Georgia O’Keeffe
Comics / María Herreros

Georgia O’Keeffe

8 / 10
Judit Monferrer Barrionuevo — 01-02-2022
Empresa — Astiberri

Una ciudad inmensa, infinita, llena de rascacielos tan altos que la vista no puede capturarlos. Un lugar de inspiración, retratado en pinturas, novelas y películas, una musa del pasado, el presente y, de bien seguro, el futuro. La metrópoli que nunca duerme, pues siempre hay algo que hacer, alguien dispuesto a vivir aventuras. Pero sus calles guardan un secreto, una triste realidad que lo cubre todo y que no puede deshacerse; es eterna. Porque lo que esconde tanto bullicio y tanta gente, en realidad, no es más que soledad

Teóricamente para entender esta obra es necesario saber de antemano quien era su protagonista. Aunque, como he hecho yo, se puede disfrutar de la novela gráfica sin apenas conocer su historia, partiendo de un breve contexto para situar al lector. Y casi mejor, porque así la sorpresa está asegurada. La valenciana María Herreros, licenciada en Bellas Artes y ponente en galerías de arte de Barcelona, Berlín o Nueva York entre otras, es la encargada de narrar e ilustrar la vida de Georgia O’Keeffe. Y si te preguntas quién era esta tal Georgia, cabe decir que es considerada una de las máximas representantes del arte norteamericano del s.XX. De hecho, fue encumbrada como la “madre de la pintura moderna estadounidense”, lo que ahí es nada.

El cómic nos adentra en la vida de esta viajera incansable, una mujer fuerte que, a pesar de las inseguridades, se abrió su propio camino. A través de cartas y explicaciones vamos conociendo la historia de Georgia, inmensa al abarcar tantísimos años. Esta herramienta narrativa hace que sea más fácil cubrir todas sus etapas vitales, que pasan rápidas e inexorables. Los diálogos no están muy presentes en la obra, y cuando aparecen son más anecdóticos que trascendentales, quizá como una manera de humanizar a nuestra protagonista. Y funciona. Los dibujos, detallistas en primer plano pero desdibujados cuando son de más lejos, definen muy bien la personalidad y obra de Georgia O’Keeffe. Y esto, junto con el tono íntimo del cómic, hace que conectes con la protagonista, con sus vivencias y pensamientos, su fuerza y su vulnerabilidad. Lo que, a su vez, hace que nos cale la postura feminista que desarrolla con los años o su conexión con la naturaleza y la espiritualidad, tan bella a nivel imaginativo y testimonial. La novela gráfica sobre Georgia se lee en un suspiro, pero su historia - o más bien ella misma - permanece contigo.

Así, esa soledad encerrada en las luces de la ciudad queda atrás cuando se abre un universo nuevo ante tus ojos. Uno libre y salvaje, deshabitado. Un paraje desértico, de colores cálidos y marrones, que cura el alma y que no sólo inspira tu obra, sino tu esencia. Un lugar solitario pero, irónicamente, lleno de vida. Un rincón para quedarse y perderse, para pasar los años y para desvanecerse. Un sitio mágico que Georgia O’Keeffe describiría así “el mundo simplificado y precioso, dibujado en formas, como el tiempo y la historia simplificarán y dibujarán nuestros tiempos”.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.