Surviving Is The New Living

‘Surviving Is The New Living’, además de tener un título muy adecuado a día de hoy, ahora que la economía no da para mucho y la salud está en riesgo, es un álbum en el que Okay Kaya encuentra un tono también adecuado para oponerse a estos tiempos líquidos -líquidos como la cicuta- en los que vivimos. El sosiego que transmite a lo largo de sus apenas veintiséis minutos y once canciones es uno de los hilos conductores del trabajo, amén de una inventiva y originalidad en la escritura que, a poco que uno entienda inglés o se pare a leer las letras, dejan la indeleble huella de la cantante norguegoestadounidense. Para una muestra, el disco se abre con un divertido “Since you’ve been gone, everything seems Comic Sans / Since you’ve been gone, everything’s funny wrong”, de ‘Comic Sans’. También con unas melodías que conservan la sofisticación de sus inicios pero que apuestan más directamente por la simpleza bien entendida. El sonido limpio que escuchamos en ‘Squish’, donde hasta aparecen vientos tipo jazz cambia de forma pero no de esencia en la precios ‘Das Obst’ que la sucede. El equilibrio entre sintetizadores y guitarras es perfecto, especialmente en el corazón del trabajo.

Okay Kaya ha firmado su segundo disco en ocho meses sin que se resienta su nivel creativo, algo al alcance de pocos artistas. En ‘Surviving Is The New Living’ no vamos a encontrar sonidos de vanguardia, pero sí buena música hecha con sentido y un gusto exquisito. Es este, además, un álbum, por lo menos parcialmente compuesto durante la inefable cuarentena en la que nos sumimos la pasada primavera, lo que lo conecta con el tiempo presente, algo que siempre es una buena señal: una artista gana enteros si sabe leer el mundo que la rodea. En ‘Kiss This Sky’, Okay Kaya, otra vez con esa ligera ironía que comentamos previamente, canta: “I'm too horny for this quarantine / washing my hands more frequently / but I canceled all my plans / sheet against my ches / breeze from the outside / smells of anxious grass / So I close my eyes and fantasize” para acabar fumando una sobresaliente y sensual canción sobre el sexo con uno mismo que demuestra que hablar (o cantar) de temas explícitos no está reñido con la elegancia.

Un trabajo muy notable de Okay Kaya que, sin pretensiones de ningún tipo, ya se ha hecho con un hueco confortable en el panorama musical independiente.

Luis M. Maínez