Que en este país hay vida más allá de Rosalía es algo que los más interesados en profundizar en la música que se factura en estas latitudes sabemos de sobra. Somos los mismos que llevamos tiempo advirtiendo del estupendo trabajo realizado por ese pequeño gran colectivo que, sin duda es, rusia-IDK. La suya es una labor imprescindible en el panorama patrio del que ya nos hicimos eco en estas mismas páginas cuando aupamos el “Supernova” de Ralphie Choo hasta el cuarto puesto de lo mejor de 2023. Sin embargo, este año le ha tocado el turno al capo di capi. Un rusowsky que ha llevado todo lo aprendido en el estudio a “Daisy”. Un álbum de pop tan especial como atípico, tan popular como vanguardista. Lo que se dice un hito. Y no deja de ser sintomático del buen estado de salud del sello que podáis encontrar también es esta misma lista el primer largo de Tristan!, confirmando de paso el enorme futuro del colectivo y la sensación de que esto no ha hecho más que empezar.
Y es que si analizamos nuestro listado con más detalle, nos daremos cuenta de que este ha sido un año en el que se han confirmado de forma rotunda las carreras de músicos que presentaban su segundo y esperado largo. Nos referimos a artistas que, pese a su corta trayectoria discográfica, ya son auténticas realidades de nuestra escena como Valeria Castro, Guitarricadelafuente, Lia Kali, Shego, La Paloma, Júlia Colom, Periferia, Salvana, Gazella o Carlos Ares, por citar algunos. Todos ellos y ellas conforman y confirman ese relevo imprescindible para renovar una escena en la que también coexisten veteranos que se resisten a la hora de dejar huella. Capítulo este que vendría encabezado por el estupendo “San Felices” de La M.O.D.A., pero también por los trabajos de Rufus T. Firefly, Sexy Zebras, Joe Crepúsculo, Bunbury, Zahara, La Plata o Viva Suecia.
Así pues, cabe observar que este 2025 ha sido un año de una gran variedad de propuestas, pero también de jóvenes incorporaciones que han confeccionado un notable estreno. Y es que no podemos olvidarnos de destacar ese fenómeno, tan inesperado como huracanado, que ha supuesto el primer largo de Sanguijuelas del Guadiana. Pero tampoco de otros como Fuet!, La Milagrosa, joseluis, trashi o Juventude. Todo un banquillo de promesas que se irá incorporando e insuflando nueva vida a los carteles de nuestras salas y festivales.
Claro está que tampoco nos hemos olvidado del disco de Rosalía. El mismo sobre le que se han vertido tantos ríos de tinta y del que nos hubiera gustado charlar con su protagonista. Quizás para recordarle también que ya en 2017 su ahora lejano “Los Ángeles” ocupaba el sexto lugar de nuestra lista y el primero sus dos siguientes largos en 2018 y 2022. Lástima que el encuentro no se haya producido. En cualquier caso no queremos obviar que este listado recoge la esencia misma de la revista, al mostrar una gran variedad de estilos y registros con un único denominador común: es muy buena música. Don Disturbios
1.- Rusowsky
Daisy
Rusia IDK

“Daisy” es, ante todo, un brillante ejercicio de cristalización de una filosofía sonora que rusowsky lleva perfeccionando desde sus primeros singles, una fiel traducción al formato largo de una energía indiferenciable, pero sin duda difícilmente definible. La etiqueta bedroom pop se queda ridículamente corta para definir a un artista que construye su identidad en la exploración continua y en la deconstrucción radical del género musical. El cantante y productor vallisoletano consolida en su primer disco un más que estimulante sonido propio caracterizado, precisamente, por su voluntad por no ceñirse a un sonido en concreto. De alguna forma, rusowsky explora las sinergias entre lo familiar (Heimlich) y lo extraño (Unheimlich), entre su tradición y su innovación, en busca de lo que Freud probablemente etiquetaría como una extraña familiaridad. En “Daisy”, el déjà vu es sin duda recurrente, pero por supuesto nunca reaccionario. Más que bedroom pop, podríamos entender este paisaje de fantasía urbana como dreamcore pop. rusowsky apuesta por una pista de baile nostálgica, por un sonido liminal. Ejemplifica a la perfección esta melancolía vaporosa “SOPHIA”, primer single del proyecto, una balada cibernética marca de la casa cuyo sintetizador inicial podría haberse rescatado del nivel acuático del Super Mario 64. Que “Daisy” suene en muchísimas ocasiones como un poema reproducido en una Nintendo 64 demuestra la peculiar nostalgia con la que trabaja rusowsky: romances en los píxeles, idilios digitales y amor sin cuerpos. ‘Daisy’ consolida a rusowsky como uno de los más grandes de nuestra música, precisamente porque con él pasado, presente y futuro se confunden. Porque parece que siempre estuvo aquí, pero también que aún lo tenga todo por hacer. Porque, con él, nunca sabremos si echábamos de menos, echamos de menos o echaremos de menos. —Daniel Grandes
2.- La M.O.D.A.
San Felices
Universal Music

