Algo huele a podrido en Angle Group. Un hedor persistente se ha instalado poco a poco en cada rincón del edificio, mancillando ese idílico “ecosistema laboral” que la empresa fomenta desde su dirección hasta los estratos más bajos. ¿Qué es ese “mal olor” que amenaza con desestabilizar ese ambiente aparentemente perfecto de Angle Group? ¿Es posible que esa supuesta cultura empresarial que aboga por el crecimiento personal y profesional de sus trabajadoras no sea más que un sistema explotador y alienante?
Este es el curioso planteamiento de "Mal olor", obra ganadora del Premi Finestres de Còmic en Català 2024 que Apa-Apa edita en castellano, una original novela gráfica que desenmascara la hipocresía en el ambiente laboral de aquellas empresas que, bajo su rutilante superficie y grandilocuentes discursos, perpetúan estructuras donde los trabajadores, y aquí tomo prestada la famosa escena de "Tiempos modernos" de Charles Chaplin, acaban siendo meras piezas engullidas por un despiadado engranaje. No obstante, Hafid no se queda ahí: rasca y escarba para exponer también el machismo y el racismo estructurales que pueden extrapolarse a otros muchos ámbitos sociales, y lo hace aprovechando al máximo los recursos propios de ese estilo tan personal y reconocible que ha pulido y perfeccionado desde la experimentación formal y temática.
El dibujo de Hafid, geométrico y frío, sirve en este caso para plasmar la hostilidad del ambiente laboral, a través de precisas líneas rectas y amenazantes espacios vacíos. No existe ningún elemento fuera de lugar: en Angle Group todo está regido por un orden inalterable. Dentro de ese orden, todo es homogéneo, incluso el aspecto físico de las trabajadoras. La última puntilla en la homogeneización es la imposición de un uniforme que, además de ser marcadamente sexista, elimina de manera definitiva cualquier rasgo que pueda diferenciarlas. Además, Hafid recurre de nuevo a un recurso habitual en sus obras anteriores, "El buen padre" (Sapristi, 2020) y "Chacales" (Sapristi, 2022): mostrar el rostro de los personajes vacío, sin facciones, un detalle que acentúa esa uniformidad de la plantilla de la empresa. La introducción de un personaje racializado, que destaca entre sus compañeras y que recibe consejos no solicitados para encajar más, despliega una serie de micro racismos incrustados en la mentalidad de compañeras y superiores, dando pie a una crítica más compleja y profunda de la discriminación que sufre ese personaje en concreto, por razón de clase, género y etnia; una discriminación que la empuja (y este es para mí el GRAN TEMA presente siempre en la obra de Nadia) a la soledad.
Cuando tengo delante el trabajo de Hafid, siempre tengo la certeza de que no hay nada dejado al azar. Cada trazo, cada viñeta, cada composición, están medidos al milímetro. También la elección cromática. En este caso, impera el rosa, un color tradicionalmente asociado a la feminidad, que evoca belleza y tranquilidad, contrastando así con ese mal olor que acaba impregnando el edificio entero y enturbiando la harmonía en Angle Group. La cadencia de la narración es, por último, otro de los aspectos formales que esta autora domina con pulso firme, gracias sobre todo al montaje de las páginas, con largas y ordenadas secuencias que ralentizan constantemente el ritmo narrativo.
Todos estos elementos se cohesionan en un relato que pretende incomodarnos y hacernos reflexionar. Una tercera novela gráfica que apuntala, aún más si cabe, la trayectoria de esta autora que parece hablar siempre desde su experiencia y cuyo registro temático no conoce límites.
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