Welfare
Discos / Favx

Welfare

7 / 10
Ignacio Serrano — 09-01-2018
Empresa — Miel de Moscas

Duros, muy duros y rotundos se muestran los madrileños FAVX en su ansiado primer EP. Grabado en los estudios Montreal de Hans Krüger (El Columpio Asesino, Delorean, Templeton, Polock y un larguísimo etcétera), Welfare supone el salto definitivo de la banda hacia la profesionalización en términos no sólo de sonido, sino también de ejecución, de actitud ante las composiciones. La apuesta sigue siendo la misma: rock sin roll al estilo noventero, distorsión, ritmos secos, desazón vital, rabia y amplis a tope.

El trío ha cambiado de formación recientemente (Elena sustituye a Marcos al bajo y la voz), pero eso no ha afectado lo más mínimo a la solidez y compenetración adquirida en los muchos conciertos que han dado hasta la fecha. Se nota especialmente en la canción que ya lanzaron como single y que han regrabado para su encaje en el EP, Flowers Of The West, una suerte de buque insignia, de tarjeta de presentación que ahora ha quedado mucho más afilada y pulida. Ha perdido el puntito de voz rota que le ponía Marcos, pero en manos de Dani sigue alcanzado una cota de emoción y crudeza que se hace recordar. La también muy representativa Born in the 90's (puro millenialismo rockero) es la otra canción rescatada del repertorio ya presentado anteriormente, y el resto es todo nuevecito y recién salido del horno. The Dancer arranca con un discurso que comienza a pintar el cuadro de sensaciones que marcan el universo FAVX, para después abrir fuego instrumental sin piedad, con furia y una potencia desatada que sirven de perfecto bofetón inicial. Fireking resulta bastante sorprendente, cruzando a los Black Keys más pegajosos con la turbiedad de los primeros discos de Marilyn Manson, aprovechando un ligero puntito comercial que hace pensar que con un buen videoclip este tema lo hubieran petado a muerte en la era de la MTV.

La necesaria bajada de revoluciones para balancear la energía del EP deriva hacia un shogazing que encaja perfectamente en el quinto tema, It’s Gone, un lamento algo nirvanero y sin embargo no por ello exento de genuinidad. Pero antes está el cuarto, el verdadero obús de este Welfare: mucha atención a Vanilla, un hitazo que debería estar sonando pero ya en alguna de esas series americanas que pone música molona. Esos fraseos tan locos y originales apuntan a himno generacional internacional, en una joya pop que parece combinar a los Queens Of The Stone Age más desquiciados con unos Jane’s Addiction de altos vuelos… Pura gloria noventera.

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