Comenzar la escucha de “San Felices” es como abrir la puerta de la casa del pueblo después de muchos años sin haber estado. Ese momento en que los recuerdos se atropellan, los olores regresan y la vida parece no haberse detenido. La Maravillosa Orquesta del Alcohol regresan cuatro años después de su último disco, con un nuevo trabajo que se siente como si nunca se hubiesen marchado, como si el tiempo solo les hubiese llenado de experiencia y vida en el equipaje. Trece canciones que respiran calma. Un álbum tejido sin prisas, donde cada detalle está cuidado y la producción aporta claridad y calidez. No hay artificios ni riesgos aparentes, pero tampoco hacen falta. Es un trabajo cálido y honesto en el que todos los instrumentos se entrelazan sin imponerse. Nada sobra, todo suma. “San Felices” es una reafirmación, una evolución que no reniega de identidad. — Daniel Pose
3.- Valeria Castro
El cuerpo después de todo
Warner Music Spain

Una lección de honestidad sobre dónde debemos colocar los límites a la hora de enfrentarnos a ciertos bucles de toxicidad que pueden llegar a a acabar con nosotros mismos. Un disco sincero, de desnudez absoluta, corazones partidos, miradas ajenas y miradas propias. “Tengo claro que hay heridas que me van a hacer sufrir”, suelta casi nada más empezar el álbum al hablar de la soledad, la ausencia y el hueco que te genera la pérdida de algo que considerabas vital en tu vida. Una lesión tan grande que te lleva a la incomprensión y a definirte a ti mismo como el único culpable de los hechos: “Cuánto me va a querer la soledad para no soltarme”. Valeria Castro busca el perdón y la calma entre tanto dolor. Aprender, dejar de maquillar e idealizar el pasado y ser honesta con ella misma porque se lo merece. Su exhibición emocional es abrumadora. Cómo habla con crudeza de cada fase vivida, de la búsqueda de la fuerza, la necesidad de sacar valor hasta de debajo de las piedras y la pared que te genera la eterna ansiedad por el camino. — Álex Jerez
4.- Guitarricadelafuente
Spanish Leather
Sony Music

“Spanish Leather” es un disco nacido del regocijo sentimental, erosiona el cante castizo de “La Cantera” mediante la revelación desmedida de tribulaciones y cavilaciones que toman un retrato mucho más moderno, sofisticado y personal. Entre “BABIECA!” y “Tramuntana”, la introspección hace emerger la necesidad que el benicense tenía de pulir el diamante en bruto oculto en su interior. Doce perlas sumisas a la ternura lírica del cantautor en contraposición con un sonido atrevido, cercano al colectivo rusia-IDK. En una obra en la que la belleza sintáctica de sus versos es casi poética, la magia proviene del contraste. El título ilustra la voluntad de querer revelar una superficie blanda cubierta de durezas. Así pues, regresión tras regresión, la calidez delicada de su voz asume el rol de guía a través de un relato íntimo protagonizado por la identidad. Y si hay algo que resalte especialmente es el grandísimo esfuerzo que hace para ser partícipe de un amor puro e inmaculado que dialogue con la ferocidad salvaje del deseo. — Abel Olivares
5.- Rosalía
Lux
Columbia / Sony

¿Está “Lux” fuera del pop? ¿Debe escucharse con manual de instrucciones? ¿Con notas al pie? ¿Disculpe, pero esto cómo se baila? ¿Perdone, cómo me emociono más de dos minutos seguidos entre tanto giro? Deslumbrante, ambicioso, técnicamente apabullante. Pero emocionalmente intermitente. Una misa para fieles de Dios y del establishment cultural. Esta grabación que se ha analizado hasta la pereza, es un reto. Tiene de todo. Un mosaico que se sostiene por pura fuerza de voluntad, de producción, de aparato. Hay una carrera descomunal detrás, es innegable. Hay continuismo discursivo. “Lux” es una catedral gótica. Porque por tramos es oscura, angulosa. Tremendamente Romántica, como le gustaría a Bécquer. Pero también porque está construída sobre los cimientos de otras catedrales, propias todas, y de las que aprovecha partes. Los sesenta minutos más extenuantes de la industria, del sistema pop, de este 2025. Y Rosalía, su autora, su creativa, su patrona. La firma más controvertida, inteligente y excesiva de su quinta. —Yeray S Iborra
6.- Lia Kali
Kaelis
Propaganda Pel Fet!/Sony

