The King Of Whys
Discos / Owen

The King Of Whys

7 / 10
Luis Benavides — 07-03-2017
Empresa — Polyvinyl / Everlasting
Género — Folk

Merece la pena recordar que Owen, el alterego de Mike Kinsella, nace originalmente como un proyecto en solitario tras la disolución amistosa de American Football, entonces banda de culto con solo un EP y un largo homónimo en el mercado. Así, en el 2001 apareció “Owen”, un disco de suave pop-folk acústico grabado y mezclado por el propio Kinsella, con su envolvente voz y ese característico fingerpicking como ingredientes principales.

Quince años después de su debut en solitario, American Football han vuelto con un inesperado segundo disco homónimo y Kinsella publica por su cuenta el noveno trabajo de Owen, el presente “The King Of Whys”, un disco en la onda de sus últimos largos, encabezados por el poliédrico y mucho más expansivo “New Leaves”, del 2009.

La riqueza de “The King of Whys” debe mucho al proceso de grabación en los April Base Studios de Justin Vernon (Bon Iver) con S. Carey como director de orquesta. Y es que Owen sale por primera vez del dormitorio de Kinsella, sale por primera vez de su ciudad, de su Chicago natal, y cuenta en esta ocasión con un buen puñado de músicos invitados, con el multinstrumentista S. Carey a la cabeza.

En concreto, la aportación de S. Carey –que también se encarga de los teclados, baterías y coros del disco– en el noveno disco de Owen es evidente en las orquestaciones y la reverberación de temas como la inicial “Empty Bottle”, en las programaciones y harmonías vocales ensoñadoras de “Sleep Is A Mith” o en mi favorita “Settled Down”, una pieza de indie rock con dinámicas adictivas y algo de matemáticas que habría encajado de maravilla en el segundo largo de American Football. O en el último de los amigos Into It. Over It.

Kinsella es un músico respetadísimo, poco menos que un mito viviente para muchos, pero ante todo es marido y padre de dos hijos, una persona, con sus problemas y muchos dilemas. Eso nos recuerda en “The King of Whys”, pues el Rey del ‘emo auténtico’ no responde ninguna pregunta. Se limita a formular dudas, y también expone sus miedos, como en la elocuente “Lovers Come And Go”, sobre el amor y la pérdida del mismo, con ternura pero ante todo sinceridad. “Quise decir lo que dije, que eres demasiado joven para quererme como me quieres”, canta este músico a sus casi 40 años.

En otros cortes, como “A Burning Soul”, inspirada en los problemas con el alcohol de su padre, y “Lost”, rememora desagradables episodios pasados. “Sigue pobre y muere intentándolo, toma las drogas que yo no tomé”, reza una de las letras más duras y oscuras del disco, y probablemente de su repertorio, en contraste con un de base instrumental preciosa, ligera y luminosa, con su guitarra acústica y arreglos de cuerda.

Si “The King of Whys” no es el mejor trabajo de Kinsella con Owen hasta la fecha poco le falta. Y es que nada malo podía salir del encierro de semejante genio en la cabaña de tío Vernon con músicos habituales de Bon Iver.

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