¿Cómo os las ingeniáis para hacer funcionar en un todo influencias tan diversas?
Creo que la única manera de hacerlo es estar abierto a la posibilidad de que los demás cambien tu idea original. Esa dinámica es la que realmente hace que la música acabe siendo diferente, en lugar de quedarte atascado en tus propios planteamientos. Por eso es tan importante tener alrededor a gente en la que confías y que pueda mejorar lo que haces. Si te soy honesto, ésta es la primera vez en la que he tenido esta experiencia. Empezar a hacer cosas sin preocupaciones, sin miedo y sin ansiedad. A veces hay discusiones, en ocasiones vemos las cosas de modo diferente, pero al final nuestra dinámica ha acabado funcionando. En realidad es una especie de dialéctica. Más que estar de acuerdo en todo, hay un espacio de desacuerdo del que creamos algo interesante.

Imagino que esto tiene que ver con vuestra web, donde metéis tantas referencias culturales. Da la impresión de que queréis despertar conciencias en el buen sentido, a través del arte. ¿Os definís como grupo político?
Cuando etiquetas algo es importante que definas la etiqueta en particular. Estamos interesados en la música como entidad social, dentro de una sociedad que es desigual y está muy jerarquizada. Y los procesos que han funcionado en la relación entre música y sociedad en los últimos doscientos años. Creemos que es importante hablar de la relación entre música y sociedad. Puede hacerse de manera más o menos oblicua o directa, pero estamos muy interesados en comunicar esa relación.

Desde luego, el disco es oscuro, como la portada y las fotografías que incluís. Sin embargo, al final se adivina un atisbo de luz, como una catarsis. ¿Estás de acuerdo? ¿Fue premeditado hacerlo así?
Ésa pregunta es más para Franklin. Todos estamos bastante interesados en el sonido melancólico que te dan los acordes menores. Es una de las cosas que compartimos, esa oscuridad. Pero Franklin tiene su propia visión y sin duda es responsable de ayudarnos con la luz y las sombras. Y ésa es la dinámica de la banda: Queremos expresar ante todo la fealdad de la sociedad en la que vivimos, hablar de cosas feas, pero también a cierto nivel, sin ser ingenuos, creemos que es útil hablar de ello y de política, que podemos aportar algo. No somos nihilistas, en ese sentido. Esa luz, de alguna manera, apunta en esa dirección.

 

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