Himno generacional #83
Conciertos / La Paloma

Himno generacional #83

9 / 10
Raúl Julián — 06-11-2023
Empresa — Ochoymedio Club
Fecha — 04 noviembre, 2023
Sala — La Paqui (Antigua sala BUT), Madrid
Fotografía — @nabscab (Cedidas por la organización)

La Paloma publicaron a comienzos de año una magnífica carta de presentación como fue “Todavía no” (La Castanya, 23) (su debut en formato largo que les valió para ser portada de esta misma revista), y, tras foguear cancionero por diferentes festivales, se enfrascan ahora en la siempre necesaria gira de presentación del álbum por salas. Sobre todo, para un grupo específicamente ardoroso y que cuenta con un catálogo de canciones tan empáticas e inflamables al contacto con cualquier escenario.

Un tour que comenzaban en Madrid, con la formación jugando en casa y disfrutando de un sold out que, a su vez, derivó en comunión a la antigua usanza entre banda y aficionados. Resultó, de hecho, enormemente satisfactorio comprobar cómo las nuevas generaciones, tan jóvenes como la propia banda (tanto que pueden saludar a sus abuelos presentes en el local) aún son capaces de conectar férrea y directamente con las canciones que llegan desde el escenario. Una celebración colectiva sin apenas teléfonos móviles en la que, a cambio, apostaron por sudar y acompañar una canción tras otra, a voz en grito y entre pogo y pogo.

Sucedió de manera ininterrumpida a lo largo de apenas sesenta minutos, en una abarrotadísima La Paqui –aka Ocho y Medio–, al ritmo marcado por el propio cuarteto y amparados por esa retahíla ininterrumpida de estribillos seductores e himnos contemporáneos que manejan en propiedad. Los mismos que establecen el tipo específico de sólida relación para con su público, del tipo de “Bravo Murillo”, “No es una broma”, la repetitiva y tremendamente funcional “Palos”, “Algo ha cambiado”, el reciente (y desencantado) single “La edad que tengo”, “Tiré una piedra al aire”, “Sigo aquí” y hasta un tema inédito con ecos a Pavement y Weezer.

La ejecución del cuarteto resulta además impecable, con una base rítmica espléndida y dos líderes ejerciendo como guitarristas y alternándose en el papel de vocalista principal. En cuanto a sensaciones se refiere, La Paloma bien podrían antojarse como el equivalente generacional a lo que fueron, en los noventa y para los que rondan la cincuentena, aquellos Los Planetas que giraban por salas. No sólo porque los granadinos (y los mismos noventa) parezcan ser una clara influencia en La Paloma, sino porque, al igual que ocurría con J, Florent y compañía, el concierto de Madrid se desarrolló como festividad casi religiosa y el convencimiento de estar asistiendo a algo trascedente al paso del tiempo.

La Paloma forma parte de esa sección de grupos (más o menos) recientes que apuestan por indie-pop de guitarras y recuperan la esperanza para el género, entre los que se incluyen Camellos, La Plata, Cala Vento, Biznaga, Cora Yako o Carolina Durante. Una liga en la que los del barrio de Tetuán comienzan a destacar sobremanera, tras albergar una chispa diferenciadora que los posiciona como favoritos al título. Esa es, al menos, la conclusión inapelable que dejó su presencia y arrasadora actuación del pasado sábado por la noche.

 

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