Thalia Zedek, la madre coraje del rock
Conciertos / Thalia Zedek Band

Thalia Zedek, la madre coraje del rock

8 / 10
Eduardo Tébar — 04-03-2010
Empresa — Cajagranada
Sala — Teatro Isidoro Márquez/ Granada
Fotografía — Eduardo Tébar

Pocos artistas llegan al medio siglo de vida con la estela de coherencia, progresión y remolque dramático de Thalia Zedek. Se podría aplicar –esta vez sí– la analogía facilona de los buenos vinos. La norteamericana afrontó anoche en Granada el tramo final de su gira más extensa por España. Dentro del ciclo Fonorama y beneficiada por la magnífica acústica del flamante Teatro Isidoro Máiquez. Una semana antes, Bill Callahan sacó de quicio a cierto sector de la audiencia, necesitado de salvajismo y un mínimo arco voltaico. Para éstos, la Zedek ofreció dos tazas. Porque ella anda sobrada de poesía alegórica, reflexiones contestonas, matices sonoros y tormentas eléctricas.

El material de su último disco, el ocre “Liars and prayers” (2008), acaparó gran parte del concierto. Desde la apertura con ‘Next exit’, pasando por algunas de las piezas cumbres de su carrera, como ‘Lower Allston’ hasta la celebrada ‘Body memory’. Canciones escritas con el puño tenso y la ausencia de ambages y languideces que proporciona la edad. “Reza por mí y yo rezaré por ti”, declamaba en ‘Bus stop’. Palabras que surcan el ambiente como sagitas envenenadas. Porque la arena de la voz de Thalia Zedek adquiere propiedades con los años. Como si esa garganta ajada llevase toda la vida esperando expresar tantas emociones sobre un manto de distorsión y la cómplice compañía de la viola de David Michael Curry.

Ya presentada en sociedad como Thalia Zedek Band, la anti heroína ha encontrado en su quinteto una fórmula mágica. El empaque perfecto para las subidas y bajadas climáticas entre las que ondulan sus composiciones. Además, el grupo obtiene con creces la resina que la ex Come busca en su madurez. Atrás quedó su papel secundario en la generación grunge y las publicaciones en SubPop. También la parsimonia con la que se mostró antaño en nuestro país. Por ejemplo, digamos, cuando colaboró con Emak Bakia. En todo caso, esta Thalia Zedek se aproxima más al Nacho Vegas de Las Esferas Invisibles –con el que grabó para “Cajas de música difíciles de parar”–. Para ella, una especie de vástago al que da valiosos consejos y que, en ocasiones, como hace unos días en Madrid, invita al escenario para interpretar el ‘Dance me to the end of love’ de Leonard Cohen. Sí, como los vinos de reserva. Thalia Zedek más poderosa que nunca.

Un comentario
  1. UMAS SUGESTd5ES PARA NOVAS AUDIc7d5ES:os velhinhos WIRE com o novo album "OBJECT 47"O CD INDEPENDENTS DAY 08 com o vlstoicaa dos EDITORS a cantar BONNY dos Prefab SproutYOUTH GROUP com o novo album THE NIGHT IS OURS

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