Publicado originalmente en 2018, nos encontramos con este cuento pensado para los más pequeños cuyo texto ha sido escrito por Paul McCartney, dejando la tarea del dibujo a la canadiense Kathryn Durst. Y, lo siento por aquellos que sean más papistas que el papa, pero lo segundo es precisamente lo más destacable de este volumen de gran formato e impecable diseño. Durst es una dibujante que, aunque sin demasiada experiencia –sobre todo en cuanto a edad de sus destinatarios–, ha sabido captar las necesidades de un guion que tampoco hará que el bajista de The Beatles gane el premio Nobel. Y es que la historia redactada por McCartney es más bien simplona, con un abuelo que esconde a un súperaventurero que sabe hacer cosas sorprendentes y casi mágicas.
A ver. Cierto es que McCartney no es un cualquiera. Y también que, como abuelo que es (absténganse por favor de bromas sobre cambiarle el sexo viendo su pinta actual) sabe cómo explicar un cuento a los más pequeños. Pero también que este no aporta nada que no hubiera aportado cualquier otro nombre anónimo. Y nosotros, a Sir Paul, le pedimos algo más. Por eso lo situamos un par de peldaños por debajo de aventuras como “Gus y Yo” de Keith Richards o “Forever Young” de Bob Dylan
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.