Pasado, presente, futuro
Conciertos / Tulsa

Pasado, presente, futuro

8 / 10
Alex Jerez — 12-02-2015
Empresa — Gran Derby Records
Sala — El Sol, Madrid
Fotografía — Alfredo Arias

Tulsa y sus bonitas canciones de amor ya se han hecho mayores. Miren agotó las entradas de su esperado concierto en la madrileña sala El Sol con la presentación de “La calma chicha” como premisa. El repertorio era fundamental, mantener la esencia de siempre en temas actuales, conservar el pasado y al mismo tiempo no esconder ni una sola pluma del presente. La noche comenzó con un Alfredo Niharra, Lee Perk, en solitario como telonero y las ganas locas de verle caminar junto a Miren y que tocara la guitarra a su lado, aunque sólo fuera durante esa noche...

Y, sí, los acordes sonaban igual de familiares que siempre, pero todos sabíamos que la cita sería muy distinta a lo que estábamos acostumbrados. Algo que se confirmó al ver la importancia de Javi Blanco (Betacam) como componente de esta nueva formación junto a Martí Perarnau (Mucho) y Ramiro Nieto (The Right Ons). El repertorio se abrió con “Ay”, uno de los temas del último largo que más nos recuerda a etapas anteriores. La dosis perfecta de Tulsa para enlazar los diferentes universos que la artista maneja a día de hoy. Le di relevo una esperada e indiferente “Algo ha cambiado para siempre” y la anécdota de la noche por el lapsus que tuvo Miren en las primeras estrofas del tema.

Rápida y precoz se dejó ver “En tu corazón sólo hay sitio en los suburbios” y tras este extraño calentamiento se puede decir que la noche fue in crescendo a toda velocidad. Su querido “Ignonauta” se liberó con la aparición de Niharra de nuevo sobre las tablaspara dar paso a una especial acogida por parte del público de“Verano averno”. No fue la primera vez que Alfredo volvió al escenario a lo largo de la noche y es que, junto a Charlie Bautista, se convirtió en el chico de intercambio perfecto. “Vamos a invitar al escenario a una persona que siempre ha estado ahí, muy cerca del corazón”. Llegó el momento de “Gente común” y Charlie hizo de las suyas. Había que poner al público a bailar, y apareció una Tulsa cañera, espléndida y fresca.

Sin embargo, una vez cargadas las pilas, lo mejor es gastarlas en lo que tanto te representa. “Vamos a cambiar de tercio, a una balada de amor puro y absurdo”. “Los amantes del puente” nos estrujó el corazón un poquito y el remate llegó con un “Bosque” sin Ricardo Lezón y “Los ilusos” identificados entre el público. “Bueno, vamos a acabar ya, a realizar un falso final de esos que nadie entiende”. A estas alturas no sabíamos qué elegiría Miren para cerrar el directo. Del nuevo álbum solo quedaría “Casa”, que finalmente se iba a quedar fuera del setlist, y de sus dos anteriores un repertorio de temas inolvidables que estamos acostumbrados a que no toque jamás.

Entre estruendos y sintetizadores la banda desalojó el escenario para dar paso a un bis con el sonido más folk de la noche. “Aniversario de boda” se comió el escenario, sonrió a los fans más rigurosos y lo mejor de todo es que no se presentó sola al banquete. Llegó ligada a la ya imprescindible “Matxixaco” y un cierre de “Flores Rotas” con un público entregado, una percusión exquisita y una clausura de las de siempre. En este 2015 sigue sin haber hueco para los primeros años de Tulsa en el imaginario actual de Miren. Aun así, consiguió algo fundamental en la carrera de todo artista: hizo que sus canciones de toda la vida crecieran en el contexto de un nuevo directo y que las recientes incorporaciones ejercieran de  protagonistas. Que lo nuevo no lo pareciera tanto, sólo lo justo, y que lo antiguo permanezca vivo para siempre.

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