Sueños
Discos / La Plata

Sueños

8 / 10
Fran González — 24-05-2023
Empresa — Sonido Muchacho
Género — Rock electrónico

Sin premeditación, el inquieto Diego Escriche ha terminado convirtiendo el último trabajo de La Plata en toda una declaración de intenciones, demostrando que todas las direcciones que la banda decida tomar son más que acertadas, siempre y cuando se hagan desde una convencida evolución. Les conocimos rasgando guitarras y nos convencieron sonando a otra era, pero con “Sueños” la formación valenciana pega un volantazo sintético y tecnológico a su sonido para el que muchos no estaban preparados, manifestando con determinación que las etiquetas musicales, tal y como las habíamos conocido hasta ahora, han muerto.

Si el hyperpop ha venido para quedarse o no es algo que solo el tiempo decidirá. Por lo pronto, el quinteto nos regala cuatro canciones con las que expanden su universo instrumental y huyen de fórmulas de refresco ya explotadas anteriormente, hasta adentrarse, desde la entera y debutante autoproducción, en un mundo inédito con el que tratan de familiarizarse con las diversas caras de la electrónica. Es precisamente ese disfrute de las primeras veces lo que logra que sus cuatro intervenciones terminen irradiando tanta ilusión, fruto de un nervio creativo, dispuesto a no estancarse en partidas ya jugadas y a apostar, contra viento y marea, por lo que la banda quiere transmitir aquí y ahora. Sin prescindir de líneas estéticas nostálgicas que recalan en ciertos arquetipos propios del anime y del universo gamer, el resultado de “Sueños” termina convirtiéndose en un sorprendente itinerario por diferentes subgéneros entre los que prima la desesperanza, la angustia y la melancolía como armas narrativas, surfeando entre agitadas olas de drum’n’bass, new rave y hasta guitarreo nu-metal y grunge oscuro (“Ángel gris”). Un todo vale lleno de matices y capas con el que logran que los teclados de Patricia Ferragud echen humo (“Volar”), María Gea quede rebautizada como nuestra particular Alice Glass patria (“Sueños”), y sus directos adquieran desde ya un frenesí de catarsis rabiosa y desenfrenada en la que prevalecerá el baile más caótico (“Lejos”).

Lejos de parecer que la banda se ha subido a un tendencioso carro conducido por anfetamínicos coetáneos, el ensayo-error que este EP supone deja constancia del arrojo de sus respectivos miembros por experimentar y salirse del molde (y encima, logran caer de pie). Su viaje por “La Ruta” parece haberles traído de vuelta la recompensa de la reinvención, y es que, a fin de cuentas, esto es La Plata. Una banda exenta de comodidades y conformismos que hará lo posible por continuar dibujando nuevos puentes entre su sonido y sus sentimientos, a fin de mostrar siempre el discurso que con más certeza les identifique.

 

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