Llegó para quedarse
Conciertos / Río Babel

Llegó para quedarse

8 / 10
Miguel Amorós — 18-07-2017
Empresa — Sonde3 / Charco
Fecha — 13 julio, 2017
Sala — Ifema Madrid Live
Fotografía — Hara Amorós y Daniel Cruz

Sábado

Los peruanos Kanaku y el Tigre desplegaron su folk psicodélico ante un publico reducido y con un sol abrasador para quien se atreviera a ponerse delante de su escenario. Aunque alentaron al público para que disfrutaran como nunca esa noche y lo hicieron a través de esa acertada canción que dice: “Si te mueres mañana, no te quedes con ganas de ná”. Y es que era la noche ideal para darlo todo. Y luego verán por qué.

De hecho las argentinas Kumbia Queers lo hicieron en su concierto, y si no que le pregunten al músico que tocaba el güiro con una intensidad apabullante. El público las trató con mucho cariño y bailó sus cumbias reivindicativas y “low fi” con ganas. Sobre todo esa versión del “Iron Man” de Black Sabbath renombrada como “Chica de metal” o la también versión de La Polla Records “Ellos dicen mierda”, todo en clave de cumbia y “queer”, claro.

Novedades Carminha lo tuvieron algo más difícil ya que no estaban ante su publico natural. Pero los gallegos-madrileños desplegaron su rock garagero igual que si hubieran estado en el FIB y hasta dedicaron “Te quiero igual” a Los Planetas.

Más en la línea del festival los venezolanos Los Amigos Invisibles, expertos en estas lides, dejaron un show para no parar de bailar con sus ritmos funkies y desinhibidos. Llevan más de veinticinco años en esto, así que se las conocen todas y como han editado nuevo disco, “El Paradise”, hace poco, lo presentaron junto a hits de toda sus carrera. Mostraron que ese funk caliente sigue presente en esas nuevas canciones “Eres mis ganas”, “Dame el mambo” o “Aquí nadie está sano”, igual que en sus clásicas “Ponerte en 4”, “La Vecina” o el “Mentiras” con el que cerraron su show.

Pero es que el trío de bandas que vino después fue de traca. Nada menos que el bosnio-servio-croata Goran Bregović, el puertorriqueño Residente y los argentinos Los Fabulosos Cadillacs.
Aunque Bregović llegó con una versión reducida de su banda de bodas y funerales (cinco vientos, dos voces femeninas, su director de orquesta y él mismo), hizo un set a medida de los sesenta minutos que tenía. Apenas hizo concesiones a sus temas más relajados, empezó a tope con “Gas Gas”, “Ne siam kurve tuke sijam prostitutke” y “Presidente”. Y es impresionante el efecto que causa la música balcánica en directo. En segundos creó una locura colectiva instantánea. Apenas hizo temas relajados, solo el “Ederlezi”, y se lanzó a matar con “Mesecina”, “Yeremia” y el indiscutible “Bella Ciao”, para acabar con “Kalasnjkov” y ese grito que dice algo así como “si con esto no te vuelves loco, es que no eres normal”.

Residente Foto: Daniel Cruz

De manera parecida empezó Residente, porque lo hizo con ese excitante “Somos anormales” y la locura continuó. Rene Pérez Joglar y su excelente banda desprende una energía desbordante y aunque su repertorio bebe poco de su aventura en solitario (apenas cinco temas) y mucho de Calle 13, les imprime una marcha más, o dos, con un discurso más directo y una fuerza arrolladora. “Baile de los pobres” sonó exuberante, “Calma Pueblo” fue arrolladora, no estaba Omar Rodríguez, pero sí Justin Purtill de Chicago, tremendo guitarra, o “Atrévete-te-te” con una combinación de batería, Thomas Pridgen y percusión, Daniel Cruz, que fue una gozada. Rene no para quieto ni un momento, yendo de un lado al otro y con una intensidad de movimiento de brazo que parece que se le vaya a salir del hombro. Hubo momentos para la relajación con la sugerente “Desencuentro” o la deliciosa y orgullosa “Latinoamérica”, pero volvió el desenfreno con “El futuro es nuestro”, “No hay nadie como tú” y “Vamo’ a portarnos mal”. Brutales.

Los Fabulosos Cadillacs Foto: Daniel Cruz

Y algo así esperábamos de Los Fabulosos y además que eran los más deseados. Pero parecía que tocaban como si hubieran ganado el partido de antemano. Eso hizo que se les notara una falta de ganas que no debería en una banda de su prestigio. Algo que se hacía evidente en las ganas que le ponían los hijos de las figuras principales de la banda, o sea Florián a la guitarra, hijo de Vicentico, y Astor a la batería y al bajo, hijo de Flavio. Hasta Sergio Rotman, que se ha subido a última hora a la gira, se pasa más tiempo dando vueltas por el escenario que tocando. Eso sí la batería de temazos hacía que a veces te olvidaras de lo que veían tus ojos y solo oyeras esas canciones que amas. Escuchar en directo “Mal bicho”, Matador”, “Quinto centenario”, Vasos vacíos” o la siempre coreada “Yo no me sentaría en tu mesa” hacen que te sientas mejor.

Tras ello parecía que cualquier grupo lo tendría complicado. Sin embargo Zuco 103 lo hicieron de lujo. Una banda que en club suena enorme, podría parecer que en un gran festival disminuyera su atractivo, pero eso no ocurrió. Pusieron a bailar, eso si, a los que aún no habían agotado su energía con los tres conciertos anteriores y se ganaron a pulso la revitalización de la etiqueta brazilectrico.
La tranquilidad andina del ecuatoriano Nicola Cruz y la latintrónica del argentino Chancha Vía Circuito Dj pusieron el punto final de un festival que merece la pena apuntar en el calendario desde ya.

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