Happier Than Ever: Una carta de amor a Los Ángeles
Cine - Series / Billie Eilish

Happier Than Ever: Una carta de amor a Los Ángeles

7 / 10
Alejandro Caballero Serrano — 13-09-2021
Empresa — Disney +

El recorrido audiovisual del nuevo álbum de la estadounidense, Happier Than Ever (Darkroom/Interscope Records, 21), arranca con una Billie Eilish de dibujos animados (al más puro estilo Disney) subiéndose en un descapotable para visitar Los Ángeles. Seguidamente podemos ver a la artista real subida al escenario del Hollywood Bowl interpretando “Getting Older” junto a su inseparable FINNEAS a la guitarra y los coros y un batería. Estos primeros minutos nos dejan claro el tono del resto de concierto/película una sucesión de sus nuevas canciones en ese increíble escenario, mientras que su alter ego animado va recorriendo la ciudad estadounidense.

La atmosfera cambia muy rápido, de unos tonos azules de calma a unas luces rojas frenéticas que dan paso a “I Didn’t Change My Number”. La joven artista va sucumbiendo al ritmo de la pista hasta esa gran parte instrumental final donde se atreve a dejarse llevar por la música y bailar tímidamente. Y después de la tormenta, llega la calma, y nos encontramos un escenario totalmente distinto: Billie saluda a cámara y asegura estar tan nerviosa como feliz por estar rodando este concierto y presenta a la Filarmónica de Los Ángeles y al guitarrista Romero Lubambo que le ayudarán a interpretar su siguiente tema, la sorprendente “Billie Bossa Nova”. En esta ocasión FINNEAS toca el teclado electrónico y las luces se asemejan más al color primario de la portada del álbum, creando un tono más sobrio.

Al acabar la pista, nos transportan de nuevo a Los Ángeles con esa Billie animada, que tendrá más protagonismo en las siguientes canciones. La podemos ver en varios de los lugares más ilustres de la ciudad de California mientras que suenan los acordes de “My Future”. En el momento en que la artista empieza a cantar, regresamos al escenario donde podemos ver que sigue la filarmónica para completar aún más la musicalidad de la pieza, aunque en esta ocasión el juego de luces es más potente. Y si antes ya habíamos podido ver como Eilish se dejaba llevar por el ritmo de la música de una forma tímida, aquí se desenvuelve totalmente a mitad de la canción, donde la base musical rompe en un ritmo más rápido. Antes de terminar del todo la pieza, regresamos al descapotable de Billie que se adentra en un túnel donde empiezan a sucederse imágenes de la versión animada con la real para dar paso a “Oxytocin”. El tema que más se asemeja a la musicalidad de “When We All Fall Asleep, Where Do We Go?” (Interscope / Universal, 19), hace que podamos ver a esa joven artista que se comía la cámara en sus primeros videoclips, un auténtico animal escénico. A juego con esos tonos rupturistas y desenfrenados van las luces rojas psicodélicas que en ocasiones se funden dando paso a un blanco y negro que acompaña muy bien a la pieza. Nos recuerda a esa adolescente que nos dejó con la boca abierta en sus primeros temas, una muestra de toda la potencia que tiene la artista encima del escenario y que la pandemia nos va a privar de ver, al menos en España.

Tras uno de los momentos más potentes del directo, pasamos a un mirador de LA en el que la Eilish animada se duerme y despierta en el cielo donde le surgen alas, una brillante manera de dar paso a “Goldwing”, su espectacular tema góspel. Volvemos a un Hollywood Bowl totalmente distinto, es de día y junto a sus músicos y la filarmónica nos encontramos al coro de niños de Los Ángeles, dándole un aura más celestial a la canción, si es que se podía. Al terminar la brillante interpretación por parte de todos, la joven comenta que para ella esta pista es muy especial porque cierra un ciclo, ya que ella había sido miembro de ese coro del que se despedía, ahora ya sí, para siempre. Ella misma presenta “Lost cause” mientras que la escena regresa al descapotable que va recorriendo esa increíble ciudad, aunque por poco tiempo. Las tablas vuelven a cambiar y en el escenario vuelve a ser de noche y vuelve a estar como al principio, a tres bandas y la cámara recoge por igual a ambos hermanos. Al acabarla, la artista se sincera sobre Los Ángeles, su ciudad, y todo lo que esta le ha aportado a su vida profesional y personal mientras un cometa cruza el cielo de las dos Billies, dando paso, como no, a “Halley’s Comet”. En esta ocasión regresa la filarmónica, la luz del día y FINNEAS al teclado para firmar una de las canciones más emotivas de su nuevo trabajo.

Y de nuevo, vuelta a la animación al más puro estilo 007 con tonos rojos y negros mientras relata un discurso feminista sobre todo lo que opinan de ella por su ropa y su físico, dejando claro que a ella nadie le va a cambiar, muy acorde con el discurso de “OverHeated”. Se le puede ver dolida mientras la interpreta en el gigante escenario mientras se suceden luces rojas sin cesar. Al acabar, su alter ego se baja del descapotable en el cementerio para darnos la atmosfera necesaria de su siguiente pista “Everybody Dies” que interpreta de nuevo junto a la filarmónica. La Billie animada sigue en su descapotable paseando por LA mientras ve por todos los carteles y edificios fotos con su cara, mostrando la relevancia que ha tenido en estos últimos años gracias a su irrupción en el mundo de la música. Y en lugar de cantar el siguiente tema en el escenario, Billie y FINNEAS abandonan el Hollywood Bowl para sentarse a las afueras a interpretar “Your Power”. Una muestra de la humildad que sienten ambos, a pesar de contar con millones de seguidores y reproducciones por todo el mundo. Dándole a la canción más sentimiento gracias a esa complicidad que tienen ambos. Y es en ese momento en el que pasamos de tener una Billie animada desconocida a que esta esté acaparada por los focos y agobiada creando el escenario perfecto para “NDA”. Una pieza en la que se suceden imágenes de la artista con su interpretación encima del escenario, creando esa confusión que le aportan los miles de flashes que recibe cada vez que está fuera de su casa.

Pero, regresa la filarmónica y pasamos a “Therefore I am”, aunque de nuevo con unas luces de lo más psicodélicas en la que se suceden los colores sin cesar. Y tras esta explosión de sensaciones, regresamos a la intimidad, con tan solo la interprete, el guitarra y el batería, mientras interpreta “Happier Than Ever”, la canción que da nombre a su segundo disco. Y mientras va sucediendo la canción, aparece la Billie animada por la grada para reencontrarse con su yo real para reencontrarse y ver lo feliz que está encima de un escenario. El reencuentro sirve para dar paso a la última canción de su álbum, “Male Fantasy”, mientras da las gracias por poder haber hecho semejante producción. Y acaba como empezó su carrera, mano a mano junto a FINNEAS, aunque cambian la habitación de ambos por el escenario del Hollywood Bowl. Porque sí, lo lograron.

En definitiva, “Happier Than Ever: Una carta de amor a Los Ángeles” es una gran forma de conocer como interpretaría Billie Eilish sus nuevos temas en directo si tuviéramos la posibilidad de verla. Se nos queda corto, ya que podría haber incluido algunos de sus primeros hits, pero con poco que dé la artista estadounidense, ya nos agrada. Esperemos que pronto podamos tenerla de vuelta en nuestro país y podamos disfrutar de toda su potencia vocal y escénica que ha demostrado encima del Hollywood Bowl donde parece que ha sido más feliz que nunca.

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