Hurry Up Tomorrow
DiscosThe Weeknd

Hurry Up Tomorrow

7 / 10
Sergio Ariza — 03-02-2025
Empresa — XO/Republic
Género — Pop

“Hurry Up Tomorrow” es la última entrega de la trilogía que Abel Tesfaye comenzó con "After Hours" y, si hacemos caso a sus palabras, es también su último disco bajo el nombre de The Weeknd. Es una obra ambiciosa, a la altura de los números que maneja un tipo que es uno de los artistas más escuchados de la historia en Spotify, en definitiva, una de las mayores estrellas pop del planeta. Así que es normal que quiera cerrar el círculo a bombo y platillo, con un disco de veintidós canciones, ochenta y cinco minutos, múltiples colaboraciones (Lana Del Rey, Playboi Carti, Future, Travis Scott o Florence & The Machine) y un ramillete de productores de relumbrón (Pharrell Williams, Max Martin, Mike Dean, Metro Boomin, Oscar Holter o Justice). Pero el resultado final se ve lastrado por la excesiva duración y la poca variedad entre las canciones.

Soy una persona que suele disfrutar mucho de los discos dobles. A pesar de que la idea generalizada es que siempre se les puede recortar algo, creo que siempre están bien porque suelen ser los discos en los que los artistas suelen tomar más riesgos y se atreven con más cosas, y suelo disfrutar de ver a un artista salirse de su terreno de confianza, pero este no es el caso de "Hurry Up Tomorrow", Tesfaye juega sobre seguro y las diferencias sonoras entre este disco y los dos primeros discos de la trilogía, "After Hours" y "Dawn FM", son casi imperceptibles. Todas las canciones suenan bien, pero en muy pocas se podría hablar de The Weeknd saliéndose de su fórmula registrada, sobre todo durante esta trilogía.

La producción del disco es impecable, los sintetizadores suenan espectaculares, el falsete de Tesfaye sigue funcionando a la perfección y las canciones tienen un nivel bastante sólido, pero tras un tiempo todo comienza a sonar bastante monótono y repetitivo. Además tampoco ayuda el hecho de que haya secuenciado el disco con las mejores canciones al principio y al final, haciendo que la parte central sea la más débil, pareciendo claro que podría haber cortado unas 5 o 6 canciones mínimo, dejando el tiempo en menos de una hora como hacían los dos anteriores, sobre todo, sabiendo que, en los tiempos que corren, tendremos en breve una edición extendida con temas cortados etcétera. En un momento del disco pregunta "¿Por qué perder otra hora preciosa?" y no sé si ha conseguido responder a sus seguidores con este disco, que además se alarga durante casi una hora y media.

El caso es que el disco, aun así, tiene grandes momentos, eso sí, si “After Hours” era el grandes éxitos y "Dawn FM" el disco más cohesionado, este queda un poco cojo, como si estuviera entre medias. Aquí vuelve a haber una cohesión lírica, en un álbum que se vuelve a focalizar en temas de autodestrucción, colapso existencial y angustia debilitante. También en su propio legado y en el final de The Weeknd: "No quiero pasar de los 34 / Y cuando el telón se cierre, espero que llores". Tesfaye va a cumplir treinta y cinco el 16 de febrero de este año.

Por supuesto que hay buenos temas e incluso dos o tres grandes canciones: el inicio con "Wake Me Up" le vuelve a confirmar como un más que digno heredero de Michael Jackson, con ese inicio lento y oscuro que da paso a un imparable groove funk reminiscente del tándem Jackson/Quincy Jones. Aunque puede que el mejor momento llegue con esas dos canciones que suenan a una que son "Baptized In Fear" y "Open Hearts", la primera siendo la mejor balada del disco y la segunda su imparable continuación, con una producción que es, a la vez, épica e íntima, con exuberantes paisajes a cargo de los sintetizadores que acentúan el lado más oscuro de la letra.

Otro acierto es "I Can't Wait to Get There", un irresistible tema neo soul donde sí que se mueve, ligeramente, de su territorio de confort, con un bajo hiperactivo y unos bonitos coros femeninos que se combinan para crear un desvío eufórico. Este podría ser su nuevo terreno de juego, una vez finalizado The Weeknd. Eso sí, otros desvíos no parecen tan disfrutables, como el funk brasileo con Anitta en "São Paulo" o las dos 'slow jam' con el 'chipmunk soul' que popularizó Kanye West a comienzos de su carrera, que son "Enjoy The Show" o "Niagara Falls".

Al final del disco hay otras dos canciones destacadas con "The Abyss", en la que la colaboración de Lana del Rey va como anillo al dedo, logrando el efecto perfecto, y el cierre con esa gran balada que es la canción titular.

Pero, aun así, la sensación que queda es que Tesfaye no ha conseguido el canto de cisne perfecto para su alter ego, The Weeknd. En otro momento del disco canta "prefiero dejar un legado" y es indudable que lo va a conseguir, pero ese legado va a estar más centrado en sus grandes éxitos que en sus discos. Tesfaye no ha conseguido dar ese paso que sí que ha dado, por ejemplo, Beyoncé.

 

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