Cantinela. 100 canciones y 99 finales alternativos
Libros / Rayden

Cantinela. 100 canciones y 99 finales alternativos

8 / 10
Alejandro Caballero Serrano — 10-11-2021
Empresa — Espasa

Hace tan solo unos meses que Rayden nos brindo su último disco de estudio, Homónimo (Warner, 21), con el que llegaba a las cien canciones. Una centena de composiciones que ha ido creando a lo largo de sus veinte años de carrera dentro del mundo de la música y sus seis álbumes de estudio. Y para conmemorar este aniversario, además de celebrarlo a lo grande con su primer concierto en el WiZink Center, ha querido lanzar este trabajo “Cantinela. 100 canciones y 99 finales alternativos” para deleite de sus seguidores.

Un ejercicio de introspección en el que pasas a conocer a la persona y no al personaje, a ver la cara oculta de la música y todos los malos momentos que puede traer esta, y los buenos también, claro. Narra su historia con la música a raíz de las letras de las canciones que surgieron de su puño y letra.

En este libro nos encontramos sus inicios con A3Bandas, el empujón que le obligó a empezar una carrera en solitario, la fama que le dieron sus victorias en la Red Bull Batallas de los Gallos que le obligaron a rechazar a una multinacional y, la más importante, la idea de crear cien canciones con las que pudiera decir todo lo que quería contar. Así fue como nacieron “Estaba escrito” (Boa, 10), “Mosaico” (Boa, 12), “En alma y hueso” (Boa, 14), “Antónimo” (Warner, 17), “Sinónimo” (Warner, 19) y “Homónimo”, de esa idea de cien canciones distanciadas por dos trilogías: la de dejar de dar la cara para mostrar el perfil y la de la palabra. Y dentro de esas cien canciones, otras tantas historias que las inspiraron. Una retahíla de recuerdos que incluyen amores, y sus consecuentes rupturas, familia, amigos, críticas sociales y reivindicaciones propias. También menciona algunas de las producciones que le han aportado ideas para crear las suyas, muchas de ellas de Reino Unido, tanto es así que hasta él mismo asume que su sonido es “un poco british”. Y también agradece a cada persona e instante que le han ayudado a llegar a donde ha llegado, otorgándole el reconocimiento a todo aquello que en algún momento ha supuesto un apoyo en su carrera.

El plato fuerte es su humildad en relatar la suma de errores que ha cometido durante su trayectoria. Podría ser un libro donde solo contará aquello bueno que le ha traído la música, pero no es así. Desde fallos más propios de un amor adolescente, como sacar a uno de sus amores dentro de un videoclip, hasta un dilema moral que le lleva a la constante duda de preguntarse si debería haber publicado su himno feminista, “Caza de pañuelos”, siendo él un hombre. Y así con otras tantas cosas más, y es que se nos conoce más por nuestros fallos que por nuestros aciertos, y él no tiene problema en explicar tanto unos como otros.

La pregunta para saber si deber leerte este libro es: ¿hay alguna persona en el mundo a la que no le gustaría saber en qué pensaba el artista al que sigue a la hora de componer una canción? Porque eso es justo lo que ha hecho David, compartir esos momentos tan íntimos con la visión del ahora, asumiendo fallos y aciertos sin tapujo alguno. Una tarea nada fácil, ya que supone hacer memoria durante veinte largos años de esos momentos que han hecho que las canciones nazcan, rememorando fantasmas del pasado disfrazados de amores, críticas que ya no afectan, familia y amigos que siguen estando hoy en día, y una evolución personal inequívoca. La historia de uno de los artistas españoles que más ha evolucionado a lo largo de su trayectoria, rompiendo con todos los estereotipos, creando su sello único y atravesando techos a los que en sus inicios no habría soñado ni rozar. Y eso que, según él, esta a mitad de su carrera.

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