Suena la trepidante “Magnetic” y es puro TV On The Radio. Como ocurre con Matt Berninger, cabe preguntarse en qué se diferencia esto de un disco de su banda madre: ¿es solo una cuestión de que resulta más cómodo marcarse un Juan Palomo? Con los ritmos rotos y el synth pop de “At The Moon” empiezas a ver que no, que hay algo más: un punto más de extravagancia, de salirse de los renglones habitualmente dispuestos, de dar con un lenguaje estrictamente personal aunque las costuras no se puedan ocultar. De liberación y de catarsis al mismo tiempo: eso se refleja. Y un intento más acentuado aún por resaltar que la distopía ya no es tal porque se ha convertido en nuestro día a día. Este hombre aún vive en EE.UU.
Hay en este primer disco a de Tunde Adebimpe (últimamente el de San Luis ha estado más ocupado con sus trabajos como actor) colaboraciones de Jaleel Bunton y Japhet Landis, pero ya no está Dave Sitek a la producción, sino que es compartida con Wilder Zomby. Y no deja de ser un disco de contrastes, porque “Pinstack” es lo más radiantemente pop que le hemos oído en mucho tiempo, aunque el ritmo beatboxing de “Drop” la sobrepasa con creces en cuanto a escuchas en Spotify, antes de disponer su voz en modo Johnny Cash crepuscular en la acústica “ILY”. Y así podríamos seguir, porque “The Most” recuerda a Gary Numan, “God Knows” a Damon Albarn, “Blue” a Yves Tumor y “Somebody New” (pedazo de single) a cualquier creador de pelotazos para la pista de baile, pero todas revelan inquietud creativa. Bien jugado por su parte.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.