Snake Eyes. El origen
Cine - Series / Robert Schwentke

Snake Eyes. El origen

5 / 10
Alejandro Teiga Robles — 19-08-2021
Empresa — Paramount Pictures Spain
Fotografía — Archivo

En ocasiones uno debe ser honesto, y este es uno de esos casos. Así que empezaré diciendo que desconozco gran parte del universo “G.I. Joe” más allá de sus dos películas anteriores, muy criticadas en su momento, pero que a día de hoy se han convertido en un producto habitual de entretenimiento al ser emitidas en cualquier cadena de televisión. Dicho esto, centrémonos entonces en “Snake Eyes. El origen”.

Dirigida por el alemán Robert Schwentke, autor de las notables “El Capitán” (17) y “Red” (2010), así como de dos de las películas de la serie “Divergente”, “Snake Eyes. El origen”, como su título atestigua, supone un reinicio irregular, aunque disfrutable de la saga “G.I. Joe”. Protagonizada por Henry Golding, Andrew Koji, Úrsula Corberó, Samara Weaving y el siempre imponente Iko Uwais, la película cuenta la historia de Snake Eyes, un guerrero solitario que será entrenado por el clan ninja Arashikage al tiempo que lucha con los fantasmas de su pasado.

Sin entrar a valorar la fidelidad de la cinta con el material original, es evidente que si algo destaca de esta película es el gran trabajo de casting, tanto con la elección de Henry Golding en el papel protagonista, como con el resto del elenco. También destacaría la ambientación en el Japón feudal, el vestuario de los protagonistas y unos efectos especiales que hacen gala del gran presupuesto de la cinta, sin embargo lo que falla es el guion. Un guion plagado de tópicos y clichés sobre el país nipón y las películas de artes marciales.

Entiendo la jugada de Hasbro y Paramount por llegar a un público más amplio con un PG12, pero, en el momento en el que la mayoría de coreografías y batallas se basan en el uso de espadas, evitar mostrar sangre te deja completamente fuera de la película, echando por la borda la credibilidad de los combates y duelos.

Al final, a pesar de sus puntos positivos y sus buenas intenciones, los fallos de “Snake Eyes. El origen” –incluyendo entre ellos el desaprovechar a un actor de la talla de Iko Uwais– conllevan un mediocre recorrido en la taquilla mundial y hacen presagiar que la franquicia descansará durante unos cuantos años en el baúl de Paramount.

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