Más allá de la nostalgia queda la relevancia de la obra que dejaste. Y más allá de la excentricidad queda tu valía como compositor actual de canciones atemporales. En lo primero, encajamos el regreso a los escenarios de El Inquilino Comunista. En lo segundo, al “folk man” (y a sus melenas, claro), Devendra Banhart. Pero vamos por partes. Tras diez años “escondidos”, los allí presentes teníamos la oportunidad de volver a vibrar con temas como “Angels Hearts” o “Wild Life”. Y así fue: emocionante. Lo inquilinos sonaron bien y supieron estar a la altura de la importancia que aquella noche tenía para mucha gente. Dos cosas más: “Lucy” sonó excesivamente cálida y las dos canciones que estrenaron los del Getxo son copias poco interesantes de temas de los Pixies. Y que hicieran una versión del “Tonight´s The Night” de Neil Young, fue premonitorio de lo que luego tendría lugar sobre el escenario. El señor Devendra y la magnífica banda que le acompaña unen diferentes ingredientes (bigotes, The Birds, rollo hippie, The Band, rock de los setenta, algo de los Beatlles, acústicas perfectas, juegos de voces…), para hacer conciertos maravillosos. Y si bien el asunto comenzó un tanto frío, desgranando temas del reciente “Cripple Crow” y con un Devendra hablando en inglés cuando domina el castellano, la cosa fue mejorando hasta llegar el apoteosis final, con todo el mundo bailando “I Feel Just Like A Child”. Un chico del público fue invitado a tocar un tema. Y lo hizo. A Devendra le apeteció versionar el “Don´t Look Back…” de Oasis. Y también lo hizo. Si nosotros cerrábamos los ojos nos podíamos imaginar a finales de los sesenta, en alguna playa de la costa oeste norteamericana. También lo hicimos.
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