Lia Kali vomita en “Kaelis” todo lo aprendido y trabajado en el imperfecto viaje que es la vida. Un disco de entregas pasionales, definición creativa, expectativas, juegos, ilusiones y decepciones. Un recorrido fuerte e íntimo, junto al granadino Toni Anzis, que aparece en el presente de Júlia para conquistar espacios que le pertenecen y entregar nuevo material que verifique todo ese hype que la ha ido levantando año tras año hasta tocar las estrellas. Lo orgánico y lo sintetizado se entienden, la tradición y el futuro se respetan. Este segundo disco elimina demonios, avanza con orgullo y en él todo vale. Desde una base más drill o recurrir al drum’n’bass. A soltar una parte de una sardana, reflejar su influencia jazz o pasar por la bossa nova. Y eso sí, lo que está claro es que cada elemento extra hace que el proyecto siempre brille y crezca estupendamente bajo la privilegiada protección de la enorme personalidad de Júlia como artista. — Álex Jerez
7.- Carlos Ares
La boca del lobo
BMG

Carlos Ares entrega un segundo disco que no alcanza el mismo nivel de su debut, aunque se le aproxima. Y digo que no lo alcanza porque “Peregrino” tenía una unidad de criterio del que este adolece. Sin embargo, si nos vamos a lo que realmente importa, las canciones, “La boca del lobo” tiene mimbres suficientes para hacer que su setlist alcance unas proporciones inmensas. “La boca del lobo” se me antoja un álbum más colectivo, de banda, que de individuo. Si “Peregrino” era la expresión máxima de las filias y fobias de su autor, este parece concebido a partir del cómplice engranaje establecido con sus compañeros de grupo a lo largo de ese sin fin de actuaciones realizadas. Por eso, lo primero que uno atestigua al escuchar el álbum, es que las canciones de Carlos han alcanzado un nivel extra de power-folk vitaminado que bebe directamente de su directo. Solo hay que escuchar la que abre y da título al disco para darse cuenta de ello.
— Don Disturbios
8.- Amaia
Si abro los ojos no es real
Universal Music

“Si abro los ojos no es real” es ese momento en el que, después de años a la deriva por las mareas del tiempo, un día llegamos a casa y nos sentamos en el sofá con un álbum de fotos bajo el brazo que encierra algo inaudito: una imagen de cuando éramos niños, o lo que es también, de cuando éramos felices. Amaia utiliza su tercer álbum de estudio con la excusa perfecta para darle voz a una dulce sonata que fluye al son de una mano titiritera abierta a la exploración sonora. Ideada en presente, pero desde un rincón empapado de nostalgia, la canción de la pamplonica pone en evidencia el valor de lo mundano. Así pues, perpetuamente unida a la compañía del piano, sus dedos escriben un poema donde el pentagrama y las notas sustituyen los versos y las palabras, y en el que el amor se encarga de allanar el camino hacia la redención. Sin querer explotar nunca el máximo potencial de su capacidad vocal, nos regala un susurro angelical que narra sus meditaciones más personales. — Abel Olivares
9.- shego
No lo volveré a hacer
Ernie records

Un disco que aparece como respuesta a una etapa de rupturas, turbulencias, descontrol y necesidad de ayuda que acabó proyectándose en forma de música. “No lo volveré a hacer” se construye así de la raíz de una crisis emocional heavy y atraviesa todos los posibles estados de ánimo con los que cualquiera puede sentirse identificado: tristeza, dolor, aceptación, ira, venganza, calma, más dolor, cura. Un álbum de catarsis que conserva la energía punk y la esencia DIY con la que se relaciona al grupo. Pero también sube la apuesta y eleva las ganas de profesionalización del proyecto y el recorrido de una banda que acaba de comenzar como quien dice. Raquel, Maite y Charlotte han llenado de verdad un disco clave para la consolidación de Shego. Y lo mejor es que no se siente como un disco prefabricado o construido sobre el pánico del segundo álbum. Más bien se percibe como un proyecto mimado, cuidado al detalle y en el que se expone cierta autoexigencia necesaria por parte de la banda. —Álex Jerez
10.- Sanguijuelas del Guadiana
Revolá
Infarto Producciones

El verano ha tenido en estas canciones la banda sonora de esos días largos y sus noches al raso en cualquier lugar alejado de las capitales. Desde La Siberia Extremeña al mundo, el relato de Sanguijuelas del Guadiana llena la España vaciada con esa dosis perfecta de nostalgia y esperanza. Único y natural como el Nitrato de Chile, sin límites estilísticos, yendo del funk a la rumba, del rock al deje extremeño. Juan, Carlos y Víctor han creado, sin pretenderlo, un auténtico relato generacional, único y natural. Canciones de ida y vuelta, entre la vida en el pueblo y la aventura en la capital, entre Los Chunguitos, Estopa, Extremoduro o incluso Los Cabales. Este cúmulo de influencias, de sensaciones, de inquietudes, de dudas y desengaños o de anhelos tenía que conformar un relato en cuerpo y alma, y ahí entra en sus vidas Jorge González (Vetusta Morla) quien les abre las puertas de Infarto Producciones, su semillero de nuevos proyectos musicales. Que buen fertilizante para nuestra cosecha. —Arturo García
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